Hoy, queridos amigos, vamos a centrarnos en el arroz. El arroz, ese gran desconocido….
-No será en Asia…
-Ni en los restaurantes chinos…
-Ni en mi cocina…Pero ahora dejadme a mí, por favor, intento concentrarme para dar una receta de arroz…-Yo les dije a mi microondas y mi mesita de salón, quienes me acompañan mucho de vez en cuando…
-O sea, mucha vida social no tienes…-Replicó mi frigorífico.
-¿Por qué no te callas?-Me enfurruñé yo.
-Frase muy monárquica.- Contestó el microondas. Pero yo seguí.
-El Arroz pertenece a la familia de las “Gramíneas”. Es el segundo alimento más consumido del mundo.
-¿Y cuál es el primero?
-Yo qué sé. En fin. El Arroz es originario del Asia tropical y de allí se extendió por toda Asia. Se cultiva desde el año siete mil antes de cristo en China.
-Pues qué viejo es…-Dijo el microondas.
-No es que sea viejo. Es que…se cultiva desde entonces.
-Ah, eso me tranquiliza.
-Llegó a Europa en el año ochocientos. A España llegó en el año ochocientos. Dicen que lo trajeron los árabes…
-¿Cómo las escuelas coránicas?-Pregunta la mesita. Que… yo no sé qué hace una mesita haciendo preguntas. Pero bueno. Así es mi vida. Surrealista.
-Como las escuelas coránicas…pero sin terroristas.- Contesté yo. Que yo no sé qué hago hablando con una mesita. Pero supongo que sigue el surrealismo.
-Vale.
-En la actualidad se cultiva en muchísimas partes del mundo. Pero el principal productor es China.
-Es Cool.
-No. es China. El Arroz contiene muchos Hidratos de Carbono. Pero no tiene muchas proteínas. Y tiene pocas calorías, casi nada de grasa.
-O sea, por eso tú estás tan flaca…-Se reía la mesita.
-Yo no estoy flaca. Estoy delgada.
-Vaya cosa…
-Déjame seguir. En fin….También es bueno cuando hay problemas gastrointestinales y en dietas de adelgazamiento.
-Lo que yo decía.
-Que no.
-P ´a ti la perra gorda.
-¿Me estás llamando gorda?-Yo caí en el juego.
-Te estás apartando de la temática.
-Es que me desconcentras…Bueno, vale. El Arroz contiene vitaminas E, PP, B1, B2.
-¿Y p´a qué son esas vitaminas?
-Yo qué sé.
-También contiene fósforo, hierro, potasio , calcio y aminoácidos, que tampoco sé qué son pero que suena bien.
-Pues vaya cutrez de información.
-Te vas callando.
-Por dicho.
-Se recomienda como antidiarreico, para problemas intestinales, gastrointestinales, diabetes, hipertensión, ayuda a eliminar líquidos, contra la obesidad, en enfermedades renales….
-O sea, que lo mismo vale para un roto que para un descosido.
-Casi. Existen más de cinco mil variedades de arroces en el mundo.
-Me cachis.
-Ya te digo. Pero las más conocidas son la variedad grano largo, como el basmati, de la india. El jazmín de Tailandia. La italiana ferranini de Italia. La bond de Estados Unidos…
-¿La bond…es la que come el “agente cero cero siete”…?
-Y yo qué sé. Está también la variedad de grano medio y la de grano corto. Aquí tenemos los júcar, bahía y bomba que son españoles.
-O sea, ¿que los españoles sois cortos? –Se reía el microondas. Claro él es de nacionalidad holandesa.
-Muy gracioso. Además los arroces tratados pueden dar lugar a los arroces integrales, a los de cocción rápida, vaporizados…
-Qué cosas.
-En España tienen denominación de origen el arroz de valencia. El que se utiliza para hacer paella. Ese plato típico que piden todos los turistas cuando acaban de bajar del avión y pisan suelo español. No se sabe por qué razón. Es una fuerza desconocida. Los científicos están investigándola.
-Pues …mejor que investiguen otras cosas.
-En la cocina se utiliza de muchísimas de formas. Como ensalada, como ingrediente de sopa, para la sagrada paella, como postre…
-Y también sirve para pasar la aspiradora, masajearte los hombros, cantarte rancheras y recitarte poesía.- El microondas añadió.
-Será un arroz especial ese.- Dijo la mesita.
-Sí. Pero centrémonos ahora en mi receta. Se llama “sinfonía erótica capicúa sobre una capa de nubes susurrantes abiertas a nuevas sensaciones”.
-Suena a muy sexual.
-Es que…es un poco como veo el sexo…
-¿Pero tú lo ves?
