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jueves, 26 de enero de 2012

El socialista François Hollande propone a Francia dar un giro a la izquierda

El candidato socialista François Hollande ofrece este jueves un discurso en París.| Reuters

El socialista François Hollande propone a Francia dar un giro a la izquierda

El candidato socialista a la Presidencia de Francia, François Hollande, ha presentado este jueves su programa para los comicios de la próxima primavera, 60 propuestas de inspiración progresista pensadas para tiempos de crisis y que han recibido duros ataques de sectores políticos conservadores y de extrema izquierda.
Favorito de las encuestas a menos de tres meses de las elecciones, Hollande desgranó un programa que costará 20.000 millones de euros, que el candidato cuenta financiar con subidas de impuestos a los más ricos y a los bancos, con los que pretende recaudar 29.000 millones.El diputado socialista negó que su programa aumente el endeudamiento del país y reiteró su compromiso de equilibrar las cuentas públicas en 2017.
Cuatro días después de haber dado su primer gran mitin de campaña el pasado domingo, el aspirante socialista ha aparecido este jueves con un tono pedagógico para presentar su proyecto, destinado a recuperar la economía del país, crear empleo y afianzar los servicios públicos. "No voy a prometer nada que no pueda aplicar", aseguró Hollande en la presentación de sus 60 medidas, acompañadas todas ellas de la cifra de financiación correspondiente.Una financiación que procederá del incremento impositivo "a quienes más se aprovecharon de los regalos fiscales del actual Gobierno", afirmó el candidato socialista, quien el pasado domingo aseguró que su principal rival era "el mundo de la finanza".

Promesas de Hollande

Hollande se comprometió a restablecer el impuesto sobre la fortuna, que grava a los más ricos del país, así como a incrementar las tasas a los bancos y a las grandes empresas.
Sin embargo, prometió ayudas a las pequeñas y medianas empresas, las que más empleos crean en Francia, y anunció contrataciones públicas esencialmente en la educación, la seguridad y la justicia, con lo que prevé detener el incremento del paro de los últimos años.
También aumentará ciertas ayudas a los más desfavorecidos, en contraposición a la desaparición de algunas desgravaciones fiscales que afectan a los grandes capitales.
Los franceses podrán volver a jubilarse a los 60 años, siempre que hayan trabajado 41, y el candidato socialista prometió incrementar la vivienda protegida y limitar la subida de los alquileres en las ciudades más caras del país.
Entre otros guiños al electorado de izquierdas destacó el matrimonio homosexual, incluido el derecho a la adopción; la legalización de la eutanasia o el derecho de voto en comicios locales para los extranjeros legales que lleven en Francia al menos cinco años, medidas a las que se oponen los conservadores.
A los ecologistas les reiteró su intención de reducir el peso de la energía nuclear y la apuesta por las renovables.
Tampoco se olvidó de propuestas destinadas a un electorado más centrista, como el control de las finanzas públicas, o incluso más de derechas, como un refuerzo de los cuerpos y fuerzas de seguridad destinados a los barrios más deprimidos del país.

Las encuestas le respaldan

El ejercicio de Hollande estaba destinado a rodear de seriedad una campaña que a finales de año había comenzado a perder altura, pese a que sigue dominando las encuestas.
La última, publicada este jueves, asegura que desde su discurso del pasado domingo en Le Bourget, al norte de París, la diferencia crece con respecto al actual presidente francés, el conservador Nicolas Sarkozy, quien todavía no ha oficializado su candidatura.
Hollande concentra el 27,5% de la intención de voto en la primera vuelta del 22 de abril, frente al 24% de Sarkozy, el 17% de la ultraderechista Marine Le Pen y el 14% del centrista François Bayrou, según un sondeo publicado por la cadena de televisión LCI.
En la segunda vuelta, el 6 de mayo, el candidato socialista se impondría con un 56% de los sufragios. Con la presentación del programa, el aspirante se colocó en el punto de mira de sus rivales, que no ahorraron críticas a sus medidas.
El presidente del partido conservador UMP, Jean-François Copé, alertó de que el programa de Hollande "hace pagar a las clases medias" las consecuencias de la crisis, al tiempo que le acusó de subir los impuestos, lo que puede frenar el crecimiento.
"Insuficiente" lo consideraron la ultraderechista Le Pen y el candidato de la extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon, quinto en los sondeos.
http://www.elmundo.es/elmundo/2012/01/26/internacional/1327607617.html

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