Fiona fue enterrada desnuda por su madre y su padrastro ante los ojos de su hermana menor de dos años,
según ha explicado el fiscal Pierre Sennès al diario 'Le Figaro'. Cada
día que pasa, Francia descubre algún detalle más sórdido que el anterior
sobre el caso de la niña de Clermont-Ferrand asesinada a golpes por su padrastro en una noche de borrachera, cuya desaparición había sido denunciada en mayo por su madre para disimular su muerte.
Un día después de las confesiones de Cécile Bourgeon, las redes sociales del Hexágono ardían y la noticia era la segunda más comentada en Twitter esta mañana. Los franceses se decían "escandalizados e indignados" por un crimen "innoble, detestable, vomitivo". "Las 'pelis' de terror son menos horribles que la realidad", afirmaba
Jacques en Facebook. Mientras que el diario local 'La Montagne' recogía
reacciones de sus lectores en las que cientos de ellos pedían el
restablecimiento de la pena de muerte para esta clase de crímenes
relacionados con la infancia.
Es como si de la solidaridad ciudadana que llevó a crear páginas como 'Avis de recherche: Fiona' ('Se busca a Fiona'), que contaba la semana pasada con 26.000 afiliados, se hubiera pasado, con el mismo arraigo popular, a un movimiento de odio que reclama venganza. En las cartas al director que reproduce otro diario regional, 'La Nouvelle République', hay incluso quienes describen las torturas que infringirían al homicida confeso Berkane Maklouf.
Según informa la agencia Afp, Cécile y su compañero sentimental fueron puestos a disposición judicial ayer, después de tres días detenidos en Perpiñán (Rosellón), donde confesaron todo. Sus testimonios son contradictorios y hablan de "una bofetada" y "accidente hogareño", pero coinciden en que la niña murió en casa, a consecuencia de los golpes y -en complicidad con otros tres adultos presentes en la fiesta-, decidieron inventar su desaparición y enterrarla en la linde de un bosque.
Al parecer, la pequeña Fiona había aprendido a provocarse el vómito para imitar a su madre, que se hallaba en los últimos tiempos embarazada de un bebé que nació en verano, y sufría de náuseas constantes. De esa forma se rebelaba también contra su padrastro, un hombre de 31 años con reputación de heroinómano violento. Fue, por lo visto, un vómito de la niña, el que desató la noche de autos la ira de Maklouf.
Privilegiando la versión de los hechos que ha dado la madre, la Fiscalía ha acusado al padrastro de golpes y heridas voluntarias que han causado una muerte sin intención de darla con dos circunstancias agravantes (que la víctima era menor de 15 años y que él ejercía una autoridad sobre ella), por lo que se arriesga a 30 años de reclusión. Por su parte, la madre ha sido imputada por cuatro delitos penados con cinco años de cárcel: no asistencia a persona en peligro, ocultación de un cadáver, falsedad de una denuncia y alteración de la escena de un crimen. Él ha sido trasladado a una prisión fuera de la región de Auvernia y ella a un centro de mujeres en Lyon.
La madre había despertado la compasión de toda Francia cuatro meses atrás, expresando su desesperación en los medios de comunicación y acusando a los investigadores de no hacer nada para encontrar a su hija. Según declaró al denunciar la falsa desaparición, la niña estaba jugando en un parque con su hermana menor cuando ella, que se hallaba sentada en un banco, se quedó transpuesta durante un rato y, cuando reabrió los ojos, la criatura se había volatilizado.
De acuerdo con el diario 'Le Parisien', el análisis de los ordenadores de la pareja ha permitido a los agentes de la Policía Judicial saber que, tras la muerte de la niña, Cécile y Berkane rastrearon la Red en busca de casos auténticos de secuestros de menores para dar verosimilitud a su historia inventada. Según La Montagne, se inspiraron concretamente en el 'affaire Typhaine' que estremeció hace cuatro años la región de Nord-Pas de Calais y tiene los mismos elementos: una madre veinteañera sumisa, un padrastro con mano larga y una niña de cinco años cuya desaparición fue denunciada para ocultar su muerte. Anne-Sophie Faucheur y su compañero fueron sentenciados entonces a 30 años de confinamiento.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/27/internacional/1380277054.html
La pequeña Fiona. | Afp
Es como si de la solidaridad ciudadana que llevó a crear páginas como 'Avis de recherche: Fiona' ('Se busca a Fiona'), que contaba la semana pasada con 26.000 afiliados, se hubiera pasado, con el mismo arraigo popular, a un movimiento de odio que reclama venganza. En las cartas al director que reproduce otro diario regional, 'La Nouvelle République', hay incluso quienes describen las torturas que infringirían al homicida confeso Berkane Maklouf.
Según informa la agencia Afp, Cécile y su compañero sentimental fueron puestos a disposición judicial ayer, después de tres días detenidos en Perpiñán (Rosellón), donde confesaron todo. Sus testimonios son contradictorios y hablan de "una bofetada" y "accidente hogareño", pero coinciden en que la niña murió en casa, a consecuencia de los golpes y -en complicidad con otros tres adultos presentes en la fiesta-, decidieron inventar su desaparición y enterrarla en la linde de un bosque.
Al parecer, la pequeña Fiona había aprendido a provocarse el vómito para imitar a su madre, que se hallaba en los últimos tiempos embarazada de un bebé que nació en verano, y sufría de náuseas constantes. De esa forma se rebelaba también contra su padrastro, un hombre de 31 años con reputación de heroinómano violento. Fue, por lo visto, un vómito de la niña, el que desató la noche de autos la ira de Maklouf.
Privilegiando la versión de los hechos que ha dado la madre, la Fiscalía ha acusado al padrastro de golpes y heridas voluntarias que han causado una muerte sin intención de darla con dos circunstancias agravantes (que la víctima era menor de 15 años y que él ejercía una autoridad sobre ella), por lo que se arriesga a 30 años de reclusión. Por su parte, la madre ha sido imputada por cuatro delitos penados con cinco años de cárcel: no asistencia a persona en peligro, ocultación de un cadáver, falsedad de una denuncia y alteración de la escena de un crimen. Él ha sido trasladado a una prisión fuera de la región de Auvernia y ella a un centro de mujeres en Lyon.
Búsqueda en los bosques
Entretanto, el cadáver de Fiona sigue sin aparecer. La policía científica mantiene su búsqueda en los bosques cercanos al lago de Aydat (Puy-de-Dôme), a pocos kilómetros de Clermont-Ferrand, con la esperanza de hallar el cuerpo y practicarle una autopsia que sin duda contribuirá a aclarar los hechos.La madre había despertado la compasión de toda Francia cuatro meses atrás, expresando su desesperación en los medios de comunicación y acusando a los investigadores de no hacer nada para encontrar a su hija. Según declaró al denunciar la falsa desaparición, la niña estaba jugando en un parque con su hermana menor cuando ella, que se hallaba sentada en un banco, se quedó transpuesta durante un rato y, cuando reabrió los ojos, la criatura se había volatilizado.
De acuerdo con el diario 'Le Parisien', el análisis de los ordenadores de la pareja ha permitido a los agentes de la Policía Judicial saber que, tras la muerte de la niña, Cécile y Berkane rastrearon la Red en busca de casos auténticos de secuestros de menores para dar verosimilitud a su historia inventada. Según La Montagne, se inspiraron concretamente en el 'affaire Typhaine' que estremeció hace cuatro años la región de Nord-Pas de Calais y tiene los mismos elementos: una madre veinteañera sumisa, un padrastro con mano larga y una niña de cinco años cuya desaparición fue denunciada para ocultar su muerte. Anne-Sophie Faucheur y su compañero fueron sentenciados entonces a 30 años de confinamiento.
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/27/internacional/1380277054.html
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