Libertad condicional para María José Carrascosa tras años presa en EE UU
La española lleva en una cárcel de Nueva Jersey desde 2006, cuando
fue condenada por llevarse a su hija a España sin el permiso del padre
de la pequeña
La ciudadana española María José Carrascosa ha quedado este viernes
en libertad condicional por orden de un tribunal estadounidense. Carrascosa fue encarcelada en 2006 en el estado de Nueva Jersey
por un litigio ligado a la custodia de su hija. Ese año, fue acusada de
secuestro por haberse llevado a la pequeña de EE UU a España sin el
consentimiento de su padre. La abogada española ha podido abandonar este
mismo viernes la prisión de la pequeña localidad de Hackensack, en el
estado de Nueva Jersey, donde ha pasado los últimos nueve años.
En declaraciones a la agencia EFE, la española ha confesado que ha vivido "una acumulación de sensaciones" y que ahora le toca retomar su propia vida para superar los casi nueve años de prisión. "Tengo un montón de cosas por hacer (...) Tengo que ponerme los zapatos de mi vida. He llevado los zapatos de una vida que no era la mía", ha declarado Carrascosa poco después de salir del penal.
La abogada española se separó de su marido, el estadounidense Peter Innes, en 2004. Un año después, se llevó a su hija Victoria a España. Los tribunales españoles le concedieron la custodia de la niña, mientras que los estadounidenses se la concedieron al marido. Por ello, Innes acusó a Carrascosa de secuestro ante los tribunales norteamericanos. En agosto de 2006, en uno de los viajes que realizó a EE UU durante la batalla legal por la niña, Carrascosa fue detenida, acusada de desacato a la autoridad y secuestro. Ya en 2009, fue condenada a 14 años de cárcel. Desde entonces, ha estado encerrada en el penal de Hackensack, mientras la justicia estadounidense rechazaba uno tras otro sus peticiones de libertad condicional. En el momento de su detención, su hija tenía seis años. Ahora tiene 15. No la ha visto en persona desde entonces, ya que vive en Valencia con sus abuelos. "Está ya más alta que yo", ha dicho después de mantener el primer contacto en libertad con su hija, por Skype. "Hemos estado llorando las dos como dos Magdalenas", dijo.
"Tengo un montón de cosas por hacer, mucho trabajo. No solamente retomar mi vida, que ha estado en suspenso durante casi nueve años, sin mi hija, sin mis padres, sin mis amistades", dijo la abogada valenciana. Carrascosa, con ropas distintas al chándal con el que había salido de la cárcel. "Tenía miedo sobre cómo podría reaccionar la gente cuando me viese [con el chándal que la identificaba como expresa]. Ha sido emocionante".
"Mi idea es volver a España, reunirme con mi hija y mis padres, y allí Dios proveerá", ha dicho. No obstante, aún tiene pendientes trámites legales que resolver para poder salir de EE UU. La hija, tras una temporada sin pasaporte, puede viajar a EE UU, pero Carrascosa estima que en este momento, con el pleito legal aún abierto, "sería extremadamente peligroso".
Carrascosa tiene fe en que pueda resolverse todo en un mes, aunque prefiere no dar muchos detalles sobre los trámites que están pendientes en tribunales. "Se cerró una puerta, pero se abrieron cincuenta", afirmó.
En declaraciones a la agencia EFE, la española ha confesado que ha vivido "una acumulación de sensaciones" y que ahora le toca retomar su propia vida para superar los casi nueve años de prisión. "Tengo un montón de cosas por hacer (...) Tengo que ponerme los zapatos de mi vida. He llevado los zapatos de una vida que no era la mía", ha declarado Carrascosa poco después de salir del penal.
La abogada española se separó de su marido, el estadounidense Peter Innes, en 2004. Un año después, se llevó a su hija Victoria a España. Los tribunales españoles le concedieron la custodia de la niña, mientras que los estadounidenses se la concedieron al marido. Por ello, Innes acusó a Carrascosa de secuestro ante los tribunales norteamericanos. En agosto de 2006, en uno de los viajes que realizó a EE UU durante la batalla legal por la niña, Carrascosa fue detenida, acusada de desacato a la autoridad y secuestro. Ya en 2009, fue condenada a 14 años de cárcel. Desde entonces, ha estado encerrada en el penal de Hackensack, mientras la justicia estadounidense rechazaba uno tras otro sus peticiones de libertad condicional. En el momento de su detención, su hija tenía seis años. Ahora tiene 15. No la ha visto en persona desde entonces, ya que vive en Valencia con sus abuelos. "Está ya más alta que yo", ha dicho después de mantener el primer contacto en libertad con su hija, por Skype. "Hemos estado llorando las dos como dos Magdalenas", dijo.
"Tengo un montón de cosas por hacer, mucho trabajo. No solamente retomar mi vida, que ha estado en suspenso durante casi nueve años, sin mi hija, sin mis padres, sin mis amistades", dijo la abogada valenciana. Carrascosa, con ropas distintas al chándal con el que había salido de la cárcel. "Tenía miedo sobre cómo podría reaccionar la gente cuando me viese [con el chándal que la identificaba como expresa]. Ha sido emocionante".
"Mi idea es volver a España, reunirme con mi hija y mis padres, y allí Dios proveerá", ha dicho. No obstante, aún tiene pendientes trámites legales que resolver para poder salir de EE UU. La hija, tras una temporada sin pasaporte, puede viajar a EE UU, pero Carrascosa estima que en este momento, con el pleito legal aún abierto, "sería extremadamente peligroso".
Carrascosa tiene fe en que pueda resolverse todo en un mes, aunque prefiere no dar muchos detalles sobre los trámites que están pendientes en tribunales. "Se cerró una puerta, pero se abrieron cincuenta", afirmó.
http://politica.elpais.com/politica/2015/04/24/actualidad/1429911985_959716.html
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