Las cepas hispanas del ébola

Iba a mandar este paper a 'The New England Journal of Medicine' pero, mientras afino la traducción, quiero compartir con mis amigos paseantes los últimos hallazgos científicos sobre el ébola hispano.
El último serotipo ha recibido el nombre de Black ébola y afecta a una reducida población de Madrid.
Concretamente a 86 individuos dedicados al pastoreo en las praderas denominadas Caja Madrid, unos predios hoy agostados. Una de sus herramientas de trabajo a la que llamaban Visa B o tarjeta Black, de ahí el nombre científico, y con la que recolectaban frutos del árbol cajero ha resultado ser altamente tóxica. El periodo de incubación ha sido mucho más largo que el de los cinco serotipos africanos de ébola pero la mortandad (política) está alcanzando los niveles más altos del Filoviridae, nombre de la familia vírica de los ébolas.
La Península Ibérica, por sus especiales condiciones físicas como lluvias intempestivas y torrenciales de dinero seguidas de sequías pronunciadas, la división en 17 tribus con estructuras endogámicas y la existencia de zonas de caza compartidas entre el Homo politicus y el mono constructor, se está convirtiendo en zona endémica de ébola.
En las áreas pantanosas del Levante español el ébola Gürtel y diversas mutaciones de éste han diezmado pueblos como las Cortes Valencianas, que ha perdido casi la quinta parte de su población nativa. El murciélago del ladrillo y el de las basuras han provocado brotes entre la población pepera. La transmisión parece acreditada a través de fluidos líquidos o incluso sólidos como bolsos o pelucos de lujo, amuletos con que se distinguían los principales brujos de la tribu.
Más al sur, en las marismas del Guadalquivir y en la misma Sevilla, el animal huésped ha sido el dinero público que, tras años de falta de higiene democrática, ha corrompido a la familia progresista, singularmente a la rama ugetista.
Los trabajos de la doctora Alaya permiten distinguir dos serotipos. El «R» (pronúnciese ere) se transmitía sin control desde las arcas de la Junta a sujetos en regulación de empleo, tribu entre la que parasitaban amiguetes, individuos consanguíneos y chupatintas varios. El ébola cursus se propagaba a través de las secreciones de fondos europeos que, en vez de abonar el terreno yermo de los postrados en el paro, acababan contaminando los bolsillos de los traficantes de alumnos invisibles. En los laboratorios de Bruselas se sigue con particular interés este brote al proceder el virus de su reservorio de fondos.
El medio de transmisión del serotipo nacional de ébola de Catalunya parecen ser los tejidos. La tela, vamos. Aunque muchos investigadores locales lo consideran autóctono y el método de transmisión es diferente al de Levante, la escuela científica de San Luis considera que la cepa es la misma: fluidos, manteca y unte a cambios de contratos.
Cierto es que el ébola nacional de Catalunya parece transmitirse de un modo más sofisticado. Un 3% de su carga vírica afecta a los partidos, singularmente el convergente, pero hasta otro 2% se disemina entre los principales machos locales, los Pujol, o -y esto está aún pendiente de confirmación empírica- entre los melómanos del Palau.
Antes del brote del ébola Black, la zona centro de la Meseta sufrió una erupción muy virulenta de ébola negro, así llamado porque el huésped viajaba en bolsas de basura desde el mono pagador al Homo recolector. La tribu de los génovas vivió días y noches de pánico negro a la espera de que apareciera la lista definitiva de los afectados por la hemorragia de sobres y sobresueldos.
Pero el doctor Plasma y su equipo médico de eminencias consiguió aislar en Soto del Real al paciente cero, de nombre Bárcenas, otrora escalador de montañas lejanas y navegante de las turbias aguas del lago de Ginebra.
La epidemia se ha dado por controlada con un nivel de mortandad bajísimo que los científicos observan con estupor. Ha provocado, sin embargo, mudez total en líderes antaño muy locuaces, efecto secundario que se suele dar en todos los tipos de ébola pero que es muy llamativo en este caso.
Para completar el cuadro clínico es de destacar la existencia de algunos supervivientes de la cepa Palmarena, un brote que se creía endémico de Mallorca. Las investigaciones del doctor Horrach aislaron con eficacia al huésped Matas pero aún no ha podido ser levantada la cuarentena que tiene partida a la familia de sangre azul por la potencialmente peligrosa carga vírica del infectado Iñaki.
Mi paper para The New England... termina con este diagnóstico sombrío: Fallo multiorgánico del sistema por «relajación generalizada de los procedimientos de control». Pronóstico crítico. El paciente ha sido encomendado a la doctora Santamaría. Sustituye a su colega la doctora Mato, un error humano de Mariano Rajoy. 

 http://www.elmundo.es/cronica/2014/10/12/54394df022601da80d8b457d.html?cid=MNOT23801&s_kw=las_cepas_hispanas_del_ebola