Nepal suma más de 2.400 muertos mientras la tierra sigue temblando
Los muertos en el terremoto del sábado en Nepal suman ya 2.430 y los heridos superan los 6.000, según las últimas cifras facilitadas por el Ministerio del Interior del gobierno nepalí.
El portavoz de la Policía, Kamal Singh Bam, ha precisado que estas cifras contabilizan las víctimas confirmadas hasta las 14:15 horas de este domingo, informa el portal de noticias local eKantipur. El grueso de los daños se han producido en las zonas residenciales más antiguas de la capital, Katmandú.
El Gobierno nepalí ha declarado crisis nacional y ha establecido un fondo de 500 millones de rupias nepalíes (casi 4,52 millones de euros) para la reconstrucción de las infraestructuras dañadas. Asimismo, ha solicitado la colaboración de todos los sectores de la sociedad para hacer frente a la tragedia.
El portavoz de la Policía, Kamal Singh Bam, ha precisado que estas cifras contabilizan las víctimas confirmadas hasta las 14:15 horas de este domingo, informa el portal de noticias local eKantipur. El grueso de los daños se han producido en las zonas residenciales más antiguas de la capital, Katmandú.
El Gobierno nepalí ha declarado crisis nacional y ha establecido un fondo de 500 millones de rupias nepalíes (casi 4,52 millones de euros) para la reconstrucción de las infraestructuras dañadas. Asimismo, ha solicitado la colaboración de todos los sectores de la sociedad para hacer frente a la tragedia.
Réplicas
Este
domingo se han registrado varias réplicas, incluida una de 6,7 en la
escala Richter que se ha dejado sentir también en el norte de India,
incluida su capital, y que ha ocasionado nuevas avalanchas en el
Himalaya, según han informado montañeros. "No hay ninguna manera de que
podamos predecir la intensidad de las réplicas así que la gente tiene
que estar alerta en los próximos días", ha prevenido el director de
la oficina meteorológica de India, L.S. Rathore, citado por Reuters.
Por otra parte, las agencias humanitarias han alertado de que los hospitales del valle de Katmandú están sobrepasados y se están quedando sin suministros médicos.
Según Peter Olyle, de Save the Children, los hospitales apenas tienen ya espacio para almacenar los cuerpos y están agotando sus suministros de emergencia. "Es necesario que el Gobierno tome la decisión de enviar kits del Ejército", ha comentado desde Katmandú.
Por otra parte, las agencias humanitarias han alertado de que los hospitales del valle de Katmandú están sobrepasados y se están quedando sin suministros médicos.
Según Peter Olyle, de Save the Children, los hospitales apenas tienen ya espacio para almacenar los cuerpos y están agotando sus suministros de emergencia. "Es necesario que el Gobierno tome la decisión de enviar kits del Ejército", ha comentado desde Katmandú.
Afectados
Alrededor de 6,6 millones de personas residen en los 30 distritos
que se han visto afectados por el terremoto, ha indicado en un
comunicado la oficina de la ONU en Nepal. El coordinador residente de
la ONU en Nepal, Jamie McGoldrick, se ha reunido con representantes
del Gobierno nepalí para ofrecer ayuda y discutir las necesidades que
hay.
"Estamos dispuestos a ayudar al Gobierno de Nepal a responder a esta terrible tragedia", ha señalado en el comunicado, recogido por la agencia Xinhua, asegurando que "se harán todos los esfuerzos para ayudar a los que necesitan nuestra ayuda". "Es necesario que actuemos rápido y de forma efectiva", ha defendido McGoldrick, con el fin de evitar que "se pierdan más vidas".
Peor terremoto en 80 años
Ha sido el peor temblor que ha sufrido Nepal –uno de los países más pobres– en ochenta años. Al cierre de esta edición, la cifra de muertos seguía subiendo, por lo que las autoridades estiman que el balance total será muy superior y no se conocerá hasta dentro de unos días, cuando se avance en las labores de rescate. El terremoto tuvo su epicentro en un punto alrededor de 80 kilómetros al noroeste de Katmandú, y posteriormente se registraron al menos 16 réplicas de entre 4,2 y 6,6 grados según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Los efectos llegaron incluso a los vecinos India y Pakistán, aunque afectó mucho más al primero, especialmente en sus estados más orientales, donde se produjeron 34 muertos, casi todos en derrumbes. El terremoto hizo temblar la cordillera del Himalaya poco antes del mediodía con una magnitud de 7,8 en la escala Richter. De forma inmediata se extendió por el valle de Katmandú, muy densamente poblado, y también por la capital del país hacia todas las direcciones: al norte, en la cordillera del Himalaya y el Tíbet; al sur, en la llanura Indo-Gangética; al este, en el delta del Ganges, y al oeste, en la histórica ciudad paquistaní de Lahore.
