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miércoles, 15 de febrero de 2012

El Bernabéu y la final de España

El Bernabéu y la final de España


Es una pena que el Real Madrid, en pleno ejercicio de su libertad de acción, tenga previstas obras en su estadio para el día siguiente al cierre de la Liga. De no ser así, estoy seguro de que toda la ciudad se habría sentido dichosa por acoger a las hinchadas del Barcelona y del Athletic de Bilbao. La capital de España, rompeolas de un país unido y bien articulado desde hace siglos, era el marco ideal para recibir a dos aficiones que, sin duda, habrían llegado con profusión de banderas del país al que pertenecen desde hace siglos, España, para celebrar el partido decisivo de un título que lleva, entre otras cosas, precisamente, el nombre de ese país.
Una pena también que, desde el palco del estadio Santiago Bernabéu, su Majestad el rey don Juan Carlos I, de España, no pueda sentir el calor de los aficionados de Barça y Athletic, que, a buen seguro, estarían encantados de aplaudir su presencia y hasta corear y tararear el himno nacional, de España, tal y como hicieron hace tres años en la final disputada por los dos mismos equipos en Mestalla. En aquella tarde, las dos aficiones dieron todo un curso de señorío y saber estar con esos aplausos a los símbolos del estado en el que viven, España.
Insisto, otra vez será. Seguro que en Mestalla se reeditarán esas muestras de respeto a las instituciones que se dieron en 2009. No me cabe la menor duda. De lo contrario, comenzaría a pensar que ni Barcelona ni Athletic quieren jugar un torneo que se llama Copa de Su Majestad el Rey, de España. En ese caso, quizás convendría que abandonaran la competición, Liga incluida, y que centraran sus esfuerzos en la creación de ligas comarcales o regionales, tal y como ocurría antes de 1929, fecha de la instauración de la Liga. De España.
El entorno mediático que rodea al Real Madrid se ha empeñado en hacerle ver que las obras en su estadio van a provocar una serie de irreparables pérdidas en los hosteleros de la capital, de España. Una pena que esa preocupación por la actividad empresarial no se extienda a otras regiones, de España. Por ejemplo, es triste que jamás se haya jugado una final de Copa en Bilbao, con el lucro cesante que ello ha supuesto para los comercios de toda la provincia. La selección española lleva 45 años sin ir a San Mamés, otra grave pérdida para la hostelería. En Barcelona sólo hubo tres finales coperas, así que imagino la cantidad de veces que los comercios de la región han protestado por esta grave pérdida. En fin. ánimo a todos. Sobre todo al rey de España. La que le espera.

http://www.elmundo.es/blogs/deportes/championstar/2012/02/15/el-bernabeu-y-la-final-de-espana.html

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