Una columna de ‘obreros’ intenta reconstruir el centro ocupado de Can Vies
Los activistas retiran escombros del edificio que se encuentra en un estado muy deteriorado
Más de 300 personas participan esta mañana activamente en la reconstrucción de Can Vies, el centro social 'okupa' cuyo desalojo ha provocado una oleada de disturbios en Barcelona.
La finca, en el barrio de Sants, fue vaciada el pasado lunes y
derribada (parcialmente) a las pocas horas. Los activistas pretenden
ahora volver a poner en pie parte de la estructura del edificio (muy
deteriorado) como una forma más de protesta por el desalojo de un centro
que ha acogido actividades sociales y culturales en los últimos 17
años.
La "reconstrucción" de Can Vies no es meramente simbólica. Es real. De pico y pala. A primera hora de la mañana, los defensores de Can Vies se han reunido en el antiguo recinto fabril de Can Batlló (en el mismo barrio) para preparar los trabajos. Una columna de obreros con cascos amarillos y material de construcción (pilones de acero, sacos de argamasa, carretillas) han avanzado por las calles de Sants versionando el 'Bella ciao' de los partisanos, y advirtiendo de que ni CiU ni el PSC (presente y pasado del gobierno municipal) van a expulsarles del barrio. Los cascos, ha recordado por megáfono un joven con el brazo derecho en cabestrillo, "hay que devolverlos al final de la jornada".
"Sí, sí, sí, Can Vies ya está aquí", ha gritado la columna de obreros al encarar la plaza de Sants a su llegada al edificio. En su estado actual, la finca tiene una enorme fuerza icónica: en la pared que queda en pie, una pintura con jóvenes participando en una manifestación y el lema "poder popular"; en el centro del solar, la máquina excavadora que fue pasto de las llamas durante la primera noche de disturbios (y que hoy mismo ha sido engalanada con plantas florales); y las montañas de escombros junto a parte del muro exterior que aún se mantiene firme.
De eso, de los escombros, es de lo que se han ocupado los activistas a partir de las 11 horas. Decenas de personas forman ahora un enorme pasillo humano que se pasa, mano en mano, las piedras de la demolición. La iniciativa está organizada al detalle: cada uno de los eslabones dispone de casco y guantes protectores; el último eslabón se encarga de trocear las.piedras con martillos.
Poco antes, un pequeño grupo de personas ("nuestros técnicos", según el chico del megáfono) han entrado en el solar tras retirar las vallas de protección y han analizado el estado del edificio. Según un informe de 1987, la finca se encontraba en un estado deplorable, lo que ponía en riesgo su seguridad. "Os pedimos que tengáis paciencia", insistía el portavoz, al tiempo que invitaba a los niños (al acto, que discurre en un ambiente lúdico-laboral, han acudido familias) a pintar un mural para colgarlo en la fachada.
Can Vies está ofreciendo esta mañana su cara amable y respondiendo al espíritu de Sants, un barrio de clase trabajadora. La policía no está interviniendo. Un par de agentes de la Guardia Urbana de Barcelona se han marchado del perímetro de la finca cuando ha llegado la marcha, lo que ha sido aplaudido por los activistas, que piden la "desmilitarización" (alusión a la presencia policial) del barrio. El control policial será inevitable esta tarde, pero en el centro de Barcelona, donde hay prevista una manifestación de apoyo a Can Vies.
La "reconstrucción" de Can Vies no es meramente simbólica. Es real. De pico y pala. A primera hora de la mañana, los defensores de Can Vies se han reunido en el antiguo recinto fabril de Can Batlló (en el mismo barrio) para preparar los trabajos. Una columna de obreros con cascos amarillos y material de construcción (pilones de acero, sacos de argamasa, carretillas) han avanzado por las calles de Sants versionando el 'Bella ciao' de los partisanos, y advirtiendo de que ni CiU ni el PSC (presente y pasado del gobierno municipal) van a expulsarles del barrio. Los cascos, ha recordado por megáfono un joven con el brazo derecho en cabestrillo, "hay que devolverlos al final de la jornada".
"Sí, sí, sí, Can Vies ya está aquí", ha gritado la columna de obreros al encarar la plaza de Sants a su llegada al edificio. En su estado actual, la finca tiene una enorme fuerza icónica: en la pared que queda en pie, una pintura con jóvenes participando en una manifestación y el lema "poder popular"; en el centro del solar, la máquina excavadora que fue pasto de las llamas durante la primera noche de disturbios (y que hoy mismo ha sido engalanada con plantas florales); y las montañas de escombros junto a parte del muro exterior que aún se mantiene firme.
De eso, de los escombros, es de lo que se han ocupado los activistas a partir de las 11 horas. Decenas de personas forman ahora un enorme pasillo humano que se pasa, mano en mano, las piedras de la demolición. La iniciativa está organizada al detalle: cada uno de los eslabones dispone de casco y guantes protectores; el último eslabón se encarga de trocear las.piedras con martillos.
Poco antes, un pequeño grupo de personas ("nuestros técnicos", según el chico del megáfono) han entrado en el solar tras retirar las vallas de protección y han analizado el estado del edificio. Según un informe de 1987, la finca se encontraba en un estado deplorable, lo que ponía en riesgo su seguridad. "Os pedimos que tengáis paciencia", insistía el portavoz, al tiempo que invitaba a los niños (al acto, que discurre en un ambiente lúdico-laboral, han acudido familias) a pintar un mural para colgarlo en la fachada.
Can Vies está ofreciendo esta mañana su cara amable y respondiendo al espíritu de Sants, un barrio de clase trabajadora. La policía no está interviniendo. Un par de agentes de la Guardia Urbana de Barcelona se han marchado del perímetro de la finca cuando ha llegado la marcha, lo que ha sido aplaudido por los activistas, que piden la "desmilitarización" (alusión a la presencia policial) del barrio. El control policial será inevitable esta tarde, pero en el centro de Barcelona, donde hay prevista una manifestación de apoyo a Can Vies.
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/05/31/catalunya/1401529589_201867.html
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