-Que te purguen…Yo quiero decir..como lo concibo.
-Pues hace siglos de eso.
-¿¿A que te echo de aquí??
-O sea, que es un arroz ausente. Como el sexo. Según tú.
-Tú no tienes ni idea.
-Corramos un tupido velo. Bien, cuéntanos tu forma de hacer tu arroz.
-Bien. En mi sartén paellera pongo un poquito de aceite de oliva con un ajito bien picadito. Para que le dé un cierto matiz. Con el fuego lento el ajo va tomando un colorcito dorado muy fashion. Yo lo remuevo lentamente para que recorra toda la base de la sartén. De fondo pongo una música de Joao Gilberto. No hay nada mejor que la bossa nova para acompañar este arroz.
-¿No sería mejor un buen vino?
-No. Yo lo acompaño con bossa nova. Tú haz lo que quieras. Es un arroz vegetariano. Los vegetarianos-budistas no tomamos alcohol.
-Tendrías que pensar en vivir un poco más. Todo tan saludable no debe ser saludable.
-Menuda paradoja. En fin…cuando ya se pueda sentir el cálido perfume del ajo mezclado con el aceite, le añado un pimiento verde picadito. Que lo voy mezclando también y moviendo en la sartén. Dos cucharaditas de guisantes.
-Los guisantes no los trocearás.
-No. Son ya muy pequeñitos. Sería demasiado trabajo. Los guisantes y los trocitos de pimiento se conocen y tienen una o dos sesiones de besos y abrazos. Con el aceite de oliva está todo muy sensual y lúdico. Entonces otros dos ingredientes llegan. Espárragos y alcachofas todo bien troceadito. Los echo también y se vuelven a conocer todos. Estos últimos elementos se transforman en el centro erótico de la sartén ya que tiene un poder afrodisíaco muy grande.
-¡No me digas!
-Sí. Y como especias le pongo azafrán. Un poquito. Azafrán ya que tiene propiedades estimulantes de las zonas erógenas. Pero cuidado con pasarte. Puede provocar la risa.
-Pues no está mal. Si no funciona el sexo, te partes de la risa.
-Es bueno, sí. También le pongo un poquito de vainilla.
-¿También es afrodisíaco?
-Sí. Va directamente al sistema nervioso central. Y estimula el deseo sexual.
-Qué fuerte.
-Un poquito de pimienta, también excitante…
-Pero ¿tú quieres comer…o …qué?
-Bueno…yo quiero dar una receta. Lo que se haga después no es cosa mía. Y no olvidemos un poco de sal. Claro está. Que no sé si es excitante, pero la ausencia de ella no es posible. Pero no mucha sal porque retiene líquidos. Y no es buena. Una pizquita.
-Oído cocina.
-Ahí estarán los ingredientes con el fuego lento, nada agresivo, al calorcito de la conversación, en el perfume de las especias, tocándose entre ellos, seduciéndose, atusándose, degustándose, gozando con todo lo que se les presenta.
-Qué inmoralidad…-El microondas comenta.
-No seas puritano. Es muy poético. Bueno, luego le echo unas uvas pasas, un puñadito de cacahuetes, otro puñadito de almendras.
-Las almendras induce a la pasión a la mujer.
-Es verdad.
-Menuda Babilonia en la sartén.
-No es para tanto. Todo removidito con cariño y paciencia cuando empieza a ponerse más caliente y hacer ruiditos de casi ebullición, viene el protagonista que ha estado ahí esperando en una tacita muy bonita de colorines. Le echo el arroz y la misma cantidad de agua y un poquito más. Lo muevo todo. Pero sólo hay que moverlo una vez con la cuchara de palo. Ahora el arroz se vuelve el dueño y señor de la sartén. El que pondrá orden entre los espárragos y alcachofas. O será también seducido por estos. No se sabe. Todo esto mezclado toma su tiempo hasta llegar a la ebullición también. Pero tiene que ser una ebullición dulce y sensual. Entonces tapo la sartén con el “tapa sartén” también llamado tapadera. Hay que dejar intimidad a los ingredientes. Que tienen sus derechos. Y así lo dejo todo durante veinte minutos.
-Y durante ese tiempo….
-Pues hay varias opciones. Puedes simplemente sentarte y tomar un vaso de zumo, puedes leer el periódico, puedes no hacer nada…
-Muy práctico.
-Después de esos veinte minutos apago el fuego. Y lo dejo todo que se asiente. Y se cocine en su propio jugo. En su olor. En su excitación. Pasados treinta minutos más…el arroz estará listo para ser servido. Degustado. Experimentado y comido.
-¿Y eso es todo?
-Claro. Disfrutad.
"No hay amor más sincero que el amor a la comida."
