Brasil-España Así se gana en Maracaná

Brasil-España Así se gana en Maracaná

España juega esta noche su cuarta final en seis años. El dato se entiende mejor al calor de otro aún más rotundo. Y es que en los 87 años anteriores, lejos de los Juegos Olímpicos, únicamente disputó dos partidos por el título a nivel profesional. La cita, en el emblemático Maracaná, supone un nuevo desafío para una selección que hizo de la victoria un hábito. Nada menos que 55 victorias y cuatro empates en los últimos 61 compromisos oficiales. Registro que aun puede mejorarse en caso de cumplir estos requisitos ante un anfitrión tan responsabilizado como poderoso.

El timón y el mago

Por primera vez en tres años, Del Bosque ha jugado un gran torneo con un solo centrocampista específico para la recuperación. La ausencia de Alonso se palió con Iniesta, así que lo que se ganó en creatividad se perdió en firmeza. Por eso, entre otras razones, cada pérdida de Xavi ante Italia se convertía en un drama para los cuatro de atrás. Por eso, entre otras cosas, resulta tan esencial el timón de La Roja. De su buen entendimiento con Andrés, el genio del desequilibrio, el mago capaz de hacer la diferencia por sí mismo, depende buena parte del éxito.

Los hombres de refresco

Sudará España en Maracaná, más por la humedad del aire (91 por ciento) que por la temperatura bajo un cielo que se espera nublado (23º). Por segunda vez jugará a las 19.00 horas, un respiro tras el brutal esfuerzo de la semifinal. Buenas noticias para su fútbol, que precisa de velocidad para alcanzar la perfección. Por si acaso, Del Bosque estudia variantes en su frente ofensivo. Desde Fábregas, recuperado de sus molestias musculares, a Navas, el revulsivo ante Italia, una amenaza que empujaría a Marcelo hacia atrás.

Los remates y el 'aburrimiento'

España disparó 92 veces en sus cuatro jornadas previas en el torneo (23 de media) y 58 de esos remates (14,5 de promedio) fueron bien dirigidos. Cifras que desmienten una supuesta falta de 'punch' y que superan en casi un 30 por ciento a las de la 'canarinha' (59 y 37). Pese al discreto estado de forma de Torres y Villa o los problemas físicos de Soldado, el ataque de la campeona mundial (llámenlo 4-3-3 o 4-6-0) sigue sembrando el pánico. Sobre todo en Brasil.

El cero atrás

En los últimos 11 cruces eliminatorios, España sólo encajó en uno. Fue hace cuatro años, durante la semifinal de la Confederaciones, cuando Altidore y Dempsey batieron por última vez a Casillas. Esa fiabilidad defensiva apenas suele destacarse en La Roja, aunque sin duda es una de las claves de su éxito. Si Piqué o Ramos rinden al nivel exhibido ante Italia, todo será más sencillo en la pizarra de Del Bosque. Las atenciones en el juego aéreo, ante la amenaza de David Luiz, Paulinho o Thiago Silva, deben ser prioritarias.

Arbeloa y Alba

El aviso de Maggio y Giaccherini fue algo más que serio y España no puede permitirse algo similar ante Alves y Marcelo. Las incorporaciones de los laterales pueden desestabilizar el plan español, especialmente por el costado izquierdo, donde se canaliza casi todo el peligro de la Seleçao. Por allí llegaron seis de sus 11 goles hasta ahora. Por alli debe mantenerse firme Arbeloa, un marcador de primerísimo nivel, como ya demostró ante Cristiano o Ribéry durante la última Eurocopa.

http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2013/06/30/futbol/1372544598.html