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domingo, 30 de octubre de 2016

El jardín gallego que desafía la prohibición del Vaticano de esparcir las cenizas de los difuntos

El jardín gallego que desafía la prohibición del Vaticano de esparcir las cenizas de los difuntos

Este 1 de noviembre, como todos los Días de Difuntos, los cementerios de toda España se llenarán de ciudadanos dispuestos a visitar a sus muertos en nichos, tumbas, panteones o columbarios, pero hay un porcentaje cada vez mayor de españoles que no tiene un lugar al que ir a saludar a los suyos, aquellos que han optado por la incineración y posterior esparcimiento de las cenizas. Para poner fin a esa situación, y en plena polémica por la prohibición de la Iglesia Católica de esparcir los restos o guardarlos en casa, el Ayuntamiento de Pontevedra promueve un jardín para el "descanso eterno" de las cenizas.
El proyecto se ha bautizado como 'Volta á terra' -'Regreso a la tierra'- y habilitará una parcela de 5.800 metros cuadrados en el recinto del principal cementerio de Ponteveda, San Mauro, para que todos los ciudadanos que lo deseen puedan esparcir allí sus cenizas. Será un lugar que se someterá a un proceso de ajardinamiento y, además, contará con una construcción funeraria en la que poder realizar ceremonias y un muro en el que instalar placas con los datos de las personas cuyas cenizas se depositen allí.
Este nuevo jardín de esparcimiento está pensado tanto para católicos practicantes como para quienes opten por ceremonias civiles. La idea es que los ciudadanos cuenten con un lugar perfectamente ordenado y habilitado para elegir que, a su muerte, sus cenizas se esparzan en él y sus familiares un espacio al que ir a visitarle y, en el caso de los católicos, rezar.
El ayuntamiento es consciente de la polémica surgida en los últimos días a raíz de la instrucción vaticana sobre cómo conservar las cenizas de los difuntos, pero considera que su papel como administración no es valorar si será compatible con este nuevo jardín, sino que corresponde a cada particular hacerlo.
Para la Iglesia no está permitida "la dispersión de las cenizas en el aire, en la tierra o en el agua o en cualquier otra forma" y eso es precisamente lo que se realizará en este jardín, donde no se podrá enterrar los restos tras la incineración. Ante la posible incompatibilidad, la concejala responsable de Cementerios, Carmen Fouces, aclara que la Administración local hace su parte y "ofrece esta posibilidad con un lugar propio y adecuado para este tipo de cuestiones", pero si alguien opta por utilizarlo y quiere hacerlo según el rito católico, "es una cuestión particular de cada uno" hablar con la Iglesia y aclarar la situación.
La iniciativa, de la que ya hay precedentes en ciudades como Sevilla, Logroño o Vitoria, busca dar respuesta a la "importante demanda" de los vecinos. No constan datos oficiales del porcentaje de pontevedreses que optan por la incineración, pero, según cifras de la asociación de servicios funerarios de España, Panasef, en España son incinerados actualmente el 35% de los fallecidos, la mayoría en zonas urbanas.
Resulta sencillo concluir que en Pontevedra, como ciudad de mediano tamaño y vocación urbana, se reproducen los comportamientos del resto de España, donde, según la patronal de los servicios funerarios, "la tendencia" es que siga aumentando año a año el porcentaje de cremaciones y "en el año 2025 en nuestro país se realicen al 50/60% de los fallecidos". Además, el ayuntamiento ha detectado que en los últimos años ha bajado la demanda de adquisición de nichos en los cementerios municipales y en San Mauro, donde se promete este jardín, hay más de 200 pendientes de adjudicación.
Todavía no hay fecha concreta para que entre en funcionamiento, pero la concejala de Cementerios de Pontevedra, Carmen Fouces, adelantó que será cuestión de unos pocos meses y, en todo caso, estará todo listo antes del Día de Difuntos de 2017.
 http://www.elmundo.es/sociedad/2016/10/30/5815cdba268e3e41258b456c.html

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