Españoles, tirados en Trípoli: '24 horas sin comer y sin auxilio diplomático'
La situación que se vive en Libia ha atrapado a decenas de trabajadores españoles que se encontraban en el país cuando estallaron las revueltas y que ahora ven prácticamente imposible salir, sobre todo porque, según ha contado a ELMUNDO.es el propietario de la empresa Tolder -una de las empresas con presencia en el país- "nadie de la embajada española les va a ayudar".Trabajadores de Tolder, Sacyr, Repsol, entre otras, así hasta 80 españoles, permanecen atrapados y sin comida en el aeropuerto de la capital libia, Trípoli, donde esperan a que el Gobierno español envíe un avión para repatriarlos, aunque de momento no hay expectativas de un plan de evacuación.
"El canciller español en Trípoli ha acudido esta mañana al aeropuerto y sólo ha apuntado en una lista sus nombres. Cuando le han preguntado si les van a sacar allí les ha contestado que no hay plan de evacuación ni tiene ninguna orden al respecto. Están desesperados", ha explicado Fernando Saavedra, propietario de la empresa Tolder.
A la desesperación y angustia por la violenta situación que se vive en el país, hay que sumarle que estos españoles llevan 24 horas sin comer, ya que el aeropuerto sufre desabastecimiento porque han entrado "masas y masas de personas".
"No tienen alimentos, ni agua embotellada y el canciller les ha dicho que entre sus funciones no está abastecerles de comida", insiste Saavedra.
Además, sus ánimos están cada vez peor ya que los españoles van viendo como los gobiernos de Turquía, Portugal, Italia, Bulgaria o Jordania ya han enviado aviones para repatriar a sus ciudadanos, mientras que de España no ha noticias.
Según ha contado Saavedra, "están a la espera de coger cualquier vuelo en el que se puedan meter aunque no venga a España, pero no hay ninguno y además no tienen ningún tipo de auxilio de la embajada".
Otros trabajadores atrapados
Mientras, otros cuatro trabajadores de Sacyr Vallehermoso están tratando de abandonar el país, aunque igualmente se encuentran atrapados en el aeropuerto de Trípoli.
Según explica la empresa, el último contacto con ellos ha sido esta misma mañana, cuando les han telefoneado desde un teléfono fijo para informarles de que se encontraban bien y que estaban intentando tomar un vuelo, algo que no ha sido posible pues no se están realizando aterrizajes en Trípoli. Esos cuatro trabajadores representan el 10% de la plantilla de la empresa en Libia. El resto de empleados ha abandonado el país en días pasados.
También están tratando de salir de Libia varios trabajadores de una multinacional de telefonía, entre ellos un español. La evacuación iba a haberse producido el lunes vía Túnez, pero no fue posible por 'overbooking'.
La compañía ha enviado un avión privado para trasladarles a Roma, y desde ahí efectuar la repatriación de los trabajadores hacia sus respectivos países.
Sin embargo, tras desplazarse esta mañana hasta el aeropuerto de Trípoli, ha sido imposible embarcar, de modo que han tenido que regresar a su residencia en la capital libia, donde esperan "tranquilos" a que pueda producirse la evacuación.
Sin plan de evacuación
Entre los españoles atrapados en el país también se encuentra Raúl Martínez Pérez, becario de informática para el Instituto de Comercio Exterior (ICEX) que está realizando sus prácticas allí. Según este joven, desde el ICEX y el departamento de becas se "está actuando con corrección, haciendo todo lo que está en su mano".
Este es el único apoyo que tiene y el del consejero Económico y Comercial de la Oficina Comercial libia, del que "hemos recibido una atención exquisita". Sin embargo critica que la oficina "está desamparada" por la Embajada y crítica duramente al embajador de España en Libia, Luis Francisco García Cerezo.
Desde ayer por la tarde, cuando empezaron los bombardeos ordenados por Gadafi contra la población manifestante, Raúl Martínez está viviendo en casa del consejero. "No se nos ha ofrecido asilo en la residencia del embajador", explica. Comparte la casa del consejero con otro compañero becario, el hijo del consejero, un policía de la Embajada, su mujer y su hijo.
El embajador, según nos ha dicho, "ha hablado con el Ministerio de Exteriores para comunicar que la situación en Libia está tranquila", dice con ironía.
No es la primera vez que los españoles en el extranjero denuncian la polémica la falta de auxilio del Ejecutivo. En las revueltas que acabaron con el régimen de Ben Ali en Egipto, decenas de turistas españoles pasaron días atrapados en los hoteles y en el aeropuerto de El Cairo sin ningún tipo de noticia de la embajada española, que no envió ningún vuelo para repatriarlos, sino que salieron gracias a los touroperadores con los que viajaban.
Un actitud similar a la que ha ocurrido en el inicio de la revuelta la semana pasada en Libia. Una española residente en Libia ha explicado a ELMUNDO.es que el pasado viernes, ante el incremento de la tensión en el país y la suspensión de las comunicaciones móviles, sus compañeros italianos telefonearon a la Embajada para informarse, y la sede diplomática les instó a abandonar el país de inmediato.
Ante la alarma despertada, decidió ponerse en contacto con la Embajada española, donde únicamente le informaron de que desaconsejaban moverse de Trípoli si no lo tenían previsto, y tomaron nota de sus datos con el fin de tener localizados a todos los españoles para poder comunicarse con ellos en caso de peligro o evacuación.
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/02/22/internacional/1298382231.html
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