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viernes, 11 de abril de 2008

DIDIER Y LOS TOREROS COLGADOS


DIDIER Y LOS TOREROS COLGADOS

El cielo de tres lunas de aquel planeta vio como caía desbordada una nave plateada. Aterrizo rodeándose de una gran nube de polvo azul, el color de la arena de aquel gran desierto. Didier, el piloto de aquella cápsula salio mareado y aturdido.

Lejos había quedado su lugar natal en aquel hermoso lugar de Francia.
Al gobierno francés se le había encomendado la misión arriesgada de explorar aquel nuevo planeta recién aparecido en el universo.

El mismísimo presidente Sarpozí, había elegido al mejor de los astronautas, un
joven y apuesto físico nuclear que había soportado innumerables pruebas físicas y psicológicas. Una de las mas duras sobrellevadas había sido aguantar el discurso de investidura del presidente Zapatero. Dicho evento casi afecta el sistema nervioso del valeroso muchacho.
El pobre astronauta empezaba a estar hasta el gorro de aquel númerito que le habían montado desde hacia dos años preparándolo para estar en forma. El día de la partida llego felizmente. La televisión, la radio, periódicos y cientos de admiradoras esperaban con ansiedad ver como el joven se introducía en la cápsula y decía adiós con la mano.

El viaje había comenzado, ya llevaba un día volando por el universo pero de repente sin saber por que la nave que pilotaba con cerebro propio se paso un semáforo en rojo después de dejar a la derecha Venus; luego se salto un stop y por poco colisiona con un satélite meteorológico que pasaba por allí leyendo el periódico...
-¡¡Cretino, mira por donde vas!!....- grito el satélite. Didier estaba estupefacto, pero como buen francés solo dijo:
-oh,la-la....- sin embargo algo le hizo presentir lo peor.
Durante unos minutos a la nave le dio por bailar un vals alrededor de un
asteroide que hacia meditación trascendental. Mas tarde, Didier trato de controlar los mandos porque comenzaba a marearse. La nave, terriblemente independiente, se sintió manipulada y además por un hombre. Eso la ofendió mucho.
-Yo no me dejo someter! Y menos por un hombre machista....
-Nunca he sido machista....- se atrevió a decir el muchacho, pero ella lo
interrumpió:
-Eso dicen todos...No te olvides que soy la presidenta del grupo feminista de naves espaciales...
.-Didier comprendió que había caído en las garras de un vehículo espacial...bastante especial. (no sé si captáis...el sutil juego de palabras. Ahí he estado sembrá ¿que no?....)
Resignado, se echo una siestecita. La nave continuo haciendo travesuras hasta que se encontró de frente con una especie de túnel. Eso le llamo la atención y se acerco. Pero se acerco tanto que no le dio tiempo a reaccionar. El túnel era el agujero negro mas negro de todo el universo. Su diversión favorita era chupar
cápsulas espaciales y todo lo que se le pusiera a tiro. Además era un agujero muy activo políticamente hablando. Había colaborado con el odioso « apartheid » y había visto chiquicientas veces la película « Malcolm X ». Por supuesto detestaba que le llamaran « agujero negro », prefería llamarse « agujero de color » pues eso le parecía mas respetuoso con su dignidad.