Autor: Bernard Shaw
-No será en Asia…
-Ni en los restaurantes chinos…
-Ni en mi cocina…Pero ahora dejadme a mí, por favor, intento concentrarme para dar una receta de arroz…-Yo les dije a mi microondas y mi mesita de salón, quienes me acompañan mucho de vez en cuando…
-O sea, mucha vida social no tienes…-Replicó mi frigorífico.
-¿Por qué no te callas?-Me enfurruñé yo.
-Frase muy monárquica.- Contestó el microondas. Pero yo seguí.
-El Arroz pertenece a la familia de las “Gramíneas”. Es el segundo alimento más consumido del mundo.
-¿Y cuál es el primero?
-Yo qué sé. En fin. El Arroz es originario del Asia tropical y de allí se extendió por toda Asia. Se cultiva desde el año siete mil antes de cristo en China.
-Pues qué viejo es…-Dijo el microondas.
-No es que sea viejo. Es que…se cultiva desde entonces.
-Ah, eso me tranquiliza.
-Llegó a Europa en el año ochocientos. A España llegó en el año ochocientos. Dicen que lo trajeron los árabes…
-¿Cómo las escuelas coránicas?-Pregunta la mesita. Que… yo no sé qué hace una mesita haciendo preguntas. Pero bueno. Así es mi vida. Surrealista.
-Como las escuelas coránicas…pero sin terroristas.- Contesté yo. Que yo no sé qué hago hablando con una mesita. Pero supongo que sigue el surrealismo.
-Vale.
-En la actualidad se cultiva en muchísimas partes del mundo. Pero el principal productor es China.
-Es Cool.
-No. es China. El Arroz contiene muchos Hidratos de Carbono. Pero no tiene muchas proteínas. Y tiene pocas calorías, casi nada de grasa.
-O sea, por eso tú estás tan flaca…-Se reía la mesita.
-Yo no estoy flaca. Estoy delgada.
-Vaya cosa…
-Déjame seguir. En fin….También es bueno cuando hay problemas gastrointestinales y en dietas de adelgazamiento.
-Lo que yo decía.
-Que no.
-P ´a ti la perra gorda.
-¿Me estás llamando gorda?-Yo caí en el juego.
-Te estás apartando de la temática.
-Es que me desconcentras…Bueno, vale. El Arroz contiene vitaminas E, PP, B1, B2.
-¿Y p´a qué son esas vitaminas?
-Yo qué sé.
-También contiene fósforo, hierro, potasio , calcio y aminoácidos, que tampoco sé qué son pero que suena bien.
-Pues vaya cutrez de información.
-Te vas callando.
-Por dicho.
-Se recomienda como antidiarreico, para problemas intestinales, gastrointestinales, diabetes, hipertensión, ayuda a eliminar líquidos, contra la obesidad, en enfermedades renales….
-O sea, que lo mismo vale para un roto que para un descosido.
-Casi. Existen más de cinco mil variedades de arroces en el mundo.
-Me cachis.
-Ya te digo. Pero las más conocidas son la variedad grano largo, como el basmati, de la india. El jazmín de Tailandia. La italiana ferranini de Italia. La bond de Estados Unidos…
-¿La bond…es la que come el “agente cero cero siete”…?
-Y yo qué sé. Está también la variedad de grano medio y la de grano corto. Aquí tenemos los júcar, bahía y bomba que son españoles.
-O sea, ¿que los españoles sois cortos? –Se reía el microondas. Claro él es de nacionalidad holandesa.
-Muy gracioso. Además los arroces tratados pueden dar lugar a los arroces integrales, a los de cocción rápida, vaporizados…
-Qué cosas.
-En España tienen denominación de origen el arroz de valencia. El que se utiliza para hacer paella. Ese plato típico que piden todos los turistas cuando acaban de bajar del avión y pisan suelo español. No se sabe por qué razón. Es una fuerza desconocida. Los científicos están investigándola.
-Pues …mejor que investiguen otras cosas.
-En la cocina se utiliza de muchísimas de formas. Como ensalada, como ingrediente de sopa, para la sagrada paella, como postre…
-Y también sirve para pasar la aspiradora, masajearte los hombros, cantarte rancheras y recitarte poesía.- El microondas añadió.
-Será un arroz especial ese.- Dijo la mesita.
-Sí. Pero centrémonos ahora en mi receta. Se llama “sinfonía erótica capicúa sobre una capa de nubes susurrantes abiertas a nuevas sensaciones”.
-Suena a muy sexual.
-Es que…es un poco como veo el sexo…
-¿Pero tú lo ves?
-Que te purguen…Yo quiero decir..como lo concibo.
