11. HEFESTO,
LA BELLEZA INTERIOR.
Zeus y Hera tuvieron a Hefesto. Pero cuando nació era enclenque y feo.
-¡¡Qué horror de niño!! Yo soy una diosa. ¡¡No puedo haber tenido esto!!
-¿Fumaste durante el embarazo, querida?- Preguntó Zeus.
-Si no me dieras tantos disgustos el niño hubiera nacido mejor. Además se parece a tu madre.- Respondió Hera.
-Pues lo que tú digas. Pero no olvides que mi madre es la misma que tu madre...- La respuesta de Zeus hizo montar en cólera a la diosa quien arrojó al bebé desde el monte Olimpo, al mar.
La diosa Tetis iba caminando con una nereida hablando de cómo se hacían los macarrones con tomate y de repente algo le cayó encima.
-¡¡Serán tarugos!!- Mirando hacia el cielo gritó- ¡¡No tiréis las basuras antes de las nueve!!
-Pero si es un niño...
-¡¡No fastidies!!...- A la diosa se le abrió el espíritu maternal y decidió cuidarlo.
-Lo instalaremos en la gruta que tengo para los fines de semana...- Y así lo hicieron. La diosa Tetis lo salvó y cuidó.
Lo instalaron en una gruta submarina muy bonita. Fueron observando que el niño era un mañoso, le compraron una fragua. Y se dedicó a hacer cosas.
Hacía de todo. Bricolaje todo el tiempo, diseñaba joyas, adornos y demás. Tetis estaba encantada con el niño.
Un día Hera encontró a Tetis en una fiesta. Todas diosas, todas bellísimas.
-Hola, Tetis. Qué collar tan bonito llevas. Nadie lleva una joya tan bella y original. ¿De Tifanys´s? - Quiso saber la esposa del dios padre.
-De Hefesto.
-¿Una joyería nueva?
-No. Tu hijo.
Tetis le dijo la verdad así que Hera se dio cuenta de que se había equivocado y llevó al niño de vuelta al Olimpo.
-Bienvenido a casa, guapetón. Tu madre está de los nervios. Ya la conocerás.- Decía Zeus.
-A mí no me eches la culpa. Ya lo estás poniendo en mi contra.
-Tranquila, querida.
-Que te den.- Respondía la diosa.
Para hacerse perdonar y resarcirse del complejo de culpa, Hera le instaló una fragua mucho mejor y le arregló el casamiento con la bella Afrodita.
-Lo de Afrodita fue idea mía.- Zeus le lanzó una mirada pillina.
Hefesto era feo y cojo. Podía caminar con muletas de oro. Tampoco su carácter era muy bueno. Sin embargo sus habilidades y creatividad hacían que fuera apreciado por muchos.
Se consagraba a inventar cosas, inclusos robots, microchips, windows 99, pisapapeles, y demás cachivaches.
Para los romanos, Hefesto era Vulcano.........(CONTINUARÁ)
-¡¡Qué horror de niño!! Yo soy una diosa. ¡¡No puedo haber tenido esto!!
-¿Fumaste durante el embarazo, querida?- Preguntó Zeus.
-Si no me dieras tantos disgustos el niño hubiera nacido mejor. Además se parece a tu madre.- Respondió Hera.
-Pues lo que tú digas. Pero no olvides que mi madre es la misma que tu madre...- La respuesta de Zeus hizo montar en cólera a la diosa quien arrojó al bebé desde el monte Olimpo, al mar.
La diosa Tetis iba caminando con una nereida hablando de cómo se hacían los macarrones con tomate y de repente algo le cayó encima.
-¡¡Serán tarugos!!- Mirando hacia el cielo gritó- ¡¡No tiréis las basuras antes de las nueve!!
-Pero si es un niño...
-¡¡No fastidies!!...- A la diosa se le abrió el espíritu maternal y decidió cuidarlo.
-Lo instalaremos en la gruta que tengo para los fines de semana...- Y así lo hicieron. La diosa Tetis lo salvó y cuidó.
Lo instalaron en una gruta submarina muy bonita. Fueron observando que el niño era un mañoso, le compraron una fragua. Y se dedicó a hacer cosas.
Hacía de todo. Bricolaje todo el tiempo, diseñaba joyas, adornos y demás. Tetis estaba encantada con el niño.
Un día Hera encontró a Tetis en una fiesta. Todas diosas, todas bellísimas.
-Hola, Tetis. Qué collar tan bonito llevas. Nadie lleva una joya tan bella y original. ¿De Tifanys´s? - Quiso saber la esposa del dios padre.
-De Hefesto.
-¿Una joyería nueva?
-No. Tu hijo.
Tetis le dijo la verdad así que Hera se dio cuenta de que se había equivocado y llevó al niño de vuelta al Olimpo.
-Bienvenido a casa, guapetón. Tu madre está de los nervios. Ya la conocerás.- Decía Zeus.
-A mí no me eches la culpa. Ya lo estás poniendo en mi contra.
-Tranquila, querida.
-Que te den.- Respondía la diosa.
Para hacerse perdonar y resarcirse del complejo de culpa, Hera le instaló una fragua mucho mejor y le arregló el casamiento con la bella Afrodita.
-Lo de Afrodita fue idea mía.- Zeus le lanzó una mirada pillina.
Hefesto era feo y cojo. Podía caminar con muletas de oro. Tampoco su carácter era muy bueno. Sin embargo sus habilidades y creatividad hacían que fuera apreciado por muchos.
Se consagraba a inventar cosas, inclusos robots, microchips, windows 99, pisapapeles, y demás cachivaches.
Para los romanos, Hefesto era Vulcano.........(CONTINUARÁ)
A SEGUIR EN EL LIBRO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario