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domingo, 9 de noviembre de 2014

Rajoy ve antidemocrática la consulta y resta cualquier validez a los datos

Rajoy ve antidemocrática la consulta y resta cualquier validez a los datos

La Moncloa subraya que la consulta "no tiene efectos jurídicos"


El Gobierno cree que la consulta alternativa de hoy es "un ejercicio antidemocrático e inútil, que no tiene efectos jurídicos", según fuentes de La Moncloa. Mariano Rajoy ha querido minimizar en todo momento este "proceso participativo", al que no da ninguna validez; tanto que de momento el Gobierno no tiene previsto que comparezca nadie para valorarlo, aunque esta decisión podría cambiar. Rajoy sigue la jornada desde su despacho en La Moncloa y está "puntualmente informado", según estas fuentes.

Antes incluso de conocer los datos de participación, que de momento sitúan la afluencia en 1,2 millones de personas a las 13.00, el Ejecutivo ya advertía a través de estas fuentes al presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas, de que esta jornada no va a suponer "ninguna ventaja política" para él. Después de conocer la participación, el Gobierno insiste en que esos datos "no tienen ninguna validez" porque no hay manera de comprobarlos, al tratarse de un proceso sin garantías controlado por los independentistas, hasta el punto de que Oriol Junqueras, líder de ERC, presidía una mesa en Sant Vicenç dels Horts.
El Gobierno mantiene el enfoque inicial, centrado siempre en contestar a Mas y la Generalitat y casi nunca a los ciudadanos que se manifiestan, como ha sucedido en los últimos años, o que acuden al proceso participativo, como está sucediendo hoy. De hecho, el Ejecutivo ha decidido dejar votar libremente a los ciudadanos y no cerrar los colegios y locales públicos. No se ha forzado la máquina para evitar la imagen que más temía Rajoy y que seguramente hubiera dado la vuelta al mundo: ciudadanos intentando acceder a un colegio electoral y la policía impidiéndolo y llevándose las urnas. La fiscalía ha actuado para identificar a los responsables de la apertura de estos colegios, algo que ha asumido directamente la Generalitat, pero no ha ido más allá y no ha intentado cerrarlos o impedir su apertura.
En ese enfoque político centrado casi siempre en la figura de Mas, estas mismas fuentes de La Moncloa señalan que "la actitud y el comportamiento del presidente de la Generalitat en esta jornada dificulta mucho el futuro". Se refieren obviamente a las palabras del president en las que señalaba que si la Fiscalía busca "un responsable", es él.
Mas anima así a la fiscalía a denunciarle por desobediencia, como reclaman grupos políticos como UPyD que ya lo han hecho. Esa frase del Gobierno sobre la actitud de Mas apunta la posibilidad de que finalmente se tome la decisión de denunciar a Mas, aunque el mensaje político lanzado por Rajoy el sábado en Murcia es el contrario: "espero que a partir del lunes se recupere la cordura".
El presidente y su entorno insisten en que su voluntad es negociar a partir de mañana y aseguran que la negociación antes del 9-N era imposible, pero ahora se abre una fase en la que habrá intercambio de mensajes aunque con la posibilidad de que Mas decida finalmente convocar elecciones y eso impida de nuevo cualquier negociación. La actitud de Mas este 9-N, en el que ha insistido en que llamará a Rajoy pero para negociar la convocatoria de una "consulta definitiva", algo que el presidente rechaza de plano, es lo que "complica el futuro" de ese diálogo, según estas fuentes.
El Gobierno ha dejado que quien hable hoy con más claridad sea el PP. Esteban González Pons, su portavoz en el Parlamento Europeo, ha protagonizado una jornada en la que con el lema "no más muros" el PP ha utilizado el 25 aniversario de la caída del muro de Berlín para lanzar un mensaje contra los independentistas catalanes. En un acto en la calle Génova dominado por un ambiente de gran preocupación por la votación en Cataluña y caras muy largas, González Pons señaló: "Mientras gobierne el PP, nadie, ningún español se tendrá que ir de Cataluña. Hay 240 trozos del Muro de Berlín repartidos para que toda la tierra recuerde lo que no tiene que volver a suceder. Falta uno en el despacho de Artur Mas. Hay que preguntarse: ¿Artur más habría derribado el muro de Berlín? Hace 25 años vimos a miles de personas derribando el muro de Berlín. Hoy vemos a miles de personas en Cataluña que quieren construir otro. La historia camina a favor de los que derriban muros. Si es difícil imaginar a Berlín partido en dos, ¿cómo es posible imaginar un país como España partido en dos?".

 http://politica.elpais.com/politica/2014/11/09/actualidad/1415542190_680252.html

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