CAPÍTULO 5º HOY AN y HOA LU
HOY AN Es una ciudad pequeña en la costa del mar de la china meridional. Fue un centro importante de comercio durante los siglos XVI Y XVII. Los japoneses se asentaron allí pero también había franceses y españoles, portugueses y holandeses. La ciudad se puede recorrer a pie y es muy agradable porque tiene bonitas casas coloniales de colores, se pueden ver muchas tiendas de artesanía, pagodas, templos en buen estado, cafés, restaurantes…En los alrededores se ven muchos campos de arroz y bonitos. Es famoso el puente cubierto japonés. Lo construyó la comunidad japonesa de ahí. El puente tiene un techo y así uno se protege de la lluvia y del sol y de lo que uno se tenga que proteger. El alma de la ciudad es el río Thu Bon. Fue quien trajo a los comerciantes chinos, holandeses, japoneses y de otras nacionalidades con sedas, especias y joyas. Hoy hay barcos de madera que trasladan a la gente a las islas cercanas. Y los pescadores siguen pescando. En las orillas del río te encuentras con restaurantes y cafés muy agradables para comer algo, descansar o beber un té. Por el río se puede ir a una aldea especializada en la carpintería.
Hoa Lu es otra ciudad. Llegó a ser la capital de Vietnam hace mil años. Fue destruida en parte. Había templos y el palacio del rey. Está el templo de Dinh. Está también la aldea de Van Lam en donde se embarca en canoas a remos para recorrer las cuevas y paisajes muy bonitos. Se van viendo los campos de arroz y las piedras caprichosamente colocadas por la naturaleza. Esta zona es también llamada “la bahía de Halong seca”. Siempre se encuentran barquitas que te ofrecen recuerdos y cosas. Y casas flotantes.
“Encontré el Olimpo bajo mi cama” es un libro que presenta a la mitología griega bajo un punto de vista cercano. “Muchas veces ayudó una broma donde la seriedad solía oponer resistencia”, decía Platón. La novela va dirigida tanto a personas jóvenes como a personas adultas. Es para aficionados a la mitología y a quienes nunca la comprendieron. Para amantes de la literatura como para apasionados del humor. Sara González Villegas.
BIENVENIDOS AL OLIMPO
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