Sigamos con las parafilias. Y sigamos enumerando.
58. Criptoscopofilia. Esto es …raro.
-¿Más?
Es cuando a la persona le excita ver a las otros humanos en las casas, haciendo otras cosas. Cosas rutinarias. Pasando la aspiradora, la plancha, trinchando un pavo, desatascando un lavabo…Eso les anima. A esta gente les hace falta una cocción. Y cuatro centrifugados.
50. Crurofilia es la atracción sexual por las piernas. O sea ven unas piernas y se ponen como motos. Por eso el colmo de la felicidad de un crurofílico es trabajar en una tienda vendiendo medias. O calcetines. O refajos.
51. Crush: El asunto consiste en que la chica lleva tacones de aguja. Y al hombre le excita ver como ella despachurra cosas con dichos tacones. Puede ser un ratón, una cucaracha o sus santos tentáculos.
-Testículos.
-Lo mismo da que da lo mismo
52. Cyesolagnia: excitación sexual sólo con embarazadas. Muchos de los cyesolágnicos suelen intentar estudiar la carrera de medicina y decantarse por la ginecología. U obstetricia. Que da lo mismo. Pero suelen estar tan piraos que no pasan del primer curso. Les echan. Por zoquetes. Acaban felices trabajando en tiendas para ropa pre mamá o como preparadores para el parto sin dolor. Disfrutan un montón. Y, oye, si no hacen daño a nadie, pues que disfruten.
53. Crematistofilia: El fulano se excita si es asaltado para tener sexo. O sea, la mujer lo espera detrás de la lavadora con una olla en la mano y cuando llega lo amenaza con atizarle. Y de esa forma llega a la felicidad.
-Esto es discriminatorio. ¿Y si es una crematistofílica?
-Pues hay que decir que hay más parafílicos que parafílicas.
-Porque ellos no lo esconden.
-Bueno…o porque están como cabras. Y ellas tienen muchas cosas que hacer como la colada, el trabajo, ocuparse de los niños, de estar guapas, de ser inteligentes, de competir…
-No…hay que exagerar…
54. Dendrofilia: Esto es muy fuerte. La persona que tiene esta parafilia sólo se excita frotándose contra los árboles.
-Es que dicen que los árboles dan muchas buenas vibraciones.-Pero no orgasmos.
-Para ellos sí.
-Qué cochinada. Además, nadie ha pedido permiso al árbol si se puede frotar contra él. Es una especie de violación.
-Quizás al árbol le guste.
-Bueno, mientras no lo talen, al menos estará ahí. Vivito. Y coleando. Bueno, coleando no porque no tienen cola. Yo creo que al árbol se la repampinfla que un mindungui se frote contra él.
-¿Te imaginas qué pensará?
ÁRBOL: ¿qué hace este humano? ¿Se está restregando contra mí el muy gorrino?
OTRO ÁRBOL: Bueno, tampoco pasa nada. Tómatelo como que te dan un masaje sexual.
ÁRBOL: Nosotros no tenemos sexo…
ÁRBOL: ¿Tú te promiscuas con quién?
OTRO ÁRBOL: Eso pertenece a mi vida privada…
ÁRBOL: Menos lobos...caperucita...
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