Katmandú, la capital nepalí, tenía ayer una gran afluencia de público en centros comerciales y algunas zonas históricas dada la afluencia de turismo interno para el fin de semana. Shrish Vaidya, un comerciante nepalí, estaba en su casa cuando sintió el temblor: «Es difícil describirlo. La casa se puso a temblar como si estuviera loca. Salimos a la calle y la carretera parecía que se levantaba. No recuerdo nada como esto. Incluso mis padres no han visto nunca nada igual», dijo a la agencia Ap.
Posteriormente se produjeron decenas de réplicas del terremoto que sacudieron la región durante varias horas. Los vecinos salieron de sus casas y de los edificios en medio del pánico. Muros y árboles se caían y el tendido eléctrico quedó interrumpido mientras en el suelo se abrían grandes agujeros y una nube de polvo cubría el cielo. «Nuestro pueblo ha desaparecido prácticamente. La mayoría de la casas están enterradas por los corrimientos de tierra y dañadas por el terremoto», dijo Vim Tamang, vecino de Manglung, un pueblo cercano al epicentro del terremoto. La mitad de los habitantes están muertos o desaparecidos. «Nos hemos reunido en espacios abiertos. No sabemos qué hacer. Estamos desamparados».
Unas horas después de la sacudida, los hospitales se empezaron a llenar de heridos, muchos de ellos llevados por amigos en coches y camionetas debido a la falta de medios de auxilio. Algunos vecinos usaron sus propias manos para cavar entre los escombros y rescatar a supervivientes.
A medida que caía la noche, miles de ciudadanos atemorizados continuaban acampados en parques y zonas al aire libre, inquietos ante la idea de volver a dormir en sus casas ante el temor de nuevas réplicas, mientras las predicciones meteorológicas indican que hoy y mañana habrá lluvia y tormentas.
Aunque la magnitud del daño y la escala del desastre aún no han sido evaluadas, el terremoto pondrá aún más presión sobre los escasos recursos de este país pobre conocido por el Everest –la montaña más alta del mundo– y por su rica cultura hindú. La economía de Nepal, un país de 27,8 millones de habitantes, depende en gran medida del turismo, sobre todo del turismo de montaña. El movimiento sísmico también ha dañado el valioso patrimonio histórico del país. Uno de los monumentos más emblemáticos, el Dharahara o Torre Bhimsen (de 1832), quedó prácticamente destruido.
Varios países reaccionaron ayer ante el desastre. Estados Unidos, Pakistán, Israel, Noruega, Alemania y Reino Unido anunciaron el envío de material y dinero para paliar el desastre humanitario, mientras que la ONU dijo que está preparando «un gran esfuerzo» para asistir a Nepal. El Papa Francisco expresó su solidaridad con los afectados. Ap
"Estamos dispuestos a ayudar al Gobierno de Nepal a responder a esta terrible tragedia", ha señalado en el comunicado, recogido por la agencia Xinhua, asegurando que "se harán todos los esfuerzos para ayudar a los que necesitan nuestra ayuda". "Es necesario que actuemos rápido y de forma efectiva", ha defendido McGoldrick, con el fin de evitar que "se pierdan más vidas".
