Habrá despidos si el Gobierno se resiste a debatir cambios en la Ley antitabaco. Así lo afirman algunos de los hosteleros valencianos que han apostado por la insumisión ante la ley al comprobar las pérdidas en sus recaudaciones a raíz de aplicar la prohibición de fumar en sus locales.Rodrigo Arroyo, propietario del restaurante que lleva su nombre en la calle Ceramista Ros de Valencia, confirma a ELMUNDO.es que se ha dado de margen hasta final de mes para ejecutar la medida con la que pretende presionar al Gobierno para que modifique la ley antitabaco. Es decir, despedirá a uno de sus empleados. Esta es una de las conclusiones de la toma de contacto que tuvo lugar este lunes en la localidad valenciana de Chiva entre los dueños de seis bares de este municipio y el propio Arroyo.
Los empleados también lo tienen claro: "Sé que si esto sigue así acabaré en la calle, y es lógico. Si el restaurante pierde clientes y no hace caja no hacen falta camareros", dice una de las empleadas del Restaurante Rodrigo quien, como fumadora, afirma que "si entro a un bar a tomar un café y tengo que salirme a la calle a fumar, me voy a mi casa y me fumo los cigarros que quiero".
Arroyo, que aplicó la nueva norma en su establecimiento del 2 al 6 de enero, asegura que perdió "un 60% de la recaudación diaria", lo que le llevó a poner los carteles de 'Permitido fumar' en la tarde del día de Reyes. El hostelero valenciano pudo constatar que "se pierde la tertulia, la gente se toma un café y se marcha rápido y al fumador se le ve cada vez más como a un bicho raro, cuando el tabaco ha existido desde siempre en España".
A Rodrigo no le gusta que se "criminalice" al fumador, entre otras cosas porque lo es, pero le preocupa aún más haber perdido los 35.000 euros que invirtió en la reforma de su local para adaptarlo a la ley del tabaco, para lo cual tuvo que "pedir un préstamo bancario", y que la nueva norma vaya a acabar con negocios y puestos de trabajo.
Soluciones, protestas vecinales y huelga de hambre
Mientras ya hay empresas de amueblamiento para terrazas que ofrecen soluciones al drama que afecta al sector hostelero, como pérgolas impermeables antiviento, los propietarios de estos locales no están dispuestos a que las reformas que hicieron con motivo de la entrada en vigor del primer tramo de la ley, en las que invirtieron miles de euros, no sirvan para nada.
El propietario del Restaurante Rodrigo no está dispuesto a gastar entre 200 y 300 euros en cada una de las estufas que debería comprar para su terraza porque "siempre ponemos el dinero los mismos", al tiempo que advirtió de las "protestas que empezarán a llegar de las asociaciones de vecinos por el ruido en la calle".El camino de la movilización y la presión al Gobierno es la única alternativa hallada por Rodrigo y una decena de hosteleros valencianos que hasta la fecha se han sumado a la insumisión frente a la ley antitabaco y recogen firmas para que vuelva a debatirse en el Parlamento nacional. Por ahora tienen un millar de rúbricas contra la ley, que apenas está 11 días en vigor, pero confían en alcanzar el medio millón de firmas necesario para devolver la norma a las Cortes. ¿Y si no es posible? Algunos de los hosteleros, como Rodrigo, están dispuestos a iniciar "una huelga de hambre" o a "hacer cualquier cosa".
De momento sigue la campaña de recogida de firmas y el próximo lunes volverá a reunirse la 'plataforma' creada en Chiva, donde los propietarios de seis locales y Rodrigo Arroyo se encontraron este lunes para trazar las primeras medidas de esta resistencia a la Ley antitabaco.
Los insumisos deberán 'atenerse a las consecuencias'
Por su parte, el secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos, ha afirmado tras un acto en Madrid que el incumpliento es "anecdótico" y "aislado", y considera que "se equipara al incumplimiento de otras leyes". Además, advierte a los 'insumisos' de que deberán "atenerse a las consecuencias de la ley".
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/01/11/valencia/1294741720.html
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