DÍA DE LOS DIFUNTOS

Hoy, día 2 de Noviembre, se celebra el día de los difuntos. Como otras festividades religiosas, tiene ésta también su origen en ritos paganos. Los celtas que eran muy suyos, siempre tocando la gaita y con sus morriñas y tendencia a lo brujeril, tan adorable por otra parte, pensaban que el principio del invierno era una época oscura. La noche caía antes y todo eso. El primero de noviembre más o menos ellos iniciaban el año oscuro con la fiesta de los muertos.
Luego llegó San Odilon, un abad del monasterio de Cluny en Francia. Este santo varón decidió que el día 2 de noviembre sería la festividad de todos los fieles difuntos. Lo propuso a Roma, el papa dijo que por qué no. Que a los muertos se la repampinflaba de todas formas. Y que vale, que sí. De esta forma, vía faxes, via sms, e-mails…se extendió aquello a toda la comunidad cristiana.
-Mira tú, que ya tenemos un día.-Dijo un muerto a otro.
-¿Y p´a qué lo queremos?
-Pues no sé. Será un día festivo. Nos podremos levantar tarde.
-Pero si la hemos diñado…
-No me cortes el rollo…
Las civilizaciones prehispánicas de América, también pensaron en los muertos. Los misioneros españoles pensaron..
-Caray, ahí pensaba todo el mundo…
Bueno, decidieron que era una buena idea. Que si así se evangelizarían pues miel sobre hojuelas. Claro que en algunos casos los que acabaron adoptando los símbolos indígenas y sus religiones fueron los misioneros. Se ve que los indígenas eran mucho más enrollados. Que hacían fiestas más divertidas. Y que hacían el amor no sólo en la postura del misionero. Y les gustó.
De todas maneras, lo que se suele hacer es visitar los cementerios. Poner flores, rezar y eso. En cada país se hace de forma diferente. Pero se hace. En algunas comunidades indígenas de México creen que a algunos muertos se les da una visa especial para visitar a sus parientes vivos. Así que tal día como hoy se cree que los muertos vienen a visitarte. Y uno se prepara. Yo de hecho he limpiado todo. He preparado un plato especial por si alguno de los difuntos viene a verme. Nunca se sabe. En fin, que hay gente que va a los cementerios y pone allí chocolate, bollitos, dulces, salchichones, bocatas de calamares, ron y cocacola (en los casos en que el difunto se guste la priva…) En fin, de todo. he oído que en algunos sitios de Castila creen que los difuntos salen de sus tumbas la noche del 2 de noviembre y le dan collejas y pescozones a los vivos que están por ahí de juerga al aire libre. Es que en Castilla son así. En Galicia también está la tradición de la procesión de las ánimas. O sea que los muertos se ponen en fila y van por ahí caminando. Despacito. En Alicante se ponen velitas encendidas en las casas.
-¿Y pá qué quiero tantas velas? Estoy muerto, pero no ciego, qué caramba…-Refunfuña el difunto que se pasea.
En muchas partes de España se preparan cosas para comer. Huesos de santo y buñuelos. Postres de gachas. Castañas asadas. Rosquillas de anís. Y montones de cosas más.
-Antes con velas y ahora me atiborran a comida. Y yo que sigo una dieta baja en calorías….-Sigue refunfuñando el difunto que se pasea.
-Pues no lo comas.
-Pero está de muerte…
-Sobre todo p´a ti. Hihihihi.
De todas maneras es un recordatorio para las personas que se nos fueron. Ya sean de la familia, amigos, seres cercanos. O ya sean personas que se han ido y a las que hemos admirado. Que descansen en paz. Que lo más cierto que tiene la vida, es la muerte. ¿O no?