Los detenidos por pederastia en Granada evitan entrar en la cárcel
Tres de los sospechosos quedan en libertad provisional, y el cuarto bajo fianza
El padre Román paga la fianza de 10.000 euros que le impuso el magistrado
El juez de Instrucción número 4 de Granada, Antonio Moreno, decretó
este miércoles prisión eludible bajo una fianza de 10.000 euros (que ya
ha abonado) contra el sacerdote Román M., el jefe del clan imputado por supuestos abusos sexuales
contra el joven que envió al Papa una carta denunciando lo que había
sufrido entre los 13 y 18 años, cuando era monaguillo. Contra los otros
imputados (otros dos curas y un seglar), el juez acordó libertad con
cargos y para todos ellos la imposibilidad de acercarse a los dos
denunciantes. Los distintos delitos que se les imputan se refieren a la
libertad e indemnidad sexual.
Los cuatro detenidos han estado incomunicados desde el pasado lunes. El juez les otorgó abogados de oficio para evitar que se pusieran de acuerdo en sus declaraciones, ya que todos habían elegido al mismo letrado, Jesús Muriel. Según fuentes de las pesquisas, los imputados se declararon inocentes de los cargos que se les imputan, y que atribuyen a intereses espúreos por parte de los dos exmonaguillos de la parroquia de San Juan María de Vianney que les han denunciado. Uno de ellos es el joven que escribió al Papa, y que hoy tiene 24 años. El otro también es ya mayor de edad. Las medidas adoptadas por el juez coinciden básicamente con las pedidas por la fiscalía. La incomunicación entre los detenidos se ha levantado. Todos ellos deben comparecer cada 15 días en el juzgado.
El hecho de que las citadas medidas no hayan sido de mayor calado obedece, según fuentes de la investigación, a que los delitos investigados (abusos sexuales continuados sobre al menos dos menores de edad) ocurrieron hace años, lo que no significa, indican estos medios, que estén prescritos o haya dudas sobre su comisión. Los investigadores entienden que existe suficiente prueba contra los imputados —las dos personas que aseguran que fueron agredidas sexualmente— y entienden normal que los testimonios recabados entre una veintena de testigos de estas pesquisas hayan sido negativos. Interpretan que el resultado de la investigación se ha visto limitado por el hecho de que dos meses antes de que el juez se hiciese cargo del tema, el Arzobispado de Granada, por orden del papa Francisco, abrió una investigación sobre estos mismos hechos, con declaraciones de testigos e implicados, que ha podido asustar a otros posibles afectados y, además, pudo permitir que las declaraciones entre los investigados se amañaran.
El caso ha levantado desde hace una semana gran revuelo en Granada y especialmente en el barrio del Zaidín, donde el supuesto cabecilla oficiaba misa.
“¿Quién se iba a esperar esto?”, se preguntan algunas de las fieles en
las inmediaciones de la parroquia, que este miércoles amaneció con
pintadas con acusaciones de pedofilia y pederastia. Una antigua
catequista aseguraba que “no había visto nada” de los hechos que han
motivado la investigación, si bien detalló, como otros vecinos, que
habitualmente en el centro parroquial había mucha asistencia de menores
por la actividad de sus grupos de catequesis. “Sucios pederastas” y
“pedófilos” se podía leer en las pintadas que posteriormente fueron
eliminadas.
El caso comenzó por la denuncia de un joven, ante el Papa y en sede judicial, que había sufrido esos supuestos abusos sexuales cuando era menor. A esa ya se ha incorporado una segunda de un exmonaguillo que presentó el pasado lunes. En el marco de esta investigación, hay otras ocho personas que han declarado en sede policial y judicial. En el registro efectuado en un chalé de Pinos Genil, muy cerca de la capital granadina, la Policía se llevó varios ordenadores cuyos datos habían sido borrados.
Los cuatro detenidos han estado incomunicados desde el pasado lunes. El juez les otorgó abogados de oficio para evitar que se pusieran de acuerdo en sus declaraciones, ya que todos habían elegido al mismo letrado, Jesús Muriel. Según fuentes de las pesquisas, los imputados se declararon inocentes de los cargos que se les imputan, y que atribuyen a intereses espúreos por parte de los dos exmonaguillos de la parroquia de San Juan María de Vianney que les han denunciado. Uno de ellos es el joven que escribió al Papa, y que hoy tiene 24 años. El otro también es ya mayor de edad. Las medidas adoptadas por el juez coinciden básicamente con las pedidas por la fiscalía. La incomunicación entre los detenidos se ha levantado. Todos ellos deben comparecer cada 15 días en el juzgado.
El hecho de que las citadas medidas no hayan sido de mayor calado obedece, según fuentes de la investigación, a que los delitos investigados (abusos sexuales continuados sobre al menos dos menores de edad) ocurrieron hace años, lo que no significa, indican estos medios, que estén prescritos o haya dudas sobre su comisión. Los investigadores entienden que existe suficiente prueba contra los imputados —las dos personas que aseguran que fueron agredidas sexualmente— y entienden normal que los testimonios recabados entre una veintena de testigos de estas pesquisas hayan sido negativos. Interpretan que el resultado de la investigación se ha visto limitado por el hecho de que dos meses antes de que el juez se hiciese cargo del tema, el Arzobispado de Granada, por orden del papa Francisco, abrió una investigación sobre estos mismos hechos, con declaraciones de testigos e implicados, que ha podido asustar a otros posibles afectados y, además, pudo permitir que las declaraciones entre los investigados se amañaran.
"Sucios pederastas" y "pedófilos" se podía leer en las pintadas que posteriormente fueron eliminadas
El caso comenzó por la denuncia de un joven, ante el Papa y en sede judicial, que había sufrido esos supuestos abusos sexuales cuando era menor. A esa ya se ha incorporado una segunda de un exmonaguillo que presentó el pasado lunes. En el marco de esta investigación, hay otras ocho personas que han declarado en sede policial y judicial. En el registro efectuado en un chalé de Pinos Genil, muy cerca de la capital granadina, la Policía se llevó varios ordenadores cuyos datos habían sido borrados.
http://politica.elpais.com/politica/2014/11/26/actualidad/1416994786_381343.html
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