Un bloque sólido, con individualidades de primer nivel, aunque sin el duende de su mejor tradición. La selección holandesa, más mecanizada que naranja, se presenta como el último escollo para que España paladee la gloria el domingo en el Soccer City. El equipo de Bert Van Marwijk cuenta con futbolistas muy verticales, sabe a lo que juega y apenas sufre atrás. Casi nadie les esperaba en la final, pero su gran momento anímico les convierte en un rival extraordinariamente peligroso.
Siempre te lo hace
Todos saben que arrancará desde ahí, que quebrará hacia dentro y buscará el disparo con la zurda. Al primer o al segundo palo. Todos conocen de sobra la jugada favorita de Arjen Robben, aunque nadie ha sido capaz de ponerle freno en lo que va de curso. Tanto en Múnich, donde deslumbró en la Champions, como en Sudáfrica, donde se ha confirmado como el futbolista más desequilibrante del mundo, sólo un escalón por debajo de Leo Messi. Baja en las dos primeras jornadas por una lesión en el muslo, calentó motores ante Camerún y nadie le hizo sombra en las eliminatorias. Ni Zavavnik, ni Bastos, ni Cáceres pudieron echarle el lazo. En cinco jornadas ha sufrido 12 faltas, una cada 22 minutos.
Dos veteranos y un portero
Boschker, el tercer portero, cumplirá 40 años el próximo octubre. Van der Sar, también de 39, renunció a los palos meses antes. Así que no quedó más remedio que dar paso a Maarten Stekelenburg, criado en el Ajax, autor de paradas decisivas ante Eslovaquia y Brasil.
Es uno de los recién llegados a un vestuario donde mandan Gio Van Bronckhorst (35 años) y Mark Van Bommel (33). Antes de tomar el avión hacia África, el lateral zurdo anunció que colgará las botas al término del Mundial. Ante España jugará su partido 106 con la camiseta naranja, el último, el más importante de su carrera. Quedará en el tercer escalón histórico, sólo por detrás de Frank de Boer (112 participaciones) y Edwin van der Sar (130).
Deberá frenar a Iniesta y sumarse alguna vez a campo rival, como el martes ante Uruguay, donde anotó uno de los goles más bellos del torneo. A su lado peleará cada pelota Van Bommel, una roca, uno de los mejores volantes recuperadores del momento. Se complica poco con el balón, pero mano a mano con De Jong, ha anclado a un equipo que apenas recibe ocasiones de peligro.
Al fin, convencidos
El aviso fue nítido, aunque nadie pareció hacerle caso. Bert van Marwijk dijo antes de tomar el avión hacia Sudáfrica que sólo pensaba en ganar el título. No bastaba con que Holanda se convirtiera de nuevo en la más bella de las derrotadas. Su trabajo tuvo un extraordinario componente psicológico.
Se trataba de convencer al vestuario de que esta vez sí era posible. Sus futbolistas, acostumbrados a los títulos con sus clubes, nunca se asomaron siquiera a una final con la camiseta naranja. Por eso, una vez más, dejó en un segundo plano el trabajo táctico para centrarse en la persuasión. Aunque las apariencias indiquen lo contrario, Van Marwijk no es un obseso de la pizarra. Además, tiene íntimos engarces con el vestuario. Sobre todo gracias a sus ayudantes, los ex barcelonistas Frank de Boer y Phillip Cocu.
El volante goleador
Massimo Moratti lleva una semana dando negativas. El Inter no vende, por mucho que se empeñen. De hecho, sería absurdo desprenderse del gran favorito para ganar el próximo Balón de Oro Fifa. Wesley Sneijder, ganador del triplete en Milán, es también el máximo anotador de este Mundial, con cinco goles.
Una cifra récord para un centrocampista desde los tiempos de Teófilo Cubillas, que firmó con la elástica peruana los mismos goles en Argentina 78. Y es que este minúsculo cerebro, sobre el que pivota todo el fútbol creativo de su selección, se ha citado siete veces con la red en los últimos ocho partidos de su selección. Y eso que esta temporada sólo había marcado ocho tantos en 41 compromisos con los 'neroazzurri'.
Su próximo reto pasa por superar a Villa. Si lo consigue, logrará otro hito, porque nunca en la historia un volante terminó como máximo anotador de un Mundial.
14 de 14
Todo comenzó el 10 de septiembre de 2008, en un escenario tan recóndito como el Filip II de Skojpe. Ante Macedonia sumó Holanda (1-2) la primera de sus 13 victorias consecutivas en partidos oficiales. Ocho en la clasificación, completada en los dobles duelos ante Islandia, Noruega y Escocia y las cinco de la fase final, ya en suelo sudafricano.
Una extraordinaria tacada, un hito que necesita de una muesca más en la final. En caso de victoria, la Oranje igualaría el récord histórico del Brasil del 70. Entonces, el grupo de Pelé, Tostao, Gerson y Rivelinho acumuló seis triunfos en la previa y otros seis en México.
http://www.elmundo.es/mundial/2010/2010/07/08/fasefinal/1278583683.html
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