4. ZEUS CONSPIRA PARA VOLVER A CASA.
Zeus, hijo de Cronos, estaba tranquilamente en el campo. Con sus amigos los pastores, estaba contento y mantenía buenas relaciones con su madre. Se llamaban o veían dos o tres veces en semana.
-Qué tal hijo mío. Qué sano te estás criando.
-Ya ves...
-Tu padre está cada vez peor. Pierde cualidades.
-Mientras no pierda aceite...
-Tienes que sucederle.
-Buena idea. El bosque está bien...pero me gustaría ejercer de dios. Pasarlo bien. Tener novias.
-Hecho. Mañana hay una fiesta. Ponte este disfraz de camarero. Dale esta bebida que yo he hecho. Y lo demás, ya lo verás.
Zeus disfrazado de su camarero le dio el bebercio. La pócima no era otra cosa que un yogurt caducado. Así que Cronos pilló una gastroenteritis de nivel quince y vomitó.
Vomitó una piedra.
-Caray, cuándo he comido yo una piedra. Menuda cogorza debía tener ese día...-Pero ató cabos.... y pensó en una conspiración.
Siguió vomitando y salieron todos sus hijos. Ilesos.
-Si es que no masticas cuando comes...qué bruto...- Le reprochaba Rea, por otra parte contenta ya que así sus niños estaban allí contentos y sanos.
Supusieron que Zeus destronaría a su padre así que se declaró una guerra.
-Nosotros no estamos de acuerdo así que defenderemos a Cronos. Os declaro la guerra.-Los Titanes quisieron combatir. El jefe de los titanes era Atlante.
-Pues, vale. Por qué no. Pero tened ojo porque sé que me respaldan los cíclopes y gigantes. Hemos llegado a cierto consenso y hemos hecho una coalición– Respondía Zeus.
-Nosotros tenemos ojo, no te apures. Quienes no tienen muchos ojos son los cíclopes.- se reía Atlante.
-¡Uy qué risa, tía Felisa...!
La guerra duró diez años. La madre tierra fortaleció a los gigantes y cíclopes con comida y bebida divinas. Pero no os preocupéis, diez años, es un visto y no visto para los dioses.
Los cíclopes y gigantes junto a Zeus, ganaron la guerra.
-We are the champions, my friends...- Ellos cantaban…
Los titanes perdieron la guerra.
-Habéis perdido, sois unos alfeñiques...-Seguían burlándose, celebrando el éxito.
-Atlante, tú como eres el jefe tienes que ser castigado.
-Vaaaale. ¿Me dejas sin salir los sábados por la noche?
-No.
-¿Sin postre?
-No.
-No querrás que sostenga el cielo sobre mi....
-¡¡¡Sí!!!...-Zeus lo castigó a sostener sobre sus espaldas la bóveda celeste. Así que era víctima de lumbalgias cada dos por tres. Estaba hecho polvo de los huesos.
-¡¡Mmmmcachis!! Estaría mejor callado...-Decía mientras sostenía.
Los demás titanes fueron expulsados.
Los cíclopes dieron a Zeus el rayo como arma. A su hermano Hades, el yelmo que lo hacía invisible. Y a Poseidón un tridente.
Los tres hermanos decidieron repartirse los poderes. Lo echaron a piedra, papel, tijeras. O se lo jugaron a los dados. No tenemos fuentes muy fidedignas al respecto. Pero conocemos el resultado.
Hades se encargaba del mundo subterráneo. Poseidón de los mares. Y Zeus de lo demás.
Y así, cada uno en su casa y dios en la de todos, nunca mejor dicho.
Zeus, hijo de Cronos, estaba tranquilamente en el campo. Con sus amigos los pastores, estaba contento y mantenía buenas relaciones con su madre. Se llamaban o veían dos o tres veces en semana.
-Qué tal hijo mío. Qué sano te estás criando.
-Ya ves...
-Tu padre está cada vez peor. Pierde cualidades.
-Mientras no pierda aceite...
-Tienes que sucederle.
-Buena idea. El bosque está bien...pero me gustaría ejercer de dios. Pasarlo bien. Tener novias.
-Hecho. Mañana hay una fiesta. Ponte este disfraz de camarero. Dale esta bebida que yo he hecho. Y lo demás, ya lo verás.
Zeus disfrazado de su camarero le dio el bebercio. La pócima no era otra cosa que un yogurt caducado. Así que Cronos pilló una gastroenteritis de nivel quince y vomitó.
Vomitó una piedra.
-Caray, cuándo he comido yo una piedra. Menuda cogorza debía tener ese día...-Pero ató cabos.... y pensó en una conspiración.
Siguió vomitando y salieron todos sus hijos. Ilesos.
-Si es que no masticas cuando comes...qué bruto...- Le reprochaba Rea, por otra parte contenta ya que así sus niños estaban allí contentos y sanos.
Supusieron que Zeus destronaría a su padre así que se declaró una guerra.
-Nosotros no estamos de acuerdo así que defenderemos a Cronos. Os declaro la guerra.-Los Titanes quisieron combatir. El jefe de los titanes era Atlante.
-Pues, vale. Por qué no. Pero tened ojo porque sé que me respaldan los cíclopes y gigantes. Hemos llegado a cierto consenso y hemos hecho una coalición– Respondía Zeus.
-Nosotros tenemos ojo, no te apures. Quienes no tienen muchos ojos son los cíclopes.- se reía Atlante.
-¡Uy qué risa, tía Felisa...!
La guerra duró diez años. La madre tierra fortaleció a los gigantes y cíclopes con comida y bebida divinas. Pero no os preocupéis, diez años, es un visto y no visto para los dioses.
Los cíclopes y gigantes junto a Zeus, ganaron la guerra.
-We are the champions, my friends...- Ellos cantaban…
Los titanes perdieron la guerra.
-Habéis perdido, sois unos alfeñiques...-Seguían burlándose, celebrando el éxito.
-Atlante, tú como eres el jefe tienes que ser castigado.
-Vaaaale. ¿Me dejas sin salir los sábados por la noche?
-No.
-¿Sin postre?
-No.
-No querrás que sostenga el cielo sobre mi....
-¡¡¡Sí!!!...-Zeus lo castigó a sostener sobre sus espaldas la bóveda celeste. Así que era víctima de lumbalgias cada dos por tres. Estaba hecho polvo de los huesos.
-¡¡Mmmmcachis!! Estaría mejor callado...-Decía mientras sostenía.
Los demás titanes fueron expulsados.
Los cíclopes dieron a Zeus el rayo como arma. A su hermano Hades, el yelmo que lo hacía invisible. Y a Poseidón un tridente.
Los tres hermanos decidieron repartirse los poderes. Lo echaron a piedra, papel, tijeras. O se lo jugaron a los dados. No tenemos fuentes muy fidedignas al respecto. Pero conocemos el resultado.
Hades se encargaba del mundo subterráneo. Poseidón de los mares. Y Zeus de lo demás.
Y así, cada uno en su casa y dios en la de todos, nunca mejor dicho.
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