EL GUSTO POR LOS INSECTOS EN TAILANDIA

EL GUSTO POR LOS INSECTOS

EN TAILANDIA

Las tribus del norte del país comen insectos desde siempre. Los más comunes son las libélulas, las cucarachas acuáticas gigantes y las larvas, habitualmente fritos.

Son tan populares que algunos grupos ecologistas reclaman protección para algunas especies amenazadas de extinción. Me resulta difícil imaginar a las cucarachas en peligro de extinción. Cuando a mí me dan tanto repeluco. Pero en fin…
Ahí tenéis los mercados y sus amables mercaderes…(claro, en un mercado suele haber mercaderes y no …congresistas…excepto que estén en campaña política.)
Podemos encontrar diferentes tipos de insectos. Algunos en pasta. Dicen que la pasta de insecto es muy nutritiva. Yo la única pasta que conocía era la pasta de dientes…pero bueno. O la pasta gansa, que es lo que cuesta todo.
Se pueden encontrar puestos con insectos frescos. Acaban de freírlos y te los ofrecen. Hormigas, larvas, lombrices, grillos, saltamontes, cucarachas de varias especies. En fin...un delirio para el paladar.

Curioso esto ya que con la crisis alimenticia en el mundo, sabemos que un grupo de tipos con batas blancas y de coeficiente intelectual chiquicientos mil, (científicos de la organización de alimentos y agricultura de la ONU) nos dicen que comer insectos por sus proteínas y minerales tan buenos para el cuerpo humano, podrían ayudar a mejorar la subsistencia de la humanidad.

En el mundo hay 113 países en donde comen insectos. Hay países que tienen insectos como gobernantes y políticos. No daremos nombres. Seguro que lo adivináis.

En fin, según estos científicos hay más de 1. 700 especiies de insectos comestibles para el ser humano. Se comenta incluso establecer granjas de insectos para afrontar la crisis alimenticia.
Otra nota curiosa es que en Tailandia, cuando los insecticidas no pueden controlar las langostas el gobierno anima a los campesinos a comerlas. Mira tú si serán prácticos. Además, no seamos tan tiquismiquis nosotros los occidentales. ¿No son los caracoles una comida exquisita para muchos ? Y para mí siempre han sido gusanos que llevaban la casa a cuestas. Y las afrodisíacas y carísimas ostras que se comen crudas ahí mientras se están retorciendo de dolor (o cosquillas, no lo sabré nunca bien) cuando le ponen el limón o la salsa esa por encima, y todavía vivas se las meten en la boca y las comen. Dicen que sin masticar. Un detalle para el pobre bicho.
Como vegetariana que soy, siempre respetando lo que coma mi vecino, estoy en contra de esto. Son animales. Los pobres. Tienen ojos. Y patas. Y su forma de ver la vida. Pero hay que comer. Así es la vida.
Que paséis un buen día.