
Policías y funcionarios públicos, involucrados en el 35% de las indagatorias por tortura en México
La unidad de la Fiscalía general especializada en casos de tortura recibió 2.086 averiguaciones previas en los primeros diez meses de entrar en funciones
Las modalidades de tortura van desde los golpes con puños, asfixia húmeda y seca, hasta patadas con botas, macanas y armas en diversas partes del cuerpo. Los insultos, amenazas, y humillaciones también forman parte de la perversa dinámica, así como las descargas eléctricas -generalmente en los genitales- hasta la desnudez forzada, y la tortura sexual, señala un informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentado a finales del año pasado. El organismo ha alertado que la falta de investigación de oficio de las denuncias de tortura es una de las causas que propician su repetición.
Tailyn, víctima de la brutalidad policial
Tailyn tuvo un aborto en las instalaciones de la Fiscalía General
después de haber sido sometida a fuertes palizas y abusos sexuales
durante horas. En febrero de 2014 un grupo de policías federales la sacó
de su casa a la fuerza sin mostrarle una orden de aprehensión. En su
testimonio a Amnistía Internacional contó que dos médicos la revisaron y
solo le entregaron unos trozos de toalla de papel para que se los
colocara en la ropa interior. Fue trasladada a una prisión federal en
Nayarit y cuatro días después le informaron que estaba acusada de
delincuencia organizada. Pese a que desde que pisó la prisión denunció
la tortura a la que fue sometida, dos años después aún estaba a la
espera de ser examinada por un médico forense.
Amnistía Internacional ha advertido sobre la poca disposición de las autoridades mexicanas para erradicar este problema. En un informe que presentó a mediados de este año se exponía que hasta 2014 sólo se había acusado formalmente a menos de cinco personas al año por esta práctica. Además desde 1991, sólo quince personas habían recibido sentencia condenatoria por este delito. "Cuesta creer el afán con que México encubre su crisis nacional. En lugar de intentar encubrir miles de casos de tortura y otros malos tratos, las autoridades deberían centrar sus energías en garantizar la erradicación definitiva de la tortura garantizando el enjuiciamiento de los responsables y reparaciones adecuadas a las víctimas”, se establecía en el documento.
Amnistía Internacional ha advertido sobre la poca disposición de las autoridades mexicanas para erradicar este problema. En un informe que presentó a mediados de este año se exponía que hasta 2014 sólo se había acusado formalmente a menos de cinco personas al año por esta práctica. Además desde 1991, sólo quince personas habían recibido sentencia condenatoria por este delito. "Cuesta creer el afán con que México encubre su crisis nacional. En lugar de intentar encubrir miles de casos de tortura y otros malos tratos, las autoridades deberían centrar sus energías en garantizar la erradicación definitiva de la tortura garantizando el enjuiciamiento de los responsables y reparaciones adecuadas a las víctimas”, se establecía en el documento.
En marzo de 2015 el relator especial de la ONU sobre la Tortura, Juan Méndez, aseguró que en México la tortura es generalizada. Al presentar las conclusiones del informe que revisa las fallas del sistema de seguridad mexicano, el enviado de las Naciones Unidas alertó que la tortura en el país se utiliza durante la detención de una persona con el objetivo de obtener confesiones sobre el crimen organizado. Las víctimas, según las denuncias recogidas en el escrito, suelen proceder de sectores pobres o marginales. El modo de operar indica que los captores -vestidos de civil y encapuchados- no suelen llevar una orden de aprehensión ni informan de los motivos de la captura. Se llevan a las personas por la fuerza y luego dan comienzo al martirio.
http://internacional.elpais.com/internacional/2016/11/17/mexico/1479339829_566069.html
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