DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER TRABAJADORA

Día Internacional

de la mujer trabajadora

Como soy mujer y trabajadora, considero que es obligado recordar que hoy es el día de la mujer trabajadora. Se decidió así. El porqué todos lo sabéis. Para los que no lo recuerdan yo les refresco la memoria.
Al parecer en Nueva York, las mujeres estaban hasta las mismísimas meninges de que se las tratara mal, se las pagara menos, se las explotara más que a los hombres. Y decidieron protestar y manifestarse para reclamar sus derechos. Esto fue en 1.857.
Unos años más tarde en 1908, también en Nueva York, un grupo de mujeres trabajadoras, hartas de tanta injusticia, se manifestaron. Eran costureras industriales de grandes fábricas. Pedían un aumento de sueldo. Pedían reducción de la jornada laboral. Y pedían que no trabajaran los niños. Durante la huelga 129 mujeres murieron quemadas en el incendio de una de las fábricas. Sus dueños al parecer decidieron incendiar dicha fábrica. Los muy hijos de Satanás. Se estarán pudriendo en el infierno.

Se cree que esto fue un 8 de marzo.
Al año siguiente se celebró por primera vez en USA el día de la mujer trabajadora. Así se propuso tal día 8 de marzo como el día internacional de las mujeres.
Fue un tiempo más tarde, en 1977, que las naciones unidas declaró El 8 de marzo ‘El Día Internacional de Mujeres Trabajadoras’, y el color para representar los esfuerzos de las mujeres que murieron es el lila.
No se trata de hacer una juerga con el asunto. Es más bien un día de reflexión para concienciarnos acerca del respeto que se merecen las mujeres. Que nos merecemos. Que se ha avanzado. Pero no todo lo que se quisiera. Que hay que seguir avanzando hasta conseguir más dignidad en el trabajo y en la sociedad en general. Que no olvidemos todos los casos de explotación, de malos tratos, de vejaciones que aún soportan las mujeres especialmente en países oprimidos, en países con guerras, en países que sufren dictaduras.
No olvidemos todos los casos de violencia machista que se sufre a diario en el mundo al que llamamos desarrollado. Las violaciones, las humillaciones, el acoso. No olvidemos que tenemos que mantenernos firmes para que se nos respete.
Que las mujeres deberíamos ser más tolerantes entre nosotras. A veces parece que somos nuestros peores enemigos. Tenemos que estar perfectas, ser guapas, jóvenes, listas, buenas madres, buenas esposas, y fingir que somos santas.
Pues desde aquí reivindico que no tendríamos que ser ni tan perfectas, ni tan santas, ni tan delgadas, ni tan castas.
Ser honestas, trabajadoras, felices, libres. Es a eso a lo que deberíamos aspirar. No querer ser como los hombres. Yo no quiero ser como un hombre. ¿A quién le interesa eso? Yo quiero ser una mujer. Pero si hago el mismo trabajo que un hombre que se me respete como se respeta al hombre. Y se me pague por ello.
Últimamente hemos visto en el mundo occidental, a una mujer a las puertas de una presidencia. La señora Hillary Clinton no lo consiguió. Pero bueno, al menos no estuvo lejos. En un país tan respetado como Francia, sin embargo, se decidió que preferían a un patético alfeñique de falso charol, como el Sarkozy de las narices, antes que una señora socialista como presidenta del país galo. Así les va. El pequeño Hitler la está pifiando un día sí y otro también. Pero…es un hombre. Vivan sus cataplines.¿No?
No olvidemos tampoco que los hombres no son nuestros enemigos. A veces son necesarios. Por lo menos para una cosa.
-También cambian enchufes de vez en cuando. Y bajan la basura…
-¿Y a qué te crees que me refería?
Un abrazo a todas las mujeres. A las que no quieren ser floreros. A las que trabajan y se esfuerzan. A las que comparten su paciencia y amor con los demás. A las buenas mujeres. A los buenos hombres. A las buenas personas.
Ser personas. Ser buenas personas. Ser mujeres. Ser buenas mujeres.