Una fina pero insistente lluvia acompaña al Real Madrid en las horas previas al encuentro de esta noche (en vivo, 20.45) en el estadio Gerland de Lyón, lugar por el que pasan la mitad de las opciones del equipo blanco para superar, seis años después, la barrera de los octavos de final en la Liga de Campeones.
En un salón del hotel Hilton, José Mourinho se reúne con sus jugadores para afinar la orientación que hay que imprimir al duelo. "El balón y las ocasiones tienen que ser nuestros", es una de las principales máximas. "Tenemos que irnos de aquí marcando gol", es el gran objetivo. No se regatea con la derrota por la mínima, ni siquiera con el empate. "Tenemos que ganar".Entre todos los puntos que se tratan hay uno que puede legar a convertirse en crucial según se vaya desarrollando el encuentro, y que podría ser clave en los últimos minutos. Cristiano Ronaldo se encuentra a una amonestación de perderse el encuentro de ida de los cuartos. "Mister, ¿fuerzo la tarjeta"? Es interesante esta cuestión. El 'crack' portugués no quiere perderse absolutamente nada en ninguna competición, pero el entrenador, como todo el madridismo, es consciente de la trascendencia de CR7 para el equipo en la Liga de Campeones, donde no hay posibilidad de fallar.
La cuestión obliga a recordar lo que sucedió hace tres meses en Ámsterdam, en la penúltima jornada de la fase de grupos. Sergio Ramos y Xabi Alonso forzaron sus expulsiones, para llegar limpios al encuentro de hoy. La UEFA sancionó de forma más que discutible al entrenador con un partido de suspensión y 30.000 euros. Ramos y Alonso fueron multados con 20.000 euros por cabeza, así como Casillas y Dudek, con 10.000 y 5.000, respectivamente, por ser transmisores de las ordenes del técnico.
http://www.elmundo.es/elmundodeporte/2011/02/22/futbol/1298369905.html
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