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domingo, 15 de diciembre de 2013

La tía del líder Kim Jong-un sobrevive a la purga que acabó con la vida de su marido

La viuda negra de Corea del Norte

  • La tía del líder Kim Jong-un sobrevive a la purga que acabó con la vida de su marido

  • Kim Kyong-hee seguirá siendo la mujer más poderosa del régimen comunista

  • El matrimonio se había separado y que ella aprobó la detención de Jang Song-thaek

  • Es general del ejército y miembro del Buró Político del Partido de los Trabajadores

Kim Kyong-hee durante una ceremonia por los soldados caidos en...
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Durante décadas ha sido una pieza inamovible en la cúpula del poder, confidente de los miembros de la familia que gobernaban el país y dueña de un creciente número de cargos que la convertían en la mujer más poderosa del régimen norcoreano. Todo indica que Kim Kyong-hee lo seguirá siendo, tras haber sobrevivido a las purgas llevadas a cabo en los últimos días por su sobrino y líder supremo, Kim Jong-un.
El misterio rodeaba el paradero de la tía del dictador después de que su marido y hasta hace poco número dos del régimen, Jang Song-thaek, fuera detenido, acusado de traición y ejecutado.
La suerte de su esposa fue desvelada el sábado cuando la propaganda oficial incluyó su nombre en la lista de altos cargos que formarán el comité que organizará el funeral de Kim Kuk-tae, un dirigente comunista fallecido el pasado viernes.
La mención confirma que Kim Kyong-hee mantiene la confianza del líder e implica dos posibilidades: participó en la defenestración de su marido o ha sido eximida de toda responsabilidad en la supuesta deslealtad de Jang hacia el joven dictador, que llegó al poder hace dos años y tan solo tiene 30 años.
Kim Jong-un habría tenido dificultades para deshacerse de alguien con un pedigrí que incluye ser hija del fundador del Estado norcoreano, Kim Il-sung, y hermana de Kim Jong-il, el Querido Líder que dirigió el país hasta su muerte en 2011.
Kim Kyong-hee es general del Ejército Popular de Corea y miembro del Buró Político del Partido de los Trabajadores. Junto a su marido, Jang Song-thaek, recibió el encargo de tutelar los primeros pasos del heredero de la dinastía comunista, que con la eliminación de sus enemigos, reales o imaginados, ha buscado asentar su poder absoluto. "La limpieza política se ha llevado a cabo a todos los niveles", según fuentes citadas por la prensa de Seúl.
El hermetismo con el que funciona el régimen norcoreano impide saber hasta qué punto la tía de Kim ha participado en la caída de su marido. El distanciamiento en el matrimonio había sido motivo de rumores desde hacía meses.
Yoon Sang-hyun, miembro del partido gobernante en Corea del Sur, aseguraba días atrás que la pareja se había separado y que ella había aprobado personalmente la detención de Jang. Su única hija, Jang Kum-song, se quitó la vida en París en 2006 en un suicidio motivado por su negativa a regresar a Corea del Norte y la oposición de sus padres a una relación sentimental, según una investigación del diario surcoreano Joongang Ilbo.

El poder en la sombra

Muchos analistas creían que los tíos de Kim mantenían una regencia que les convertía en el verdadero poder en la sombra, para contrarrestar la falta de experiencia del heredero del régimen. El hijo menor de Kim Jong-il fue nombrado sucesor tras la enfermedad de su padre en 2010, una vez descartados sus dos hermanos.
El primogénito, Kim Jong-nam, cayó en desgracia después de que fuera sorprendido tratando de entrar en Japón para visitar Disneylandia en 2001. El segundo en la línea sucesoria, Kim Jong-chol, fue menospreciado por la familia por sus "maneras afeminadas", según revelaría Kenji Fujimoto, cocinero personal del Querido Líder y autor de una de sus biografías.
La bisoñez del tercero de los hermanos no impidió al régimen auparle apresuradamente al poder, nombrándole general de cuatro estrellas y vicepresidente de la influyente Comisión Militar Central, a pesar de no tener ninguna experiencia militar.
La muerte de su padre lo situó al frente de un país aislado, armado con bombas nucleares y arruinado económicamente.
Kim Jong-un ha tratado desde entonces de renovar el círculo de poder en Pyongyang, sustituyendo a altos mandos de las fuerzas armadas y a dirigentes del Partido de los Trabajadores.
El empujón final ha sido la purga política de los últimos días, que emula a las que llevaron a cabo su padre y su abuelo en sus inicios al frente del país. Una mujer ha salido reforzada de todas ellas: Kim Kyong-hee, prueba de que el poder sigue siendo un asunto de familia en Corea del Norte.
 
 http://www.elmundo.es/internacional/2013/12/15/52add26822601d0d0c8b4571.html
 

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