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domingo, 21 de febrero de 2010

MADEIRA, INUNDACIONES

INUNDACIONES

La paradisiaca isla portuguesa de Madeira ha quedado destrozada por las riadas que tuvieron lugar el sábado. Por el momento, esta catástrofe ha provocado la muerte al menos de 42 personas y deja ya 120 heridos.
No obstante, los equipos de rescate aún temen encontrar cadáveres en los vehículos y casas enterradas bajo toneladas de lodo, ya que el temporal ha provocado corrimientos de tierra fatales.
Además, hay un número sin determinar de desaparecidos, más de 250 personas han sido evacuadas y todavía no han sido identificados todos los cadáveres.
Algunas de las zonas más turísticas de la bahía de Funchal, la capital del archipiélago, son auténticos barrizales, mientras las autoridades se afanan por despejar calles y carreteras de los escombros arrastrados con violencia por las laderas en las que se asienta buena parte de la ciudad.
Muchas lugares inaccesibles
Entre las viviendas y automóviles destrozados, los bomberos han encontrado ya los cuerpos de 17 de las víctimas mortales, pero aún no han podido acceder a muchas localidades de la periferia de la ciudad, donde las carreteras, el teléfono y la energía eléctrica fueron barridas por la fuerza de las aguas junto a casas enteras.
El responsable de Asuntos Sociales del Gobierno regional, Francisco Ramos, expresó este domingo a la prensa su temor de que el número de muertos suba a medida que los servicios de protección civil limpien zonas ahora cubiertas de barro y accedan a las partes altas de la ciudad más damnificadas. Desde Lisboa partieron en las últimas horas varios aviones y una fragata militar con ayuda médica y humanitaria, helicópteros, submarinistas para buscar cuerpos en la bahía de Funchal y especialistas de las fuerzas de orden con perros entrenados en la búsqueda de víctimas. El Gobierno ha desplazado también un equipo de médicos forenses para acelerar la identificación de los cadáveres y refuerzos de los efectivos de bomberos y protección civil del continente.
Trabajos de reconstrucción
Las Fuerzas Armadas lusas han empezado a preparar puentes militares para rehabilitar varias carreteras arrasadas por las riadas y el primer ministro portugués, José Sócrates, que viajó anoche a la isla, garantizó esta madrugada "toda la ayuda que el Gobierno regional necesite" para la recuperación de Madeira.
Entre la población de la región, de 260.000 habitantes y concentrada en un 90% en la isla que da nombre al archipiélago, se vivieron momentos de pánico durante las quince horas de lluvias torrenciales registradas el sábado.
Según las autoridades, uno de los problemas que vive ahora la ciudad es paradójicamente la falta de abastecimiento de agua potable por la destrucción de las infraestructuras de estos servicios.
Tampoco hay luz ni teléfono en muchas zonas de la isla, a las que los servicios de mantenimiento no pueden acceder porque han desaparecido cientos de metros de calles y carreteras.
El alcalde de Funchal, Miguel Albuquerque, declaró hoy que en las áreas más altas de la urbe la situación vivida el sábado fue "dantesca" y ahora una de las prioridades, además de asistir a las víctimas, es limpiar la ciudad y restaurar plenamente sus servicios.
Entre los concejos mas afectados por las inundaciones están los de Ribeira Brava y Santo Antonio, donde hay varios kilómetros de carretera completamente destruidos y casas que han quedado incomunicadas y al borde de un precipicio.
Pequeñas localidades de la parte sur de la isla, como Serra de Agua, Curral das Freiras, Calheta, Paul de Mar y Jardim do Mar, Serra d'Agua, Furna y Pomar da Rocha estaban aún este domingo por la mañana aisladas y las autoridades no tenían información de posibles víctimas entre sus habitantes.
Miguel Ferreira, director del hospital de Funchal, declaró que la respuesta de los servicios sanitarios de la isla, a los que acudieron un centenar de heridos, ha sido buena y no tienen en este momento dificultades.
Apoyo español
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha ofrecido la ayuda de España al primer ministro portugués, José Sócrates, para intentar paliar los efectos del temporal.
En su mensaje a Sócrates, el jefe del Ejecutivo se confiesa "conmovido" por los estragos causados por las inundaciones. Además, le traslada sus condolencias y las del pueblo español y le pide que haga extensible esa solidaridad a los damnificados y a sus familias.
"En momentos de tanto dolor, Madeira necesita de la solidaridad de todos, y sabes, primer ministro, que puedes contar con la ayuda de España para socorrer a las víctimas y devolver la normalidad a la isla", subraya Zapatero en su telegrama. Del mismo modo, expresa su deseo de una pronta recuperación de todos los heridos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/21/internacional/1266764771.html

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