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domingo, 10 de abril de 2016

La factura fiscal de la Infanta en Panamá: 6.100 euros en 40 años

La Infanta Pilar de Borbón, en la inauguración de la última...

La factura fiscal de la Infanta en Panamá: 6.100 euros en 40 años


Al que fuera veterano director financiero del bufete Gómez-Acebo & Pombo, Conrado García Calleja, le provocaría risa cuando le mostraban cada año el impuesto que había que pagar por la entonces discretísima empresa de Pilar de Borbón y familia en Panamá. Como representante legal durante décadas en esa sociedad asumida en 1974 por Luis Gómez-Acebo, marido de la Infanta, era el que tenía que retratarse ante la Dirección General de Ingresos del Ministerio de Economía y Finanzas de Panamá y ordenar el pago de la durísima tasa anual a las sociedades anónimas, de nada menos que 300 balboas, 260 euros al cambio actual. Y eso desde 2005, porque el Gobierno panameño decidió aquel año endurecer la tasa y elevarla desde los 175 que, como media, había venido cobrando en las últimas décadas.
Eso era todo amigos, porque, como explica la consultora multinacional Deloitte a su clientes "Panamá opera un sistema fiscal con principio de territorialidad, en el que residentes y no residentes tributan sólo sobre ingresos obtenidos en Panamá. Los ingresos que no se generan o no se derivan de Panamá, no están sujetos a tributación". Impuesto cero de sociedades para todo no residente y, encima, en secreto, salvo que bufetes como Mossack Fonseca pierdan el control y estalle el escándalo de los llamados papeles de Panamá gracias al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación y revelado en España por El Confidencial y La Sexta.
Según la documentación del Registro Mercantil de Panamá -y a la que ha tenido acceso directo EL MUNDO- la única tributación que consta de Delantera Financiera es que pagó entre 1981 y 2013, 6.250 balboas. No aparece lo pagado previamente desde 1974, pero agregada la baja tasa anual de esos años, no superior a los 100 balboas, la empresa de la hermana del Rey emérito, Juan Carlos, ha tributado en 40 años unos 7.000 balboas en Panamá, 6.100 euros al cambio. Una media de 150 euros al año, lo cual, en efecto, es una cifra de risa para ejecutivos de un bufete de la dimensión y peso de Gómez-Acebo & Pombo. En los documentos no hay cuentas anuales ni el volumen de ingresos que llegó a mover esta sociedad durante tantas décadas.
Con esta mezcla de mini tributación y opacidad, no es de extrañar que Christie George Peters y Kathyn B. Delis se acercaran al notario el 20 de mayo de 1969 a montar Delantera Financiera. El objeto social era amplísimo: "En general, cualquier actividad comercial y/o industrial (...) e inversiones y fondos de inversión en cualquier parte del mundo". Ambos han montado cientos de empresas offshore así en Panamá y en esta ocasión lo hacían para Alexander Papamarkou, un millonario griego dueño de un fondo de inversión para grandes fortunas. Pilar de Borbón aseguró en su tardío comunicado del pasado miércoles que Papamarkou era amigo personal de su esposo y que le cedió la propiedad de Delantera Financiera en 1974.
Alecko no sólo era amigo de Luis Gómez-Acebo, también del Rey Juan Carlos, porque concedió al griego la Orden de Isabel la Católica, según presumía éste en su currículum. Una distinción que se concede en España para "premiar aquellos comportamientos extraordinarios de carácter civil, realizados por personas españolas y extranjeras, que redunden en beneficio de la Nación o que contribuyan, de modo relevante, a favorecer las relaciones de amistad y cooperación de la Nación Española con el resto de la Comunidad Internacional". ¿Qué hizo Papamarkou?
Volviendo a Pilar de Borbón, dice que ella y su esposo asumieron Delantera Financiera, porque Gómez-Acebo había sufrido un intento de secuestro de ETA y quería desarrollar "actividades profesionales alejadas de España". Cierto que la banda terrorista ha sido una tragedia, pero para irse fuera no hace falta ir a un país con tributación cero que todavía hoy el secretario general de la OCDE, Angel Gurría, califica de "último gran bastión" de la opacidad. Un miembro del Gobierno ZP admite que grandes empresas españolas presionaron para que Panamá -que amenzaba con retorsión- fuera retirada de la lista de paraísos fiscales y así se hizo, increíblemente, en 2011.
En ese año, la familia de Pilar de Borbón no sólo mantenía la sociedad, sino que uno de los hijos, Bruno Alejandro Gómez-Acebo y Borbón, administrador de empresas inmobiliarias en España y socio de una Sicav, se implicara desde 2006 en la gestión. Impresiona también ver en el Registro de Panamá cómo Bruno, García Calleja y Francisco Peña -nuevo jefe de Gómez-Acebo & Pombo en Lisboa tras larga carrera en Madrid- se reunían el 2 de junio de 2014 a las 12.00 horas para disolver la empresa panameña. Apenas 90 minutitos después de que Rajoy anunciara la abdicación del Rey. Su hermana asegura que cualquier vinculación de ambos hechos es "sencillamente errónea", pero sucede como con los mini impuestos de Panamá, que cuesta creerlo.

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