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domingo, 17 de abril de 2016

El número de muertos en Ecuador asciende a 238 tras el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el país

El número de muertos en Ecuador asciende a 238 tras el terremoto de magnitud 7,8 que sacudió el país

El número de muertos a causa del terremoto que sacudió este sábado Ecuador sigue aumentando según pasan las horas. Son ya 238 las víctimas mortales y hay al menos 1.557 heridos, según ha informado el vicepresidente del país, Jorge Glas. El seísmo de magnitud 7,8 en la escala de Richter azotó el norte de la región costera del país y también ha causado múltiples daños materiales que aún se evalúan. El Gobierno ha declarado el estado de excepción.
Glas, en una comparecencia ante los medios de comunicación, remarcó que la cifra de fallecidos podría aumentar debido a los daños generados en la zona del epicentro. Aseguró que la situación es particularmente "compleja" en el balneario costero de Pedernales, donde a los equipos de rescate y asistencia les ha sido difícil llegar.
El epicentro del seísmo, ocurrido a las 18.58, hora local (01.58, hora peninsular española), del sábado fue en el noroeste, entre las zonas de Cojimíes y Pedernales (Manabí) y se sintió en buena parte del país. En Quito, Guayaquil, Santo Domingo, Ibarra, Esmeraldas, entre otras ciudades. Los daños han sido graves en Portoviejo, Crucita, Pedernales, Tosagua, Manta, Muisne, y afectó en menor medida a Babahoyo, Quito y Guayaquil.
La mayoría de los fallecidos estaban en la zona del epicentro del terremoto, un área eminentemente turística, tanto para los ecuatorianos como para los turistas, reconocida por sus playas y su gastronomía, y por el avistamiento de ballenas jorobadas durante varios meses al año. Manabí es la tercera provincia en importancia económica en el Ecuador y ahí se encuentra Manta, uno de los puertos más grandes del país.
Las autoridades no descartan que la cifra de muertos ascienda, ya que, por ejemplo, en Pedernales, su alcalde, Gabriel Alcívar, informaba de que más de 30 hoteles habían sido destruidos y temía que muchos de sus clientes hubieran quedado atrapados. Además, también dijo que la destrucción de la ciudad era casi total, por lo que hacía un llamamiento para que las autoridades nacionales enviaran equipos de socorro y alimentos para los que tuvieron que dormir al aire libre.
Pocas horas después del terremoto, el Gobierno decretó la emergencia para las provincias costeras del país: Esmeraldas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, Guayas y Santo Domingo y el estado de excepción para todo el país. Debido a esa decisión, se ordenó que 4.600 policías y 10.000 militares acudan a las zonas de mayor devastación. Los primeros grupos salieron en las últimas horas del sábado, para ayudar con el rescate de las víctimas y brindar seguridad ante las denuncias que se hacían, a través de redes sociales y sistemas de mensajería instantánea, sobre intentos de saqueos especialmente en áreas de Manabí, en donde las pérdidas de los bienes no eran totales.
La fuerza pública también han controlado mercados y grandes superficies, para garantizar el suministro de comida y agua, así como para señalar las rutas a los que quisieran dejar ciudades como Portoviejo, cuyo centro quedó gravemente afectado.
El presidente Rafael Correa, quien se encontraba en El Vaticano, volvió de urgencia al país. Sus primeros mensajes, a través de su cuenta de la red social Twitter, fueron para pedir ánimo a la población. Su llegada estaba prevista para el final de la tarde. Según la información oficial, irá directamente a Manabí para recorrer las diferentes zonas.
Hasta el momento, el Gobierno ha anunciado que cuenta con 300 millones de dólares para atender la emergencia. Aunque aún no se han contabilizado los daños, se estima que serán varios miles de millones de dólares. Las obras de infraestructura más importantes (refinería, centrales hidroeléctricas, centrales multipropósito) no presentaban daños.
Los ofrecimientos de ayuda y los mensajes de solidaridad internacional fueron inmediatos. Las autoridades sobre todo solicitan personal de rescate y tiendas de campaña, debido a la época lluviosa, otra dificultad más para los afectados.
En Quito, Guayaquil, Cuenca e Ibarra, a través de las redes sociales, se organizaban colectas de alimentos y ropa, mientras que las autoridades recordaban constantemente que los ecuatorianos tengan listas sus mochilas de emergencia, ante cualquier réplica del terremoto. El Instituto Geofísico ha detectado 180. La más fuerte llegó a los 6,1 de intensidad.

Reacciones

Además, el vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas ha agradecido el "patriotismo y solidaridad" de "las fuerzas de seguridad, médicos y trabajadores" que se movilizaron para socorrer a las víctimas de esta tragedia.
Un agradecimiento que hizo extensible a "alcaldes y prefectos de todo el país que enviaron maquinaria y víveres, así como a empresarios que se solidarizaron".
"Ningún ecuatoriano está solo. Somos una nación fuerte, solidaria, que está unida y saldrá fortalecida de esta emergencia", manifestó Glas.
El vicepresidente ha recorrido las calles de la ciudad costera de Manta. "La prioridad es salvar vidas en este momento, atender a nuestros heridos, con mucha fuerza, con mucha unidad", dijo Glas, según relató la cuenta en la red social Twitter del portal oficial El Ciudadano.
Por su parte, el Papa Francisco, desde la Plaza de San Pedro para el rezo del Regina Coeli, no sólo ha recordado a los ciudadanos de Ecuador sino también a los de Japón, que han sufrido en pocas horas dos terremotos. "Que la ayuda de Dios y de los hermanos os dé fuerza y sustento", les ha deseado tras asegurar que "rezo mucho" por ellos.
La Unión Europea (UE) también ha mostrado su solidaridad. "Ecuador ha sido golpeado por un terremoto mortal que ha causado múltiples víctimas. Nuestros pensamientos están con las víctimas, sus familias y amigos, así como con todas las personas afectadas", expresaron la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini, y el comisario de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides.
El Gobierno español, que ha transmitido su solidaridad con los damnificados y ha lamentado las "consecuencias catastróficas", no tiene constancia por el momento de que algún ciudadano español haya resultado afectado aunque ha activado el Centro de Emergencias de la AECID con el fin de prestar ayuda de emergencia y los consulados de España en Quito y Guayaquil siguen en contacto con las autoridades locales para conocer la situación de la colectividad española.
También líderes latinoamericanos han expresado su solidaridad con Ecuador a través de las redes sociales. El secretario general de Unasur, Ernesto Samper, así como los presidentes de Colombia, Costa Rica, Perú, Panamá, Paraguay, México y Venezuela expresaron hoy en las redes sociales su apoyo.

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