Miles de personas están aisladas en Chile por la peor ola polar en los últimos 16 años
Video: Atlas
El frío y la nieve han llegado con fuerza al alargado Cono Sur, tras unos meses de intensa sequía. Desde el pasado jueves, miles de personas están incomunicadas por las intensas nevadas vividas a lo largo de los más de 3.000 kilómetros de cordillera andina que separan Chile con Bolivia y con Argentina.
Sólo en la zona montañosa de La Araucanía, en la Novena Región, se estima que hay unas 6.500 personas aisladas, el 60% perteneciente a la población de Lonquimay. Las pequeñas casas andinas de madera están sepultadas bajo dos metros de nieve y unos 1.500 clientes permanecen sin energía eléctrica.
Además, se mantienen intransitables la Ruta S-61 Icalma – Melipeuco y las rutas secundarias de la comuna de Lonquimay. Los pasos fronterizos Pino Hachado e Iclama, que unen Chile con Argentina se mantienen cerrados por acumulación de nieve. Los lugareños aseguran que viven la peor ola de frío polar de los últimos 16 años.
La Oficina Nacional de Emergencias ha declarado la alerta roja en Curacautín, Curarrehue, Lonquimay y Melipeuco, y alerta amarilla en Pucón, Cunco, Vilcún y Villarrica. En las afueras de Santiago, la capital chilena, el termómetro llega a los a cuatro grados bajo cero.
En el Parque Nacional Tolhuaca (a 120 kilómetros de Temuco y unos 800 kilómetros de Santiago), las nuevas tecnologías han permitido comunicar a seis aislados con el resto del mundo. El periodista y documentalista Álvaro Meza confirmó este lunes en directo por 'Skype' a 'Radio Bío-Bío' que se encontraba bien.
Sin embargo, el aislado manifestó sentirse preocupado por los habitantes de la zona: "A mí me preocupa si hubiera gente desatendida en los caminos porque no todos tienen porque estar igual de bien que nosotros. Además, se les puede acabar el carbón o los alimentos". Llevaba nevando desde el jueves pasado hasta ayer. Y parece que mañana podrían continuar de nuevo las precipitaciones en forma de nieve.
Una región más arriba, en la Octava Región, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) está tirando alimentos y elementos de primera necesidad para los pobladores afectados por los temporales del alto Bío-Bío, aprovechando la fría, pero soleada jornada invernal de este martes.
Durante los operativos, además del traslado de víveres, el personal del ejército está colaborado para trasladar heridos a las ciudades mejor abastecidas y sin problemas de incomunicación. Según el Organismo Nacional de Emergencias en la Región del Bio-Bío, se mantiene intransitable la Ruta Q – 90 en la comuna de Laja producto de un deslizamiento de terreno.
El manto blanco llega hasta las ventanas de sus viviendas, por lo que temen por la salud de los niños y de los ancianos, puesto que no cuentan con fármacos ni con comida suficiente para abastecer a sus familias hasta que termine el aislamiento ocasionado por las malas condiciones climáticas.
En el norte del país, la situación también está siendo muy complicada. Hace una semana, los habitantes de Antofagasta, en pleno desierto de Atacama, sufrieron importantes inundaciones que afectaron a miles de personas. Hacía años que no llovía con tanta fuerza en una región donde hay temporadas que caen cero milímetros de precipitación anual.
Unos kilómetros más adentro, en plena cordillera andina, donde las nevadas tampoco son excesivamente frecuentes, la minera Inés de Collahuasi, el tercer mayor yacimiento de cobre del mundo, tuvo que paralizar sus operaciones debido a las precipitaciones en forma de nieve. Más de 2.500 operarios estuvieron aislados en la faena minera durante varias jornadas, aunque tenían la alimentación y la atención médica necesaria.
Al otro lado de la frontera, en Potosí, cerca de 7.000 personas se vieron perjudicadas por unas inusuales nevadas que azotaron el suroeste de Bolivia, cerca de la frontera con Chile.
Las brigadas militares tuvieron que evacuar a turistas extranjeros, campesinos, guardaparques y soldados que quedaron atrapados por las peores nevadas de la década.
http://www.elmundo.es/america/2011/07/20/noticias/1311134303.html
Sólo en la zona montañosa de La Araucanía, en la Novena Región, se estima que hay unas 6.500 personas aisladas, el 60% perteneciente a la población de Lonquimay. Las pequeñas casas andinas de madera están sepultadas bajo dos metros de nieve y unos 1.500 clientes permanecen sin energía eléctrica.
