BIENVENIDOS AL OLIMPO

miércoles, 9 de abril de 2008

LA COCINA DEL OLIMPO-CROQUETAS MY WAY


Recetas de croquetas vegetarianas “my way”

Hoy queridos lectores vamos a estrenar una nueva sección en el blog. Se llamará "La cocina del Olimpo". No podía ser de otra forma.

Hablaremos de cocina. De recetas. Porque hay que comer, n´est ce pas? como dicen los franceses...
Os presento uno de mis platos favoritos. Y mi forma de hacerlo.
Dada mi condición de vegetariana, los platos que os escribiré serán vegetarianos, claro está. Bueno, algunos no. Depende del momento.
Espero que os guste.

Para hacer las croquetas (también llamadas “cocretas”…) se necesitan los siguientes ingredientes:

-Estar lo suficientemente aburrida como para querer hacerlas.
-¿Seguro que no hay nada más para hacer?
-Tener muchas verduras de todas clases en el frigo. En mi caso es ya harto difícil que el frigorífico esté lleno de algo. O sea, para mí es un hecho insólito. Como encontrar un unicornio o un billete de 500 euros. ¿Hay de esos?
-Frutos secos. O cosas exóticas que se tengan. Pero que sirva para comer. No vale un souvenir traído de Brasil.
-Harina, esa cosa blanca que yo casi no uso pero …
-Huevos…esos que hay que tener a veces para echar coraje a la vida. Pero yo me refiero a los que nos dejan las gallinas. Si son de gallinas. Supongo que si tenemos huevos de pato, usaremos huevos de pato. No lo sé, nunca los he probado.
-Leche…de vaca. No puede ser de otra cosa. Bueno, sí. De cabra. Pero …no sé si hay cabras por aquí. En mi trabajo hay gente que “está como una”. Yo misma lo estoy. Pero no es lo mismo.

Cómo se hacen.

Pues muy sencillo. Primero yo voy al frigorífico y saco todas las verduras. Las pongo junto al agua para lavar y las lavo una a una. Con cariño y diversión. Eso es fundamental. Calabacines, las berenjenas, zanahorias, pimientos, tomates, guisantes, espinacas….todo lo que tengas y quieras mezclar.

Bueno, los guisantes no hay que lavarlos uno por uno…yo los tengo normalmente en una cosa que se llama “latadeguisantes”.
Cuando las verduras están todas lavaditas y se han conocido bien, se las corta a pedacitos. A ellas no les molesta. Saben que todo eso forma parte del círculo kármico. Que van a una reencarnación. Se reencarnarán en algo para comer.

Todas lavaditas y hechas pedacitos yo las meto en la olla rápida. Porque somos ciudadanos de hoy…tenemos poco tiempo…. Nada de fuego lento ni gaitas. Rápido y ahorrando energía.
En la olla he puesto antes un poquito de aceite, algo de sal, hiervas provenzales, finas hiervas, (que no sé cuál es la diferencia, no voy a ponerme a leer los frasquitos… a estas alturas…ya os he dicho que tengo poco tiempo, pero como tienen nombres diferentes…supongo que son diferentes. Pero no tengo idea.) y a veces un poquito de perejil. A veces pongo un poco de curry para imaginar que estoy en la India. No caerá esa breva.
Al aceite calentito le echo los pedacitos de la verdurita todo poquito a poquito. Y con tantos diminutivos no sé si estoy escribiendo una recetita o soy un personajito de un cuentecito para niñitos de una guardería. En fin. Vale.
Muevo todo. Siempre cool. Relajada, zen, a qué huelen las nubes, be water my friend…
Le echo un chorrito del mejor brandy que tengan mis padres. A ellos no les importa. Como al fin y al cabo son ellos los que se comerán la mayoría de las croquetas, les pido un poco para echar. Yo no tengo. Soy amnésica, asmática, astémica…abstemia. Eso es.
Pongo unas pasas. También unas avellanas y cacahuetes. No mucho.
Lo muevo todo. Para que todos se conozcan, se cuenten sus hazañas y batallitas. Si tengo un poco de queso lo echo también. Y allí se quedan.

