Los signos de recuperación
Hay síntomas de que la recesión económica está tocando fondo. Algunos son tangibles, como el incremento de las exportaciones o la llegada de capital extranjero, y otros más etéreos, como el fichaje de Rodrigo Rato por el Santander.
Rodrigo Rato, en la salida a Bolsa de Bankia. | Afp
Empecemos por los segundos. Al calor de los informes que pronostican
un cambio de tendencia, han aterrizado en España grupos de inversión en
busca de negocio inmobiliario para regocijo del
Gobierno y de los editores del Telediario de La Primera. Pero, ¿qué
dicen realmente estos estudios? Pues básicamente que la economía ha dejado de destruir.
Los informes de la banca de inversión tienen una doble misión:
identificar a sus clientes los nichos de crecimiento potencial y, de
paso, crear el denominado sentimiento de mercado. Es decir, calentar el nido donde van a colocar los huevos. Podría parecer contradictorio que Morgan Stanley envíe a sus clientes un documento titulado Viva España en la misma semana que Standard and Poor's remite otro a los suyos (generalmente son los mismos) en el que prevé que el paro no baje del 26% hasta, al menos, 2015. Pero no lo es. Una cosa es la percepción de mercado para un hegde fund y otro para un albañil en paro de Carabanchel.
Tanto Morgan Stanley, como HSBC o JP Morgan, por citar algunos de los
que recientemente se han mostrado optimistas con la economía nacional,
sólo ponen de relieve que los activos que hay a la venta en España son baratos,
y que pueden ser atractivos para algún tipo de inversor de riesgo las
incertidumbres que genera todavía la economía española, como el posible
descontrol del déficit o la inestabilidad política. Nada más.
Ninguna casa de análisis ha elaborado todavía un informe que
pronostique un ritmo de crecimiento mayor al 1,5% en los próximos tres o
cuatro años. Pero ese periodo, que para un parado es una eternidad,
para un fondo de inversión es, simplemente, el medio plazo.
Un experto en el sector inmobiliario me asegura que, además de
adquirir algunas promociones y edificios, la mayoría de los fondos
extranjeros están comprando plataformas desde las que gestionar carteras más grandes cuando la economía se recupere. Es como si España fuese un solar, en el que los primeros promotores levantaran sus casetas de obra para vender sobre plano.
El problema es que el solar está lleno de edificios a medio derruir.
Foto: Antonio Heredia
El Banco de España reconocía en una nota del 2 de septiembre que el Estado tenía hasta provisionados 36.000 millones
en Esquemas de Protección de Activos de entidades en quiebra. Esto
quiere decir que cada vez que el Banco Sabadell, el BBVA o La Caixa
contabilizan una hipoteca fallida o venden a pérdida algún piso de la
CAM, Unimm o el Banco de Valencia, respectivamente, pasan entre el 75% y
el 80% de la factura al contribuyente. En el símil del solar, el coste de la excavadora lo paga todavía el albañil de Carabanchel.
Aun así, la entrada de capital de estos fondos, me aseguran, "es una buena noticia".
El otro indicador, intangible esta vez, de que las cosas están cambiando es la incorporación al Santander de Rodrigo Rato.
El ex presidente de Bankia no ocupará ningún puesto ejecutivo en el
banco que preside Emilio Botín, pero su fichaje evidencia que se ha
iniciado la rehabilitación pública de los elementos más sospechosos de
la crisis financiera española.
Pese a que César Alierta ya puso un sueldo al ex
vicepresidente del Gobierno hace nueve meses en Telefónica, el fichaje
por el Santander es mucho más llamativo si cabe. Perdón por las
redundancias pero, sin caer en mayores valoraciones, no deja de ser un banco el que ficha a un ex banquero imputado por cinco delitos financieros relacionados con su actividad bancaria.
El Santander no le ha costado un euro al Presupuesto público. Es más,
forzado por el Gobierno, ha tenido que hacer aportaciones al Sareb o al
Fondo de Garantía de Depósitos. Por tanto, la censura o no del fichaje
de Rato compete a sus accionistas. Pero la gestión de Rato sí que ha
penalizado a las arcas públicas, hasta el punto de que el presidente del
Gobierno lo consideró "el hombre que casi nos pone en la lona", en
referencia a que la caída de Bankia precipitó el rescate bancario español, según reveló mi compañero Carlos Segovia.
Segovia llama hoy la atención en la contraportada de Mercados acerca de la pasmosa pasividad de la Fiscalía
a la hora de interrogar a un testigo clave del caso Bankia. Puede que
sólo tuviera un mal día o puede que la Audiencia Nacional haya cogido un
atajo para archivar el caso. Pero lo que evidencia la recuperación de
Rato es que la seguridad social de los poderosos se ha activado de
nuevo, y ésta, como la de las pensiones, también está ajustada en cierta
medida al ciclo económico. Esto no hubiera sido posible hace un año.
http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/nodoycredito/2013/09/22/los-signos-de-recuperacion.html
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