Además, se mantienen intransitables la Ruta S-61 Icalma – Melipeuco y las rutas secundarias de la comuna de Lonquimay. Los pasos fronterizos Pino Hachado e Iclama, que unen Chile con Argentina se mantienen cerrados por acumulación de nieve. Los lugareños aseguran que viven la peor ola de frío polar de los últimos 16 años.
La Oficina Nacional de Emergencias ha declarado la alerta roja en Curacautín, Curarrehue, Lonquimay y Melipeuco, y alerta amarilla en Pucón, Cunco, Vilcún y Villarrica. En las afueras de Santiago, la capital chilena, el termómetro llega a los a cuatro grados bajo cero.
En el Parque Nacional Tolhuaca (a 120 kilómetros de Temuco y unos 800 kilómetros de Santiago), las nuevas tecnologías han permitido comunicar a seis aislados con el resto del mundo. El periodista y documentalista Álvaro Meza confirmó este lunes en directo por 'Skype' a 'Radio Bío-Bío' que se encontraba bien.
Comunicados por Skype
"Estamos atrapados en muy buenas condiciones con la gente de CONAF (Corporación Nacional Forestal). Tenemos comida para cuatro o cinco días pero la situación está complicada porque hay más de un metro de nieve y no es posible salir salvo con vehículos militares", dijo el documentalista gracias al programa informático que permite la comunicación digital.Sin embargo, el aislado manifestó sentirse preocupado por los habitantes de la zona: "A mí me preocupa si hubiera gente desatendida en los caminos porque no todos tienen porque estar igual de bien que nosotros. Además, se les puede acabar el carbón o los alimentos". Llevaba nevando desde el jueves pasado hasta ayer. Y parece que mañana podrían continuar de nuevo las precipitaciones en forma de nieve.
Una región más arriba, en la Octava Región, la Fuerza Aérea de Chile (FACh) está tirando alimentos y elementos de primera necesidad para los pobladores afectados por los temporales del alto Bío-Bío, aprovechando la fría, pero soleada jornada invernal de este martes.
Durante los operativos, además del traslado de víveres, el personal del ejército está colaborado para trasladar heridos a las ciudades mejor abastecidas y sin problemas de incomunicación. Según el Organismo Nacional de Emergencias en la Región del Bio-Bío, se mantiene intransitable la Ruta Q – 90 en la comuna de Laja producto de un deslizamiento de terreno.
Nieve hasta la ventana
Los vecinos de las comunidades pehuenches, pertenecientes al pueblo mapuche, están insatisfechos por el trato que están recibiendo de las autoridades regionales. Desiderio Flores, dirigente vecinal del sector Los Perales, ha explicado que no han tenido contacto con Carabineros, las fuerzas del orden chilenas, y que los caminos están intransitables.El manto blanco llega hasta las ventanas de sus viviendas, por lo que temen por la salud de los niños y de los ancianos, puesto que no cuentan con fármacos ni con comida suficiente para abastecer a sus familias hasta que termine el aislamiento ocasionado por las malas condiciones climáticas.
En el norte del país, la situación también está siendo muy complicada. Hace una semana, los habitantes de Antofagasta, en pleno desierto de Atacama, sufrieron importantes inundaciones que afectaron a miles de personas. Hacía años que no llovía con tanta fuerza en una región donde hay temporadas que caen cero milímetros de precipitación anual.
Unos kilómetros más adentro, en plena cordillera andina, donde las nevadas tampoco son excesivamente frecuentes, la minera Inés de Collahuasi, el tercer mayor yacimiento de cobre del mundo, tuvo que paralizar sus operaciones debido a las precipitaciones en forma de nieve. Más de 2.500 operarios estuvieron aislados en la faena minera durante varias jornadas, aunque tenían la alimentación y la atención médica necesaria.
Al otro lado de la frontera, en Potosí, cerca de 7.000 personas se vieron perjudicadas por unas inusuales nevadas que azotaron el suroeste de Bolivia, cerca de la frontera con Chile.
Las brigadas militares tuvieron que evacuar a turistas extranjeros, campesinos, guardaparques y soldados que quedaron atrapados por las peores nevadas de la década.
http://www.elmundo.es/america/2011/07/20/noticias/1311134303.html
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