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domingo, 29 de septiembre de 2013

Los indígenas en Argentina, con derecho pero sin título sobre sus tierras

Activistas indígenas participan en la vigilia en la Plaza de Mayo de Buenos Aires. | Efe

Los indígenas en Argentina, con derecho pero sin título sobre sus tierras

En Argentina, como en otros muchos países de América Latina, los territorios ancestrales de las comunidades indígenas siguen siendo una cuestión peliaguda. En su mayor parte, los pueblos aborígenes carecen de todo título legal sobre sus tierras; sin embargo, la Constitución Nacional argentina garantiza su derecho desde la reforma de 1994. Ocurre que, 20 años después, ese derecho constitucional no ha derivado en garantías jurídicas claras.
La esperada ley llegaba en 2006: se trataba de la Ley 26.610 que ordenaba la realización de un relevamiento técnico-jurídico-catastral de la situación de las tierras ocupadas por las comunidades indígenas. Mientras el Ministerio de Desarrollo Social avanzaba en la regularización de esos territorios, la normativa ofrecía una garantía adicional a los pueblos indígenas: afirmaba un estado de emergencia por el cual prohibía la ejecución de sentencias o actos administrativos que conllevasen desalojo o desocupación de esos territorios.
En 2009, el Congreso de los Diputados aprobó una prórroga de esa suspensión de los desalojos, dado que muy poco se había avanzado en el relevamiento; cuatro años después, la cámara ha decidido por unanimidad extender hasta 2017 la vigencia de esa situación de emergencia.
Es una buena noticia para los pueblos indígenas, pues les da una garantía legal de que no podrán ser desalojados, pero es también un reconocimiento tácito de la incapacidad del Estado, o de la falta de voluntad política, para llevar a cabo el relevamiento de estos territorios.
Por eso la directora de Amnistía Internacional (AI) Argentina, Mariela Belski, ha subrayado que esta prórroga "no es una concesión graciosa para que el Estado continúe posponiendo su obligación de cumplir cabalmente con los derechos de los pueblos originarios en Argentina".
AI recuerda que el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) es el órgano competente para realizar el relevamiento, y que "es poco lo que se ha avanzado" en estos ocho años de vigencia de la ley. Según datos del pasado mayo, el INADI ha mapeado apenas un 12% del territorio, pero ha consumido ya el 65% del presupuesto. Organizaciones indígenas que se reunieron el pasado junio en la Cumbre de Formosa acusaron a las instancias implicadas de malversación de fondos.

Titulación de tierras

Si bien el relevamiento del INAI será un instrumento muy valioso para el reconocimiento de la tenencia de tierras indígenas, la normativa "no incluye un procedimiento para la titulación y entrega efectiva a sus legítimos poseedores", como recuerda Belski. Hasta que eso no suceda, no se corregirá el problema de fondo que tantos abusos ha permitido en torno a las tierras indígenas.
Mientras tanto, y pese a la prohibición de los desalojos que garantiza la ley de 2006, varias comunidades indígenas en la Argentina vienen reportando "graves hechos de violencia e intimidación", según AI. La situación de irregularidad de la propiedad favorece el avance de intereses económicos, privados o estatales, que necesitan expulsar a los pueblos originarios. Así sucede con los Qom, en la provincia de Formosa, por la extensión de la frontera agraria que ha impulsado el 'boom' sojero.
También Naciones Unidas ha denunciado esta situación. El Consejo de Derechos Humanos de la ONU recomendó a la Argentina el año pasado "mejorar la situación de las minorías indígenas" y, en particular, expedir los títulos de propiedad sobre sus tierras ancestrales. En 2011, el Relator de la ONU sobre Pueblos Indígenas pidió al Estado que redoblase los esfuerzos para realizar el relevamiento territorial que prometía la ley de 2006.

Indio sin tierra no es indio

AI pone el dedo en la llaga al recordar que la tierra constituye "un elemento central de la cosmovisión cultural" de los pueblos originarios. Así lo expresa Félix Díaz, líder del pueblo Qom: "Los pueblos indígenas no miramos la tierra como comercio, sino que entendemos que es el sostén de la humanidad".
Como dicen con orgullo pueblos indígenas a lo largo de toda América Latina, "indio sin tierra no es indio". El viejo aforismo se refiere a la especial relación que los indígenas tienen con sus tierras ancestrales. El territorio no es un simple lugar de explotación económica: es la casa de los ancestros, el lugar de la Pachamama, las montañas, los cerros. Tiene un profundo significado cultural y sagrado.
Por eso, no entienden cómo la tierra se puede comprar o vender. Por eso, sostienen que no desistirán en la defensa de la tierra, pues, como proclama Félix Díaz, sin sus tierras los pueblos originarios están condenados a la desaparición.
 http://www.elmundo.es/america/2013/09/27/argentina/1380316236.html

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