El caso es que el tal agujero negro se trago la nave en la que viajaba Didier. Durante cinco minutos la velocidad era tal que al astronauta se le pusieron los pelos de punta. Cuando salieron de aquel túnel la nave y el muchacho que la pilotaba pensaron que habían nacido de nuevo. Fue entonces cuando aterrizaron en aquel lugar.
-Caramba!! ¿En donde estamos? - El piloto trato de poner un poco de orden en la cápsula y salio a investigar con su « grabadora súper digital punto com » que iba anotando todo lo que se veía. A la par debía informar a la tierra:
-Esto parece un desierto como los de la tierra pero la arena es de color azul. En el cielo hay tres lunas de distintos colores: una rosada, otra verde y otra violeta....según mi detector súper galáctico no hay nada en cinco mil kilómetros a la redonda. En fin....que estoy mas solo que la una...menudo rollo. Corto.
Didier decidió llamar a la tierra pero no hubo manera. El agujero de color los había proyectado quien sabe a que lugar de que parte. Era fastidioso reconocerlo pero estaban perdidos. Sin perder la calma saco su mesita de camping, su sillita y su nevera y se dispuso a almorzar. Tomó « soufflé », « croissant », « paté » y de postre « café au lait » (que se pronuncia « cafe-olé » y significa « café con leche » pero dicho en francés suena mejor...¿verdad?)
-Bien...tengo que reflexionar. Esto se parece un poco a aquella historia de otro célebre francés...el que escribió « el principito » pero como estoy en un lugar lejano del universo no creo que se me aparezca un pequeño príncipe sino un extraterrestre con antenas parabólicas...- Y dicho esto, se fue a dormir.
Cuando el « despertador conejito » de Didier (siempre llevaba con él su « despertador conejito » pues le daba suerte) le despertó ya había pasado la noche. Lo supo porque en el cielo ya no estaban las lunas sino que había una especie de sol con forma de perro salchicha. Daba bastante calor y luz y de vez en cuando ladraba y roía un hueso que había sacado de no se sabe donde.
Sin pensarlo demasiado el astronauta ordeno todo aquello, desayuno y se puso en marcha para explorar aquel planeta con su nave. Pero por desgracia después de una hora de paseo la nave no pudo más.
-¿No ves que se me ha acabado la gasolina? Como pretendes hacerme la pascua volando sin combustible.....? Protesto la cápsula.
-Esta bien....se me olvido llenar el deposito antes de salir....siempre me pasa lo mismo, ya me lo decía mi padre....- se lamentaba el muchacho.- Aterrizaremos aquí.
Tomaron tierra en un hueco rodeado de dunas. La nave espacial suspiro aliviada y dijo:
-Menos mal que descansamos....Menudo trote que llevamos....-Didier decidió que no podía quedarse en aquel lugar y esperar la muerte. Tenia que actuar así que cargo su mochila con alimentos condensados en pastillitas. El suficiente alimento para una semana. Era todo lo que le quedaba.
Llevo su saco de dormir con sabanas de raso ( si no dormía en sabanas de raso el chico no pegaba ojo, era una manía suya...), su diccionario « extraterrestre/francés », su cepillo de dientes y un libro sobre la vida sexual de las hormigas azules de la patagonia, la afición favorita de Didier. Cuando se preparo para partir miro a su nave de reojo.
-Aquí te dejo. Si no hubieras sido tan atolondrada no estaríamos perdidos en este lugar. En un par de días hubiéramos vuelto a casa.
-Bueno....la aventura es la aventura...y además es de mala educación ser tan acusica....
Didier comenzó a caminar alentado por el sol brillante. Presintió que el viaje seria agotador y que tal vez no vería el final. Pasaron diez días y diez noches. El alimento se había agotado, el sol y la debilidad podían con él.

Durante todos estos días no había visto mas que sol y arena. De repente cayó al suelo desmayado.
No supo cuanto tiempo estuvo sin sentido pero un fuerte ruido lo despertó. Era algo conocido....un ruido de corneta. En el horizonte vio una línea de numerosos caballos que se acercaban rápidamente. Eran hombres vestidos de uniforme azul. El astronauta se froto los ojos. Creyó que seria un espejismo.
-¡¡¡El séptimo de caballería, perseguidos por los indios!!!! No puede ser.....-Pero era así. El trato de levantarse y les hizo señales pidiendo ayuda.
-¡¡¡Ayúdenme!!! ¡¡¡¡¡Socorro!!!!!!
-¡Pero...será cretino! ¡Acaba de echar a perder una de las escenas mas difíciles de la película!
¿¿Qué hace aquí, pedazo de alcornoque??- Gritó desde un sillón a lo lejos un tipo con pinta de director de
cine.
-Yo.....vera....- el astronauta estaba totalmente desconcertado y no sabia que decir.
-Bueno, bueno... póngase este traje y monte ese caballo. Será un extra más....
-¡¡¡Pero tengo hambre!!! - decía Didier. Sin embargo nadie le hizo caso. Le arrojaron el uniforme azul y él a duras penas se lo puso. Didier monto a caballo y siguió corriendo delante de los indios. Pasaron muchas horas y al pobre astronauta lo desesperaba el hambre.
-Mira, a mi me va a dar lo mismo pero comeré sobre la marcha....- Así que saco el cuchillo y tenedor, se coloco una servilleta alrededor del cuello y corto un pedacito del costado del caballo.

