"Es totalmente falso. Nunca he dicho que se entregaran sobres con dinero a Sarkozy". Donde dije digo, digo Diego. Así se resume la declaración ante la policía de la ex contable de la multimillonaria, Liliane Bettencourt, dueña de L'Oreal, después de que horas antes asegurara a un medio de comunicación que había visto como el presidente de Francia recibía sobres con dinero negro.La antigua contable relató a un medio de comunicación que la mujer más rica de Francia y una de las mayores fortunas del mundo entregaba sobres con dinero a diversos políticos de derecha, incluido el actual jefe del Estado cuando en los ‘90 era alcalde de Neuilly, la ciudad limítrofe con París, donde la multimillonaria tiene su palacete. Ahora niega haber dicho esto.Además, según informa el diario 'Le Monde', Claire Thibout también distorsiona otra de las revelaciones que hizo al medio online Mediapart. En la entrevista, Thibout aseguró que recibió órdenes de Bettencourt de retirar 150.000 euros para entregárselos al que por entonces era tesorero de Unión por un Movimiento Popular, partido de Sarkozy, y ahora ministro de Trabajo para financiar las presidenciales de 2007.
Sin embargo, ante los inspectores, la ex contable se mostró dubitativa, sin asegurar las fechas e incluso sin asegurar las cantidades. Además, la policía consultó el libro de cuentas de Thibout y comprobó que las anotaciones no coinciden con los datos de la entrevista de Mediapart.
Además, la ex contable afirma que las declaraciones hechas al medio online fueron tergiversadas y "noveladas". "Mediapart ha novelado mis palabras", ha explicado Thibout.
Sin embargo, Mediapart niega las acusaciones y asegura que las conversaciones fueron grabadas en dos partes, en presencia de un testigo diferente cada vez, y transcritas con "total precisión".
Por su parte, el ministro más salpicado por las revelaciones de Thibout, Eric Eric Woerth, ya ha presentado una demanda por "denuncias calumniosas".
El folletín de L'Oréal comenzó con el enfrentamiento entre Liliane Bettencourt, heredera del gigante de los cosméticos y la mujer más rica de Francia, y su hija Françoise, quien considera que su madre, de 87 años, está senil hasta el punto de dilapidar su herencia en beneficio de un fotógrafo playboy.Sin embargo, unas grabaciones de las conversaciones privadas de Bettencourt no sólo sugieren que la anciana parece tener algunos problemas de memoria, sino que implican al ministro Woerth en prácticas dudosas. Primero, porque su mujer trabajó en la gestión de la fortuna de la anciana, quien parece que ocultó bienes al fisco francés. Ahora habrá que demostrar si las acusaciones de la antigua contable son ciertas o es un punto negro más de este folletín.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/07/08/internacional/1278587450.html
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