La alcaldesa que forjó al PP valenciano

Rita Barberá, de los 24 años de alcaldesa en Valencia a senadora en el grupo mixto

Nacida en el seno de una familia burguesa en 1948, Rita Barberá irrumpió con fuerza en el panorama político valenciano en 1983, cuando, con tan sólo 35 años, consiguió su primera acta de diputada en las Cortes Valencianas. Entonces, pocos podían adivinar que su figura sería clave en el devenir del PP, un partido hasta la fecha incapaz de sacudir la influencia de la izquierda en el panorama político valenciano. Tras sufrir su primer revés con su candidatura a la presidencia de la Generalitat, los órganos directivos del partido en Valencia apostaron por que encabezara la lista de los populares para el Ayuntamiento de la tercera ciudad de España, donde parecía imposible destronar a los socialistas.
Fue desde allí, tras conquistar la Alcaldía en 1991, donde Rita Barberá logró forjar su figura de líder implacable y proyectar su imagen (y con ella, la del PP) no sólo en la Comunidad Valenciana sino también en todo el ámbito nacional. Incluso se ganó el 'título' de alcaldesa de España tras encadenar varias mayorías absolutas con resultados históricos en Valencia. Su creciente peso desde 1991 como alcaldesa, de hecho, cimentó el poder de los 'populares' en Valencia y abrieron el camino para que Eduardo Zaplana finalmente consiguiera arrebatar la Generalitat al PSOE.
Pese a las muchas luces que acompañaron el inicio de su mandato, la figura de Barberá entró en declive en su última legislatura. Sus traspiés (como el del caloret y los asuntos judiciales pendientes) y su imagen inflexible acabaron por liquidar el mito sobre su imbatibilidad en las urnas en 2015, cuando un pacto a tres bandas le arrebató una Alcaldía que había mantenido durante 24 años.
Su influencia en la política nacional le convirtió en senadora después de que hubiese coqueteado durante años incluso con un ministerio en el Gobierno de Aznar y en el de Rajoy. Un cargo, el de senadora, que mantuvo pese a que los asuntos judiciales que arrastraba desde Valencia le apartaron de la militancia del partido al que siempre fue leal, el PP.
Su irrupción en Madrid (acuciada por los tribunales), algo a lo que siempre fue reacia por su devoción por Valencia, acabó por apagar su estrella como referencia de los populares. Ayer, un día después de declarar ante el Tribunal Supremo por el pitufeo en el PP de la ciudad de Valencia, un infarto ponía fin a la historia de una de las mayores figuras de la política valenciana.

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