Al principio el caballo no se dio cuenta pero cuando saco el segundo filete el animal se volvió al jinete un poco molesto:
-¿Puedo saber qué haces? ¡¡Menuda cara!! No? ¡¡Me estas deslomando!!
-Es que tengo hambre....
-Bueno....te dejo que piques otro poco. Pero un filete y nada mas...¿de acuerdo?- Didier se atrevió tímidamente a cortar otro solomillo....pero en esas estaba cuando el director rugió furioso:
-¡¡¡¡¡¡¡¡Corrrrrrten!!!!!!!!!!
-Pues eso es lo que hago: cortar, cortar...¿no lo ve?- contesto Didier....
-Me refiero a que no puede estropearme otra secuencia haciéndome la pascua al caballo...A ver…¡¡ Los de maquillaje!! Arreglen a este caballo....-dijo el director. El caballo agrego:
-Y ahora me van a maquillar....Menudo trabajito el mío. Llevo dos semanas corriendo como un memo delante de una pandilla de indios desteñidos, ahora un tipo llega e intenta desayunar con mi cuerpo serrano.... y todo esto por la miseria que cobro...- El caballo se enfado bastante por eso hizo que el trabajo
se acabara y les dieran tiempo a los extras para ir a descansar. Didier entro en una especie de taberna y pidió algo de comer al tabernero que se le acerco y dijo:
-Tenemos hamburguesas con patatas fritas, hamburguesas con patatas fritas sin hamburguesas, y hamburguesas con patatas fritas sin patatas fritas. ¿Qué comerá el señor?
-Pues..hamburguesas con patatas fritas....y agua por favor (se me olvidaba que también estoy sediento....que cabeza la mía!) -Cuando el mesonero fue a la cocina Didier vio detrás del mostrador algo que le sorprendió mucho: era Marie Françoise!! (que se pronuncia « marí fransuás » en francés.
Ella había sido su primera novia en Paris. Estaba tan bonita con su cabello morado y sus ojos verdes...
¿Pero qué hacia allí? Didier recordó su aventura amorosa cuando ambos estaban en « la sorbona » que es la universidad mas importante de Francia. Casi todos los días se iban a pasear a la orilla del río « sena » y jugaban al parchís. Pero también allí solos aprendieron a amar como los protagonistas de « el lago azul »
aquella película tan cursi que casi todos hemos visto... Sin embargo sin saber por qué ella le dijo que había conocido al repartidor de bombonas de butano y que éste la había conquistado cantándole canciones de rocío jurado bajo su bacón (no bajo el balcón de rocío jurado sino bajo el balcón de Marie Françoise, se entiende...)
-Lo siento, Didier.... »se nos rompió el amor de tanto usarlo.... » Manuel me ha enamorado. Me iré con él a pasar el próximo puente a Marbella que allí hay una movida muy interesante....el conoce a « juliánmuñoz» el ex alcalde y tal vez encuentre un empleo como repartidor de bombonas allí. Las bombonas españolas
pesan menos que las francesas...- En ese pensamiento estaba el astronauta cuando decidió ir a su encuentro. Se acerco a ella y la chica clavo sus ojos en los del joven.
-Marie Françoise! ¡¡Estás tan bella!!
-Ah, hola...mira, ya que estas aquí quisiera decirte algo sobre nuestro pasado. Cuando me fui con Manuel esperaba un hijo tuyo pero como ya hacías tus pinitos en el mundo de los astronautas y no querías casarte decidí irme con mi novio español. El acepto a mi hijo como si fuera suyo. En realidad resulto que
no era repartidor de bombonas de butano sino un aristócrata: el « conde de las cuatro lechugas revueltas en aceite de oliva y vinagre » uno de los nobles con mas alcurnia de Europa. Me llevo a su castillo y me enseñó a tocar las castañuelas con la nariz, el deporte favorito de algunos españoles. Mi hijo no tenía otra cosa mejor que hacer y se dedico a crecer y cuando fue mayor se matriculo en la universidad de Navarra llegando a ser el numero uno de su promoción. Se doctoro en ingeniería genética y por las noches acudía a clases nocturnas en el conservatorio. Es un virtuoso del violín, el oboe, el piano y la zambomba. Manuel le ha dejado toda la herencia; pero tiene un defectillo ....una extravagancia: le ha dado por ser torero!! Aprendió a torear y ahora comparte estrellato con el cordobés, jesulín de ubrique y chiquito de la calzada. Esta es la historia y quería que la supieras. - Así acabo la que fuera el amor de la vida de didier.
-Iré a verle en cuanto me coma esta hamburguesa.... ¿Pero, y tu? Estas casada o algo asi?- se intereso el astronauta.
-Algo así. Soy la novia de Steven Spielberg, director de esta película. ¡Hasta luego!- Al terminar ella se marchó rodeada de dinosaurios disfrazados de nazis con la nariz de E.T
-Vaya rollo!! Esto parece una telenovela. Mi ex novia esta majara, estoy perdido en no se donde, tengo un hijo torero y esta hamburguesa esta fría...- A pesar de todo se acabo la comida y trato de investigar como
podía salir de allí.
-¿Cómo me las apaño para pirármelas de aquí?- preguntaba el simpático astronauta a casi todo el mundo.
Y todos les respondían:
-Pregúntale al dire....
-Bueeeeeeno....- pacientemente Didier buscaba sin parar entre extras, maquílladores, guionistas, camaras....Por fin lo encontró haciendo crucigramas bajo una palmera.
-Señor Spielberg....
-Ah!!! - El director despedido de su silla, del susto.- Auxilio, socorro!!! Me atacan los nazis!!! Un velociraptor me va a comer!! - Didier se quedo estupefacto
-No, no.....soy yo....el astronauta francés.....
-Ah, bueno. Perdone, pero después de mis ultimas película las he quedado muy afectado psicológicamente y no se me puede alterar....de todas formas ya podía usted haberme avisado con menos entusiasmo, caray....
-Vera, lo que yo quiero es salir de este planeta. ¿Como puedo volver a mi mundo? ¿Puedo volver a mi mundo?
-Bueno....¿eso era todo?- el director siguió con sus crucigramas. Le miro por encima de sus gafas de sol y contesto sereno:
-Siga leyendo.
-¿Que?
-Que sigas las líneas de este texto. Así de simple....es la magia de los guiones.
-¿Asi de sencillo?
-Lo pillas.
-Bueno....ya sigo leyendo....- Así lo hizo. Y veremos como Didier va de vuelta a su casa en su nave....Porque si.
Efectivamente has leído más y Didier controla ya la nave espacial rumbo a la tierra.
-¿Que hacemos aquí? no me dejaste abandonada entre las dunas de un desierto azul?-Pregunto la máquina voladora....