Cierro la olla. Cuando el pirindolito se pone a hacer ruido la apago. Y espero. Es el secreto de la olla de vapor última generación. Todo se cocina en su propio jugo. Con sus sustancias, sus secretos, sus idiosincrasias. Se ahorra el gas y se ahorra el que se ponga la cocina súper sucia. Vivan las ollas de última generación.
En una sartén aparte, pongo un poco de aceite y un poquitito de sal. Previamente he picado cebolla. Muy picadita y la echo en la sartén. Todo esto pasado más o menos una hora que es el tiempo de cocción. Abro la olla y con la “minipimi”….(el brazo para batir, batidora o como diablos se llame) trituro todo.
Le pongo un huevo también. Después cuando la cebolla está doradita echo los ingredientes de la olla en la sartén. Y lo voy mezclando. Le pongo un poco de leche. Y la harina …y ¡¡a trabajar la masa!! Con el fuego mínimo. La masa se trabaja hasta que haga chuuf chuuf chuuf…la masa. Y se pueda separar fácilmente de la sartén. Con una cuchara de palo. Esa que hay siempre en casa del herrero. Y dale que te pego moviendo y moviendo y chuuuf chuuuf….
Cuando todo esté bien trabajado y la masa sea una verdadera masa…se deja en la sartén.
En ese tiempo yo hago limpieza en la cocina. Me doy un baño, hago abdominales o salgo a verificar el estado del tiempo. El caso es hacer algo. También se puede no hacer nada. Me tumbo a la bartola. Raro en mí pero a veces necesario. Pones la tele y te enteras de los índices de popularidad de Zapatero y de la Pantoja. Para el caso es lo mismo.
Después vuelvo a la cocina. Y pongo la masa de la sartén en un recipiente más mono. Con florecitas y colorines. Por eso de lo estético. Y lo dejo tapadito. Ahí está la madre del cordero. La masa. El increíble Hulk ….
Lavo la sartén.
Vuelvo a mi vida normal. O sea, trabajar, y eso.
Al día siguiente o después de unas cuantas horas…viene el proceso de hacer las croquetas “propiamentedichas”.
Metes las manos en la masa…(de ahí el dicho “te agarré con las manos en la masa…”) y haces las bolitas alargadas. Cilíndricas. No sé si lo pillas. Es que redonda, serían albóndigas. Y para esas tengo otra receta.

Las susodichas croquetas se van poniendo en unas bandejitas. Tienen que quedar monas. Duritas y jugositas. Todas alineaditas. Una, otra, otra, otra….mmmmcachis…esto nunca se acaba….y otra…..
Cuando se termina, miro las bandejitas.
Ahí se siente la satisfacción del trabajo bien hecho. Voy al cajón de las medallas y me pongo una medalla. Para felicitarme a mí misma. Luego voy separando las que he preparado para mis padres, para Paulina, para María José, para mi hermana, para mí….
Me lavo las manos chiquicientas veces porque huelen a croquetas. Y …creo que ahí acaba la parte primera.
Si quiero algunas ya, pongo la sartén con su aceite. En un platito el huevo y en otro un poquito de harina. Para rebozarlas. Así después las echo en la sartén y sin esperar mucho tiempo las saco. Y ya están listas para comer.
Las que quiero congelar las congelo evidentemente. Y se pueden después echar directamente a la sartén sin previo rebozado. Depende del momento o de las ganas…también me gustan sin rebozar. Y se hacen rápidamente.
Y creo que no me he dejado nada en el tintero.
Voila mi receta.
Un abrazo. Paz y amor. Y croquetas.

Bon appetit.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La proxima vez podras indicarnos como tu haces los doumbweys? Por favorcito?

Anónimo dijo...

Jajajja Fosilera como me has hecho reir!!!! y el hambre que me has dado que no son ni las 9 de la mañana!!!! es genial la receta pena que esté de dieta porque los rebozados y los fritos como que lo tengo prohibido pero prometo hacerla en cuantito llegue a mi peso ideal. Un Abrazo. La Twist.

Anónimo dijo...

Jajaja me he reido un montón!! lástima que estoy a dieta y eso de los fritos y rebozados como que no... Pero en cuanto llegue a mi peso ideal me hago una ración de "cocretas" de las tuyas. Besos. Twistergat

Anónimo dijo...

MUY BUENO TODO!!!!!