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domingo, 12 de febrero de 2012

La leyenda de una diva negra

La cantante, enérgica, tras una interpretación en 2003. | ReutersLa leyenda de una diva negra

Llevaba años dando tumbos, caminando entre el desequilibrio emocional y los problemas financieros, con reapariciones accidentadas y poniéndose en entredicho en giras musicales que ya le quedaban grandes, una diva en decadencia que llegó a ser monumental. Whitney Houston se despidió este sábado de su particular espectáculo de forma trágica a los 48 años, como lo hacen las estrellas, en una habitación de hotel en Los Ángeles, emulando a otros mitos como Janis Joplin en 1970.
Houston pasó parte de su adolescencia en clubs nocturnos donde actuaba su madre y en algunas ocasiones subía al escenario
Ella también fue una estrella, tan frágil por dentro como potente por fuera, con un chorro de voz y una rostro impecable para el recuerdo, un conjunto de cualidades que le sirvieron para despertar un torrente de alabanzas cuando se estrenó en solitario en la industria musical con 'Whitney Houston', un golpe de efecto para empezar que le sirvió para hacerse millonaria con 25 millones de copias vendidas.
Comenzaba su andadura la gran diva negra de los 80, con reminiscencias del pasado, a la vieja usanza, como su madrina Aretha Franklin. Así lo entendió 'The New York Times', que tildó su trabajo de "impresionante" y "un despliegue notable para un talento vocal excepcional".
La cantante, nacida en Newark, Nueva Jersey, estuvo rodeada toda su vida de talento artístico. Su madre, Cissy Houston, fue cantante de góspel, y sus primas Dionne Warwick y Dee Dee Warwick eran figuras reconocidas en este género musical. Y por si fuera poco, tenía de madrina a Aretha Franklin.
Houston, con los siete Grammy logrados en 1994, el año de 'El Guardaespaldas'. | ReutersHouston, con los siete Grammy logrados en 1994, el año de 'El Guardaespaldas'. | Reuters
A los once años decidió seguirle los pasos a su madre y debutó como solista en una iglesia de Newark. Además de su familia y su madrina, influenciaron su estilo otras cantantes como Chaka Khan, Gladys Knight y Roberta Flack.
La joven pasó la mayor parte de su adolescencia en giras en clubes nocturnos en donde actuaba su madre, y en alguna ocasión se subió al escenario acompañada de su progenitora.
A los 14 años sirvió de reemplazo al cantante Michael Zager, el mismo que le ofreció un contrato para grabar un disco, aunque su madre rechazó la oferta porque quería que su hija terminara sus estudios. Un año después Houston acompañó a Khan en la grabación de 'I am Every Woman', un título que después hizo suyo e incluyo en su exitoso álbum 'The Bodyguard'.

Para todos los públicos

Houston llora tras reciger un premio al mejor artista internacional en 2009. | AfpHouston llora tras reciger un premio al mejor artista internacional en 2009. | Afp
Sin embargo, le costó convencer a los miembros de la industria de que era apta para todos los públicos, ya con su disco bajo el brazo. Los primeros temas del álbum no calaron en Europa y en Estados Unidos iban más dirigidos hacia el mercado afroamericano. Finalmente, dio el golpe con 'Saving All My Love for You', su primer número uno tanto en Gran Bretaña como en su país natal, y que además significó un Grammy al año siguiente.
Houston subió como la espuma en cuestión de meses, de la mano de su último single, 'Greatest Love of All', número uno durante tres semanas y uno de los grandes éxitos de su carrera. Aquella entrada triunfal con su disco está catalogada como uno de los momentos clave para entender la música norteamericana del último cuarto de siglo.
El resto fue cuesta abajo para la cantante de New Jersey. Como era de esperar, mantuvo la fórmula del éxito con el primer álbum y con el segundo volvió a arrasar gracias a cuatro números uno en las listas de ventas y 20 millones de copias vendidas. Eran los tiempos de 'I Wanna Dance with Somebody', 'Didn’t We Almost Have it All' y 'So Emotional', aderezado con un himno nacional durante la Super Bowl de 1991 que acabó convertido en un single con vídeo ante la demanda popular.

El inicio del declive

Eran tiempos de estrellato inmaculado que coronó con su matrimonio con el cantante de R&B Bobby Brown en 1992, aunque en realidad fue el principio de los grandes males de la actriz. Con él llegaron los problemas de maltrato, los abusos constantes de drogas y alcohol y el estilo de vida desordenado.
Ese mismo año estrenó su primera película, 'El guardaespaldas', un éxito de público pese a la condena unánime de la crítica a su interpretación. La cinta y la banda sonora, marcada por la balada 'I Will Always Love You', supusieron el momento cumbre para actriz, omnipresente en todos los mercados.
El resto de la década estuvo marcada por cintas de menor relevancia, como 'Esperando un respiro' y 'La mujer del predicador', además del álbum 'My Love is Your Love', un éxito moderado en comparación con los anteriores.
LJunto a Nelson Mandela, en 1994. | ReutersLJunto a Nelson Mandela, en 1994. | Reuters
Y a partir de 2000, la reputación de la que había sido considerada una buena chica en los 80, cambió de forma radical. Perdió contratos por aparecer tarde en ensayos y los rumores sobre su extrema delgadez y las drogas afloraron de forma incesante. Se llegó a decir que tenía sexo con hombres que no conocía a cambio de drogas, totalmente ida en un punto de su vida.
Después de aclarar varias cuestiones sobre su pasado y sobre su tormentoso matrimonio con Brown, de quien se divorció en 2007, trató de reiniciar su carrera con un tour que le acarreó muchas críticas y cancelaciones en Europa cuando la voz ya no le dio para más.
Houston, ganadora de dos Emmy, seis Grammy y una de las solistas más importantes de la historia de la música con 170 millones de copias vendidas, ya no pudo acumular más récords. Se va, sin embargo, con el cartel de grande de este circo musical, en un fin de semana de Grammys en el que se hablará de ella más que de cualquier otra cosa.

http://www.elmundo.es/elmundo/2012/02/12/obituarios/1329019065.html

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