BIENVENIDOS AL OLIMPO

domingo, 17 de febrero de 2008

ENCONTRÉ EL OLIMPO BAJO MI CAMA-URANO


3. PROBLEMAS DE FAMILIA.
Urano no era un padre fácil. Ni un marido fácil. Era posesivo y amante del poder. Tenía celos de sus propios hijos. Y un cierto complejo de Edipo. Aunque Edipo llegará mucho más tarde.
-Qué cruz tengo con mis vástagos. Son unos ceporros. Especialmente los gigantes y cíclopes...- Le comentaba a un amigo, tomando unas copas en el pub.
Sus hijos Cíclopes empezaron a darle problemas. Y además como tenían un solo ojo, eso le molestaba. Los echó de casa. Los metió en un internado para niños rebeldes y estaban siempre castigados. En el aula de castigo.
-Quiero el divorcio. -Gea, su esposa, le amenazó con aquello.
-Claro que no. Yo voy a seguir casado. Divorcio supone pasarte una pensión, que me quites lo que tengo, pasar por abogados, y no es estético.
-Pues, vale. Pienso jorobarte al máximo.
-Eso suelen hacer las esposas. Lo soportaré. Me encanta el matrimonio.
Gea que se quejó al resto de sus hijos.
-Vuestro padre es un merluzo. Y no educa bien a los niños. Y me tiene hasta la coronilla. Hay que destronarlo.
-Vale mamá. Yo me encargo.- Cronos se ofreció.
-¿Qué piensas hacer?
-Voy a castrarlo.
-Qué guarrada...
Decidió castrarlo. Por diversión. Para darle un escarmiento. Cuando su padre despertó y encontró aquello …o no encontró aquello…se enfadó.
-¡¡Serás hijo de tu madre!! Me has castrado. ¡¡So animal!! Ahora engordaré un montón.
-Venga papá tampoco es para tanto. No eres un gato. Y de este modo tendrás más sitio en los pantalones.
-Déjate de coñas.- El padre estaba enfadado.
Pero en cierto modo se encontraba más ligero, light, sin los testículos. Era menos aparatoso. Empezaba a descubrir su lado femenino.
Los titanes pusieron en libertad a los cíclopes y nombraron a Cronos soberano y sustituto de Urano.
Cronos se casó con Rea. Pero Urano, su padre le habló.
-Vas a conocer una suerte no muy buena, hijo mío. Uno de tus hijos te hará la misma cosa. Vas a pasar malos ratos con tus descendientes. Ya verás, ya verás...Uno te echará del trono...
-Anda, papá, estás delirando. Sigue jugando al dominó con los del club del pensionista divino. No me des la tabarra.- Cronos contestó. Pero se quedó con la mosca tras de la oreja.
No se sabe si era una profecía o simplemente una coña del padre con muy mala uva, para vengarse de su hijo al haberlo castrado. Y haberlo dejado en el punto de la jubilación.
Sin embargo Cronos, que tenía sus sospechas. Decidió hacer algo al respecto. Se dedicó a comerse a cada uno de sus hijos según iban naciendo. Para evitar que le destronaran.
Rea se enfadaba un montón pero tenía que soportarlo ya que su marido era el dios de todas las cosas. Y además se la podía comer a ella también.
Cronos era el más joven de los titanes. Era el padre del tiempo. Su animal favorito era un cuervo, una mascota que le acompañaba a menudo. Y solía llevar una hoz.
-Francamente no entiendo la relación entre el tiempo y un cuervo.
-Que el cuervo vuela. Y el tiempo también.
-Qué sagaz. ¿Y la hoz?
-Que la hoz corta. Y el tiempo te deja cortado.
A mí me parece que las respuestas que me dio el dios eran más bien una forma de salirse por la tangente. Pero bueno.
Cronos se comió a Hestia, Deméter y Hera. Más tarde a Poseidón y Hades.
Rea estaba enfadada al máximo. Y no estaba dispuesta a que las cosas siguieran así.
-Estoy embarazada.
-¿Otra vez?- Preguntó Gea, la madre tierra.
-Sí. Pero esta vez el patoso de mi marido no se comerá a mi niño.
-Podrías esconderlo. Tengo el sitio ideal...
Llegó el día del parto. Todo estaba preparado. Rea también.
-Me voy al hospital a tener el niño. Voy a un sitio más lejano. Me han dicho que tienen más servicios y coberturas. Tardaré un poco más. ¿Quieres venir?
-Lo haría con gusto churri. Pero tengo que asistir a una reunión importante. Todo irá bien. Eres una diosa.
-Hasta luego.
Tuvo a su bebé. Lo llamó Zeus. Era tan bonito.
Por su parte el padre de la criatura preparó la mesa, platos, cubiertos, un vaso de vino para dioses y toda la parafernalia de la que se rodeaba cuando se comía a sus retoños.
-La verdad es que no lo hago por afición. Es que si no me los como, me destronarán. En realidad no me gusta el sabor de la carne de mis chiquitines.
-Pues te los zampas tan a gusto.-Dijo uno de los amigos.
-Ya ves tú. Me sacrifico…
Rea tuvo a su bebé y se lo dio a Gea, la Madre tierra, para que lo viera.
-Qué niño más mono.
-No quiero que el bestia de mi marido se lo coma.
-Tengo el sitio perfecto para esconderlo. Ya te lo he dicho. Tengo que repetírtelo todo.
-¿Dónde lo metemos?
-Tengo una cueva en Creta. La uso para meditar. Pero está bien decorada.
-De lujo.
Allí contrató a especiales cuidadoras. La jefa era la ninfa cabra Amaltea.
-¿La canguro de Zeus era una cabra?
-Y lo alimentaba de leche y miel.
-¡No fastidies! ¡Como lo que Moisés merendaba en el desierto!
-Pero esa es otra mitología.
-La leche y la miel se repite mucho en la mitología.
-Se repite sí….como el ajo.
-¡Que me dices!
Tener como cuidadora una cabra, quizás explique muchas de las actuaciones del futuro dios. Y lo de la leche y la miel era polivalente. Lo mismo servía para la cena que para hacerse una mascarilla facial.
Para evitar que Cronos lo escuchara cuando lloraba estaban allí los curetes que eran además de hijos de Rea, un grupo musical. Cantaban y hacían mucho ruido para que no se escuchara a Zeus llorar o hablar.
-El vino que tiene Asuncióooon, ni es blanco ni es tinto ni tiene colooooor......
Podemos entender que los curetes no eran precisamente Abba. Ni el Orfeón Donostiarra. Grandes voces no tenían. Cantaban más bien mal. Para despistar solamente.
Rea volvió tranquilamente. Y vio a su marido, servilleta en el cuello preparado para el banquete.
-Qué demonios ha pasado. Estaba muy preocupado. ¿Dónde está el niño?- Preguntó el gran dios.
-Sí. Llego un poco tarde, querido. Había un atasco terrible...- La diosa se disculpó.
Cronos, impaciente se había bebido ya media botella de un buen rioja. Estaba muy contento y Rea le dio una piedra envuelta en pañales. Cronos se tragó todo. La trola del atasco. Y la piedra, creyendo que era su hijo. Luego se fue a dormir.
Rea se desmaquilló antes de irse a la cama y pensó que ahí empezaba quizás una nueva era. Las cosas que puede hacer un buen vino.
-¿ El que tiene Asunción?
-No sé…

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