El Pentágono designa a un enviado especial para cerrar Guantánamo
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, ha anunciado la elección de Paul Lewis como "enviado especial para el cierre de Guantánamo", como parte de los renovados esfuerzos del gobierno de Barack Obama para cerrar la denostada prisión militar en una base en territorio cubano.
Así lo justificó el Pentágono en un comunicado, en el que afirmó que el nombramiento de Lewis "representa el compromiso del Departamento (de Defensa) para implementar la directiva del presidente para cerrar Guantánamo".
Entre sus tareas como enviado especial, puesto que ocupará el 1 de noviembre, Lewis deberá liderar los esfuerzos para facilitar los traslados de los detenidos en Guantánamo. Asimismo, tendrá que supervisar los esfuerzos para transferir a ciudadanos de otras nacionalidades actualmente detenidos por Estados Unidos en Afganistán, según informaciones oficiales del Pentágono.
Lewis trae a su nuevo puesto experiencia, entre otros, como asesor en el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, donde se encargaba específicamente de supervisar cuestiones relacionadas con Guantánamo.
Su nombramiento completa una parte de las medidas ejecutivas que ordenó Obama a finales de mayo como parte de un nuevo esfuerzo por cerrar Guantánamo.
En aquel entonces, ordenó el levantamiento de la moratoria de traspaso de detenidos en Guantánamo a Yemen, y a la par anunció que pediría a los Departamentos de Defensa y Estado el nombramiento de sendos enviados especiales encargados de "lograr la transferencia de detenidos a terceros países".
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, designó ya en junio a un experto legal y hombre de su confianza, Cliff Sloan, como su enviado especial para Guantánamo, y el anuncio de Hagel este martes completa el equipo de designados gubernamentales para esta tarea.
Nada más asumir la presidencia en 2009, Obama firmó una orden para cerrar Guantánamo en un año, una decisión mundialmente aplaudida. Pero las dificultades legales y la amplia oposición en Estados Unidos a juzgar y retener en territorio nacional a los presos en Guantánamo hicieron imposible el cumplimiento del plazo.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, ha anunciado la elección de Paul Lewis como "enviado especial para el cierre de Guantánamo", como parte de los renovados esfuerzos del gobierno de Barack Obama para cerrar la denostada prisión militar en una base en territorio cubano.
Así lo justificó el Pentágono en un comunicado, en el que afirmó que el nombramiento de Lewis "representa el compromiso del Departamento (de Defensa) para implementar la directiva del presidente para cerrar Guantánamo".
Entre sus tareas como enviado especial, puesto que ocupará el 1 de noviembre, Lewis deberá liderar los esfuerzos para facilitar los traslados de los detenidos en Guantánamo. Asimismo, tendrá que supervisar los esfuerzos para transferir a ciudadanos de otras nacionalidades actualmente detenidos por Estados Unidos en Afganistán, según informaciones oficiales del Pentágono.
Lewis trae a su nuevo puesto experiencia, entre otros, como asesor en el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, donde se encargaba específicamente de supervisar cuestiones relacionadas con Guantánamo.
Su nombramiento completa una parte de las medidas ejecutivas que ordenó Obama a finales de mayo como parte de un nuevo esfuerzo por cerrar Guantánamo.
En aquel entonces, ordenó el levantamiento de la moratoria de traspaso de detenidos en Guantánamo a Yemen, y a la par anunció que pediría a los Departamentos de Defensa y Estado el nombramiento de sendos enviados especiales encargados de "lograr la transferencia de detenidos a terceros países".
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, designó ya en junio a un experto legal y hombre de su confianza, Cliff Sloan, como su enviado especial para Guantánamo, y el anuncio de Hagel este martes completa el equipo de designados gubernamentales para esta tarea.
Nada más asumir la presidencia en 2009, Obama firmó una orden para cerrar Guantánamo en un año, una decisión mundialmente aplaudida. Pero las dificultades legales y la amplia oposición en Estados Unidos a juzgar y retener en territorio nacional a los presos en Guantánamo hicieron imposible el cumplimiento del plazo.
http://www.elmundo.es/america/2013/10/08/estados_unidos/1381248080.html
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