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lunes, 13 de mayo de 2013

La paradoja de Nadal

La paradoja de Nadal
 

Rafael Nadal es hoy por hoy el tenista más contradictorio del mundo: no para de ganar, pero no deja de dudar. Acumula siete finales en siete torneos, con cinco títulos que lo sitúan muy por encima de sus rivales. Pero en su mente pesan aún más los siete meses de ausencia y el "miedo" por el estado de su rodilla. Gana como nadie en el circuito, pero no le es suficiente.

"Estoy disfrutando todo lo que pasa tras siete meses fuera de este mundo del tenis. Cada victoria significa para mí más que nunca, las perspectivas serían excelentes si no sintiera nada en mi rodilla, pero no sé cómo van a ir las cosas. La lesión no es de hace dos años, es de hace unos meses", insiste el español, al que se le eriza la piel de sólo imaginar una recaída de sus problemas de rodilla.

Pero tras sumar títulos en Sao Paulo, Acapulco, Indian Wells, Barcelona y Madrid la perspectiva es otra. Nadal es el gran favorito, aunque se niegue a admitirlo, en Roland Garros. Hablar de reconquistar este año la primera posición en el 'ranking' le parece, simplemente, "una locura".

No lo es, porque sin haber jugado el Abierto de Australia ni Miami Nadal está ya a sólo 130 puntos de Novak Djokovic, campeón del primer Grand Slam del año, en el acumulado de los puntos de 2013: 4.130 el serbio y 4.000 el español. Roger Federer, por ejemplo, está fuera de los diez mejores. El suizo es, junto con Tomas Berdych, el único jugador 'top ten' sin títulos este curso.

La carga sobre los hombros de Nadal es enorme entre marzo y julio, los meses clave de la temporada en los que compite desde Indian Wells hasta Wimbledon. Si sigue con la progresión ganadora que viene mostrando, a partir de su paso por el All England su año podría ser un festín: en 2012 cayó en segunda ronda, y a partir de entonces no jugó un sólo partido. Mientras sus rivales defenderán lo ganado un año antes, Nadal sólo puede sumar.

Para un joven obsesivo con competir y ganar, ese dato sólo puede ser algo positivo. Incluso para su entorno más cercano, al que el zurdo enloqueció en los campos de golf en aquellos meses que estuvo fuera del circuito. "¿No vais a jugar en serio? Aquí se viene a competir", decía en esos eternos días en los que el póker y el golf saciaban sus ansias de medirse con los demás.

Metido de lleno nuevamente en la piel de tenista, a Nadal no se le escapa el más mínimo detalle. Ya como adolescente, en sus primeros pasos en el circuito, Nadal era una máquina de recordar estadísticas. Tiene en su "procesador" todos los partidos que jugó, detalles impensables de sus finales, e incluso de partidos de sus rivales más directos.

Por eso, cuando en la noche del domingo se el preguntó por la posibilidad de acercarse al argentino Guillermo Vilas, que con 46 títulos sobre arcilla -sólo uno en Roland Garros- es dueño del récord, Nadal reaccionó de inmediato, confundido por la información errónea que había venido difundiendo la ATP en los últimos días: "¿Cuarenta y seis? ¿No son 45?".

Uno más uno menos, Nadal no podrá alcanzar esa cifra al menos hasta 2014. El 41º título sobre la superficie lenta lo busca esta semana en Roma, donde acumula seis victorias, apenas dos derrotas en 38 encuentros, una ante Ferrero en 2008 con los pies ensangrentados por las ampollas y otra ante Djokovic en la final de 2011.

En esta ocasión, como quinto cabeza de serie, ha quedado encuadrado en el sector que lidera el serbio, con quien se enfrentaría en un hipotético cruce de semifinales. Una ronda antes, sigueindo la lógica del 'ranking', su rival sería David Ferrer. De batirlo de nuevo y alzar de nuevo el trofeo, aterrizaría en París como cuarta raqueta mundial. De momento, lo único seguro es que debutará ante el italian Fabio Fognini, verdugo de Andreas Seppi (6-4, 6-1).

En los primeros pasos del torneo en el Foro Itálico el cuadro ya ha deparado un duelo de altura en el segundo cruce, el que enfrentará a Grigor Dimitrov, establecido definitivamente como nueva sensación del circuito tras derrotar a Djokovic y airear su relación sentimental con Sharapova por las calles de Madrid, y Richard Gasquet. Dos de los mejores reveses del circuito, seguro que los dos más elegantes, frente a frente. Ambos avanzan por el mismo camino que Tsonga y Federer.

http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2013/05/13/tenis/1368443636.html

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