Alrededor de dos millones de musulmanes en España han comenzado hoy el mes del Ramadán. Según uno de los cinco preceptos del islam, durante los 30 días que dura tendrán que hacer frente a la prohibición de comer, beber y mantener relaciones sexuales mientras haya luz solar.
El presidente de la Junta Islámica, Mansur Escudero, ha destacado que el Ramadán es un "mes que siempre despierta muchas expectativas". Además de ser un sacrificio, presenta beneficios desde una perspectiva vista social, espiritual y físico.
Los espirituales llegan porque "aumenta la conciencia de Dios y sirve para fortalecer el carácter". Los físicos radican, en cambio, en que "es un tiempo en el que se da reposo al sistema digestivo y el cuerpo se limpia".Los beneficios sociales, para Escudero consisten en que "la gente tiene más conciencia de la necesidad que pasan otras personas con menos recursos, que ayunan a diario porque no tienen nada que comer".
Por eso, para el presidente, el aspecto social del ramadán es el más importante, porque "vuelve más solidario al creyente y más consciente de la necesidad de los necesitados". También fortalece los vínculos del creyente con el ámbito familiar y social, de forma que incluso aquellos creyentes del islam que no practican la oración a diario, cumplen el ramadán, según Escudero.
Cumplir las exigencias
Sin embargo, ha indicado que no todos los musulmanes están obligados a cumplir las exigencias de los preceptos que determinan este periodo. Entre los exentos, se encuentran las mujeres embarazadas y lactantes, los ancianos, los niños, los viajeros y aquellos que desempeñan trabajos duros y que, por hacer ramadán, podrían sufrir deshidratación.
"La preservación de la vida está por encima del ramadán", ha dicho Escudero Para compensar la falta de ayuno durante el ramadán, las leyes islámicas contemplan dar de comer a un necesitado tantos días como los que no se ayune durante el ramadán o que se haga el ayuno otro día que sí pueda sin que corra riesgo la salud.
En España, según el presidente de la Junta Islámica, la población musulmana oscila entre los 1,5 millones y los 2 millones, si se tiene en cuenta a los inmigrantes que están en el país de forma irregular y de éstos, unos 200.000 viven en Andalucía.
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/08/10/espana/1281465997.html
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