La 'cumbre' de las chinches
Las chinches de cama se han convertido en la última obsesión americana. Los insectos más odiados del momento son también las estrellas inusitadas del cónclave de exterminadores y entomólogos que se ha dado cita durante dos días en un un hotel de las afueras de Chicago.
La historia ha saltado a la portada del 'New York Times', donde vemos a los insidiosos inquilinos de sábanas, cojines y colchones inmortalizados en 'pins' y en camisetas como la de Phillip Cooper, organizador de la conferencia y al frente de la compañía BedBug Central.
Su hermano, Richard Cooper, es un prestigioso entomólogo que llevaba años presagiando el retorno de las chinches, que este verano reconquistaron su temida fama tras descubrirse su presencia en el Empire State, en un cine de Times Square, en una tienda de Victoria's Secret y, recientemente, en el mismísimo Niketown, cerrado hasta nuevo aviso mientras se acaba con la plaga. Los hermanos Cooper son también los productores de BedBug TV, un proyecto multimedia consagrado a las experiencias de la gente común y a los logros del expertos en esta singular batalla del siglo XXI en las camas y sofás de los países ricos.
Afecta al 11% de los neoyorkinos
En Nueva York, sin ir más lejos, se estima que la plaga afecta ya al 11% de la población. En Chicago y Los Ángeles la proporción no llega aún tan lejos, pero los hoteles, las oficinas, los comercios y los edificios residenciales han decidido pasar a la acción este otoño ante el temor que de que la plaga de extienda en cuanto remita el calor.
Altas temperaturas, fumigaciones y vaporizaciones son algunos de los remedios más socorridos. Corey Westrum, de Minnesota, ha presentado precisamente en Chicago su 'Insect Inferno' (Infierno de los Insectos), un dispositivo portátil que sirve para calentar los colchones y mantener a raya a estos insectos planos y pardos, especialmente activos por la noche, que se alimentan de la sangre humana.
Las últimas novedades en 'blindaje' antichinches en colchones, sofás, almohadas y equipajes (para evitar el "contagio" de las maletas) pueden ser vistas hasta hoy en este privadísimo y lucrativo encuentro de expertos (a 450 dólares la entrada) en donde es posible asistir también a demostraciones caninas de detección del temible insecto, amplificado en fotos gigantes y carteles hasta cien veces su tamaño natural.
Unas compañías garantizan el cien por cien de la efectividad; otras, como USBedBugs, venden sobre todo la "máxima discreción", conscientes del nuevo estigma que se ha convertido en pesadilla de la compañías inmobiliarias: un apartamento infectado de chinches puede depreciarse automáticamente en más de un 20%.
http://www.elmundo.es/america/2010/09/22/estados_unidos/1285171539.html
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