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sábado, 2 de octubre de 2010

Rumanía, en el atolladero

Rumanía, en el atolladero

De la noche a la mañana. De un día para otro, hace unos meses, los rumanos se dieron de bruces con un severo plan de ajuste que mantiene a la población crispada.
En abril, poco después de que el primer ministro, Emil Boc, asegurara que no había ningún problema con el pago de los sueldos y de las pensiones, el presidente, Traian Basescu, salió en televisión para anunciar unos recortes brutales: un 25% en los sueldos de los funcionarios y un 15% en las pensiones, además de un sinfín de medidas de ahorro en otro tipo de ayudas, incluso en las que reciben las madres por criar a sus bebés.
Así, mientras en Europa la atención mediática se centra en la expulsión de ciudadanos gitanos rumanos -y búlgaros- desde Francia, en el país viven sobre todo preocupados por su pan de cada día. El Ejecutivo de centro derecha de Boc busca con su plan poder obtener del Fondo Monetario Internacional (FMI) nuevas partidas de una ayuda financiera de 20.000 millones de euros comprometida en 2009.
El Fondo le exige contener el déficit público por debajo del 6,8% del PIB, para lo que, entre otras cosas, ha subido el IVA cinco puntos, del 19% al 24%.
¿Huelga indefinida?
Los recortes, que en su mayoría entraron en vigor el 1 de julio, han generado una ola de protesta social. El pasado 19 de mayo, tras una gran concentración en la capital, todo indicaba que habría una huelga general indefinida. Pero no ha sido así. Según las denuncias, se sabe que los profesores fueron intimidados sistemáticamente, siendo amenazados con el despido en el caso de hacer una huelga. Probablemente, lo mismo sucedió en las demás categorías profesionales.
En cuanto a las pensiones, la ley de los recortes fue rechazada por el Tribunal Constitucional, bajo el argumento de que era ilegal. Sin embargo, el Gobierno ha anunciado que a partir de 2011 tiene previsto imponer a todos los tipos de ingresos se les aplicará el impuesto sobre la renta (cuota única de un 16%), es decir, también gravaría a las pensiones.
Otra medida que ha provocado un gran rechazo es la subida de impuestos que afecta a profesionales que trabajan en base a los contratos de derechos de autor (sobre todo periodistas y artistas) y a los trabajadores autónomos, que tendrán que pagar más impuesto que antes a pesar de no tener más prestaciones sociales.
Manifestaciones
Lo que sí se suceden son las manifestaciones: de policías, profesores y funcionarios de prisiones y de la administración. La mayoría son convocadas por el Bloque Nacional de Sindicatos (BNS), que agrupa a trabajadores del sector público y del privado. El Bloque reclama una subida del salario mínimo (de 150 euros a 190 euros mensuales) y más inversión pública, además de exigir la dimisión del Gobierno, según informa Efe.
La semana pasada, una manifestación no autorizada contra la rebaja de los sueldos públicos acabó con insultos de policías al presidente Basescu. El escándalo forzó con la dimisión del ministro del Interior y ha abierto un enfrentamiento entre la Policía y el presidente y el primer ministro, que han renunciado a su escolta policial.
Los sindicatos anuncian nuevas protestas, mientras la oposición eleva el tono y el ambiente se vuelve más tenso. "Los recortes podrían indicar que la situación del país es desesperada y los gobernantes no paran de justificarse diciendo que no hay dinero y que la única forma de salir adelante es recortando. En realidad, el dinero existe", afirma una profesional rumana también afectada por el plan de ajuste y que prefiere mantener su anonimato.
Fraude
La sensación de muchos en Rumanía es que el dinero se dirige a las empresas pertenecientes a los miembros o a los allegados del partido en el poder, el Partido Demócrata Liberal.
El fraude y la corrupción son comunes en el país, según reconoce la Comisión Europea. Uno de los últimos casos clamorosos que denuncia la oposición es el de la aprobación de la reforma de la ley de pensiones, que fue aprobada con más votos que gente había en la sala. Pese a la repetición de las imágenes de la sala medio vacía, el Gobierno ni se ha inmutado.
Los expertos afirman que el préstamo internacional es vital para Rumanía, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) se contrajo el año pasado un 7% y para este año se prevé un estancamiento económico en el mejor de los casos. Es, junto a Bulgaria el país más pobre de la Unión Europea.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/09/29/internacional/1285762131.html

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