Bronce para Alemania, honores para Uruguay
Perdió de nuevo Uruguay, aunque se marchó con honores del Mundial, testigo de su valentía y determinación. Los errores de su portero y el poderío aéreo alemán, decantaron la final de consolación bajo el aguacero de Port Elizabeth, donde Müller y Forlán aprovecharon los espacios para igualar a Villa y Sneijder en la cabeza del Pichichi. Tras el interludio español, Alemania volvió a destapar su talento, con un once de 25,2 años de media, sólo envejecido por Butt y Friedrich, las dos excepciones que superaban la treintena. Le sobra cuerda al equipo de Joachim Löw, del que tendremos prontas noticias en la Eurocopa de 2012.
Era un gran día para Uruguay, volcado en la conquista del segundo mejor puesto de su historia en los Mundiales. Así lo entendió Diego Lugano, orgulloso capitán, que forzó pese a su esguince de rodilla. Tabárez dispuso de su mejores galas, con Luis Suárez y Jorge Fucile, de regreso tras su baja por sanción ante los holandeses. Completó el tridente ofensivo con Cavani y Forlán, que pudo empatar en el descuento con un libre directo que hizo crujir el travesaño. Así terminó la temporada el Cacha, con 67 partidos oficiales. Fue un final digno de Uruguay, todo fe, todo arrojo, aun sin premio.
Tampoco defraudó Alemania, nada reservona, porque Löw sólo cambió detalles. Como Aogo, lateral zurdo del Hamburgo, en el puesto habitual de Boateng, que se trasladó a la derecha para descanso de Lahm. O como Jansen, suplente habitual y relevo de Podolski en las transiciones por el costado izquierdo.
Antes del primer pestañeo, Forlán había buscado la escuadra con un tiro libre. Y en la réplica, tras un córner botado desde la derecha por Özil, el cabezazo de Friedrich terminó en el larguero. Cada vez que intentaba maniobrar Müller, en su aleteo en la media punta, le salía al paso Godín. Alemania empujaba tanto, que a los siete minutos ya arrastraba dos amarillas. Y al cuarto de hora, un buen disparo de Schweinsteiger deficientemente despejado por Muslera, sirvió a Müller para su quinta diana en seis partidos de la Copa del Mundo. Ahí es nada. Sobre todo cuando tienes 20 años.
El revés no sólo no desalentó a Uruguay, sino que estimuló aún más su noble alma guerrera. Por algo lucían esos colores celestes, por algo iban a ser agasajados hoy como héroes en Montevideo. Así que antes de la media hora, una emboscada de Luis Suárez fue culminada por Cavani, cien veces más rápido que Mertesacker. Uruguay, valeroso bajo el diluvio, pudo incluso tomar ventaja con otra llegada del punta del Ajax, que cruzó en exceso en una llegada por la derecha. O con un saque de esquina de Forlán, buscando el gol olímpico, a sólo un palmo de la madera.
No lo quiso así el destino, que pospuso la fugaz alegría. Sin cambios, con la misma ambición de siempre, la Celeste se fue a por el triunfo, aunque le pesara atrás. Apenas se demoró seis minutos, con una cabalgada de Arévalo y una soberbia volea del Cacha, empeñado también en la pugna por el pichichi. Todo marchaba de fábula, hasta que Muslera, autor de un estupendo torneo, decidió reiterar las pifias. Concedió el empate con una pésima salida por arriba, la mejor de las noticias para alguien como Jansen, que no conoce el significado de la palabra escalera.Corrió el reloj bajo un equilibrio tácito. Los americanos, algo fatigados, siempre inferiores técnicamente, amagaron con el enésimo intento de Suárez, taponado por Butt. Pero en otro córner, con más dudas de Muslera y los típicos zarandeos de Lugano, Khedira decantó la balanza. El bronce era negro y hablaba alemán.
http://www.elmundo.es/mundial/2010/2010/07/10/fasefinal/1278787723.html
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