Peor terremoto en 80 años
Ha sido el peor temblor que ha sufrido Nepal –uno de los países más pobres– en ochenta años. Al cierre de esta edición, la cifra de muertos seguía subiendo, por lo que las autoridades estiman que el balance total será muy superior y no se conocerá hasta dentro de unos días, cuando se avance en las labores de rescate. El terremoto tuvo su epicentro en un punto alrededor de 80 kilómetros al noroeste de Katmandú, y posteriormente se registraron al menos 16 réplicas de entre 4,2 y 6,6 grados según informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Los efectos llegaron incluso a los vecinos India y Pakistán, aunque afectó mucho más al primero, especialmente en sus estados más orientales, donde se produjeron 34 muertos, casi todos en derrumbes. El terremoto hizo temblar la cordillera del Himalaya poco antes del mediodía con una magnitud de 7,8 en la escala Richter. De forma inmediata se extendió por el valle de Katmandú, muy densamente poblado, y también por la capital del país hacia todas las direcciones: al norte, en la cordillera del Himalaya y el Tíbet; al sur, en la llanura Indo-Gangética; al este, en el delta del Ganges, y al oeste, en la histórica ciudad paquistaní de Lahore.
Katmandú, la capital nepalí, tenía ayer una gran afluencia de público en centros comerciales y algunas zonas históricas dada la afluencia de turismo interno para el fin de semana. Shrish Vaidya, un comerciante nepalí, estaba en su casa cuando sintió el temblor: «Es difícil describirlo. La casa se puso a temblar como si estuviera loca. Salimos a la calle y la carretera parecía que se levantaba. No recuerdo nada como esto. Incluso mis padres no han visto nunca nada igual», dijo a la agencia Ap.
Posteriormente se produjeron decenas de réplicas del terremoto que sacudieron la región durante varias horas. Los vecinos salieron de sus casas y de los edificios en medio del pánico. Muros y árboles se caían y el tendido eléctrico quedó interrumpido mientras en el suelo se abrían grandes agujeros y una nube de polvo cubría el cielo. «Nuestro pueblo ha desaparecido prácticamente. La mayoría de la casas están enterradas por los corrimientos de tierra y dañadas por el terremoto», dijo Vim Tamang, vecino de Manglung, un pueblo cercano al epicentro del terremoto. La mitad de los habitantes están muertos o desaparecidos. «Nos hemos reunido en espacios abiertos. No sabemos qué hacer. Estamos desamparados».
Unas horas después de la sacudida, los hospitales se empezaron a llenar de heridos, muchos de ellos llevados por amigos en coches y camionetas debido a la falta de medios de auxilio. Algunos vecinos usaron sus propias manos para cavar entre los escombros y rescatar a supervivientes.
A medida que caía la noche, miles de ciudadanos atemorizados continuaban acampados en parques y zonas al aire libre, inquietos ante la idea de volver a dormir en sus casas ante el temor de nuevas réplicas, mientras las predicciones meteorológicas indican que hoy y mañana habrá lluvia y tormentas.
Aunque la magnitud del daño y la escala del desastre aún no han sido evaluadas, el terremoto pondrá aún más presión sobre los escasos recursos de este país pobre conocido por el Everest –la montaña más alta del mundo– y por su rica cultura hindú. La economía de Nepal, un país de 27,8 millones de habitantes, depende en gran medida del turismo, sobre todo del turismo de montaña. El movimiento sísmico también ha dañado el valioso patrimonio histórico del país. Uno de los monumentos más emblemáticos, el Dharahara o Torre Bhimsen (de 1832), quedó prácticamente destruido.
Varios países reaccionaron ayer ante el desastre. Estados Unidos, Pakistán, Israel, Noruega, Alemania y Reino Unido anunciaron el envío de material y dinero para paliar el desastre humanitario, mientras que la ONU dijo que está preparando «un gran esfuerzo» para asistir a Nepal. El Papa Francisco expresó su solidaridad con los afectados. Ap
18 muertos en el Everest
El
Ejército de India recuperó ayer 18 cadáveres en el Everest. Varios
montañeros fallecieron tras el terremoto cuando ascendían la montaña,
cuya temporada de escalada comienza precisamente en abril. El montañero y
fotógrafo español Javier Camacho Giménez, que se encontraba en el campo
base para intentar ascender a la cumbre del Lhotse en el momento del
terremoto, indicó telefónicamente a Efe que el sismo provocó una
avalancha desde el pico Pumori que sepultó algunos campamentos,
especialmente donde había montañeros chinos y japoneses. El Ministerio
de Exteriores dijo que no tiene constancia de que españoles se hayan
visto afectados, pero el Gobierno asturiano confirmó la presencia de
varios asturianos, en su mayoría montañeros y alpinistas, en Nepal.
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