Marc Márquez vence con Valentino Rossi tercero y sentencia el Mundial

Después de mantenerse en extensa discusión consigo mismo por los cálculos para ser campeón, Márquez entendió en los entrenamientos que puede dominar en algunos circuitos como en 2014, que puede ganar sin excesivas dificultades, y actuó en consecuencia. Pese a su mala salida desde la pole, en dos vueltas de puro nervio recuperó el liderato y, pese a un error que le llevó a la quinta posición, en el ecuador de la carrera ya se dirigía hacia la victoria. En ningún momento se preocupó por su agresividad, llegó a pedir perdón a Lorenzo por un adelantamiento, rebasó a Rossi justo en el primer despiste de éste, porque sabía que tenía margen para gestionarla. Su cuarta victoria de la temporada (su número 28 en MotoGP) llegó de forma irremediable, como otrora, y su éxito en el Mundial quedó confirmado: a falta de cuatro carreras, de 100 puntos, cuenta en el liderato con 52 puntos de ventaja, más que suficiente.
Habrá que recuperar aquella cuenta de récords de precocidad que se quedó estancada en sus celebraciones siendo aún un adolescente, tras su exorbitante llegada en 2013 a la categoría reina. Parece imposible en Motegi (necesitaría ganar, que Rossi no estuviera entre los 13 primeros y que Lorenzo no subiera al podio), pero si en Phillip Island, Motegi o Cheste se proclama por tercera vez campeón de MotoGP sería el más joven de siempre en conseguir ese hito. Algunos pilotos, como Wayne Rainey (32), Mick Doohan (31 años), Geoff Duke (31), Eddie Lawson (30), Kenny Roberts (29) e incluso Lorenzo (28) lo lograron cerca o por encima de la treintena; otros, como Giacomo Agostini (26), John Surtees (25), Mike Hailwood (24) o Rossi (24) lo firmaron bastante antes, pero nadie hasta el momento lo había completado a los 23 años, y sólo Rossi lo había conseguido en cuatro temporadas.
Un año después de la gran controversia, el italiano volvió a ver como se le escapaba su décimo campeonato (el octavo en MotoGP) en un ejercicio de imposibilidad. Pese a hacer casi todo bajo su control, sólo pudo acabar tercero. Después de una buena salida y del tempranero error de Márquez, cortó la escapada inicial de Maverick Viñales (que fue cuarto); intentó sin suerte que el piloto de Honda no le arrebatara el liderato; y, por último, probó con idéntico infortunio mantener la segunda plaza ante Lorenzo. Su compañero de queipo, que en la primera parte de la carrera cedió terrero, en la segunda parte se lanzó en remontada y, a falta de seis vueltas, le rebasó sin más. Pudo ser la batalla de todos los tiempos, la representación en la pista de la pelea que mantiene en las salas de prensa, pero Rossi lo impidió: en una curva se fue muy largo y al regresar, Lorenzo y el Mundial ya se habían marchado.
http://www.elmundo.es/deportes/2016/09/25/57e7cbcc46163fc85a8b4636.html
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