-Pues hace siglos de eso.
-¿¿A que te echo de aquí??
-O sea, que es un arroz ausente. Como el sexo. Según tú.
-Tú no tienes ni idea.
-Corramos un tupido velo. Bien, cuéntanos tu forma de hacer tu arroz.
-Bien. En mi sartén paellera pongo un poquito de aceite de oliva con un ajito bien picadito. Para que le dé un cierto matiz. Con el fuego lento el ajo va tomando un colorcito dorado muy fashion. Yo lo remuevo lentamente para que recorra toda la base de la sartén. De fondo pongo una música de Joao Gilberto. No hay nada mejor que la bossa nova para acompañar este arroz.
-¿No sería mejor un buen vino?
-No. Yo lo acompaño con bossa nova. Tú haz lo que quieras. Es un arroz vegetariano. Los vegetarianos-budistas no tomamos alcohol.
-Tendrías que pensar en vivir un poco más. Todo tan saludable no debe ser saludable.
-Menuda paradoja. En fin…cuando ya se pueda sentir el cálido perfume del ajo mezclado con el aceite, le añado un pimiento verde picadito. Que lo voy mezclando también y moviendo en la sartén. Dos cucharaditas de guisantes.
-Los guisantes no los trocearás.
-No. Son ya muy pequeñitos. Sería demasiado trabajo. Los guisantes y los trocitos de pimiento se conocen y tienen una o dos sesiones de besos y abrazos. Con el aceite de oliva está todo muy sensual y lúdico. Entonces otros dos ingredientes llegan. Espárragos y alcachofas todo bien troceadito. Los echo también y se vuelven a conocer todos. Estos últimos elementos se transforman en el centro erótico de la sartén ya que tiene un poder afrodisíaco muy grande.
-¡No me digas!
-Sí. Y como especias le pongo azafrán. Un poquito. Azafrán ya que tiene propiedades estimulantes de las zonas erógenas. Pero cuidado con pasarte. Puede provocar la risa.
-Pues no está mal. Si no funciona el sexo, te partes de la risa.
-Es bueno, sí. También le pongo un poquito de vainilla.
-¿También es afrodisíaco?
-Sí. Va directamente al sistema nervioso central. Y estimula el deseo sexual.
-Qué fuerte.
-Un poquito de pimienta, también excitante…
-Pero ¿tú quieres comer…o …qué?
-Bueno…yo quiero dar una receta. Lo que se haga después no es cosa mía. Y no olvidemos un poco de sal. Claro está. Que no sé si es excitante, pero la ausencia de ella no es posible. Pero no mucha sal porque retiene líquidos. Y no es buena. Una pizquita.
-Oído cocina.
-Ahí estarán los ingredientes con el fuego lento, nada agresivo, al calorcito de la conversación, en el perfume de las especias, tocándose entre ellos, seduciéndose, atusándose, degustándose, gozando con todo lo que se les presenta.
-Qué inmoralidad…-El microondas comenta.
-No seas puritano. Es muy poético. Bueno, luego le echo unas uvas pasas, un puñadito de cacahuetes, otro puñadito de almendras.
-Las almendras induce a la pasión a la mujer.
-Es verdad.
-Menuda Babilonia en la sartén.
-No es para tanto. Todo removidito con cariño y paciencia cuando empieza a ponerse más caliente y hacer ruiditos de casi ebullición, viene el protagonista que ha estado ahí esperando en una tacita muy bonita de colorines. Le echo el arroz y la misma cantidad de agua y un poquito más. Lo muevo todo. Pero sólo hay que moverlo una vez con la cuchara de palo. Ahora el arroz se vuelve el dueño y señor de la sartén. El que pondrá orden entre los espárragos y alcachofas. O será también seducido por estos. No se sabe. Todo esto mezclado toma su tiempo hasta llegar a la ebullición también. Pero tiene que ser una ebullición dulce y sensual. Entonces tapo la sartén con el “tapa sartén” también llamado tapadera. Hay que dejar intimidad a los ingredientes. Que tienen sus derechos. Y así lo dejo todo durante veinte minutos.
-Y durante ese tiempo….
-Pues hay varias opciones. Puedes simplemente sentarte y tomar un vaso de zumo, puedes leer el periódico, puedes no hacer nada…
-Muy práctico.
-Después de esos veinte minutos apago el fuego. Y lo dejo todo que se asiente. Y se cocine en su propio jugo. En su olor. En su excitación. Pasados treinta minutos más…el arroz estará listo para ser servido. Degustado. Experimentado y comido.
-¿Y eso es todo?
-Claro. Disfrutad.
"No hay amor más sincero que el amor a la comida."
Autor: Bernard Shaw
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