-Cosas del guion....- respondio sereno el astronauta.
La nave descendía poco a poco. Abajo el cielo era cada vez mas azul. Se divisaba mucha gente y parecia
que se lo estaban pasando en grande.
-¿Donde estamos?- Pregunto Didier a la cápsula.
-En España. Esto es Pamplona y están en algo llamado « los sanfermines »....se trata de correr delante de los toros....menuda sandez.....- Sin embargo a la nave espacial le entro la curiosidad y se quedó suspendida justo encima de la plaza de toros a ver de qué iba todo aquello. En ese momento toreaba Juan, que así se llamaba el hijo de Didier. Su nombre artístico era « Juanito el de Burdeos » porque siempre vestía con una camisa de ese color.
-Es mi hijo!!- grito emocionado el joven piloto espacial . En ese momento un turista japonés miro hacia arriba para rascarse la parte delantera del cuello y se topo con aquel aparato. Se armo un revuelo de mil demonios. Ya nadie miraba el espectáculo sino que contemplaban la cápsula suspendida en el aire.
Didier se dio cuenta de que estaba chafándole la corrida a su propio hijo así que trato de quitarse Importancia descendiendo justo al centro de la plaza. Juanito comprendió que se trataba de su verdadero padre. ¿Como lo supo? Ah, es que su madre le envió un sms contándole lo o ocurrido en aquel planeta lejano.
-Mon père!! (que significa « mi padre » en francés)- dijo Juanito;
-¡¡Hijo mio!!- contesto el astronauta.
-¡¡Menudo dramón!!- dijo la nave siempre metiendo cizaña.
El joven torero tomo su capote y se coloco frente a la nave espacial retador.
-¿Este memo intenta torearme a mi?- protesto la cápsula- ¡Ahora vera! -La nave lo embistió veloz pero Juanito « el niño de Burdeos » lo esquivó con un pase magistral.
-¡¡¡Oooooooooole!!!!!- decía el publico.
La plaza gritaba entusiasmada por lo bien que toreaba el muchacho.
El toro, mientras tanto, viendo que no le hacían caso se sentó al lado de una turista alemana muy simpática.
-Tu ser toro español. ¡Olé!
-Si, soy un toro español y hoy parece que me salvo así que veré el espectáculo desde aquí que se esta « mas a gustito »....- La turista que comía un perrito caliente le ofreció y ambos comieron y charlaron muy animadamente.
En la arena continuaba un « mano a mano » entre Juanito de burdeos y la nave espacial.
Lo hizo tan bien que la afición trato de sacar a hombros al torero y a la nave pero como no cabían por la puerta grande, que no era tan grande, Juanito, animado por su padre, se agarro a la nave y salio colgado de ella entre vítores y palmas de los espectadores.
Viendo el éxito sin precedentes que había tenido Juanito, « el niño de Burdeos », todos los toreros mas famosos del mundo decidieron no estancarse y ponerse a la ultima moda en el mundo recién revolucionado de la tauromaquia.

Todos contrataron naves espaciales para las corridas. La NASA no daba abasto con tanto pedido. A partir de ese día todos los toreros que triunfaban en la arena no salían « a hombros » como antiguamente, sino que salían « colgados »
de sus respectivas naves.
Todos los toreros soñaban con « salir colgados »....



































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